Automovilismo

Sainz, por encima de su coche

Su capacidad para poner el bólido a punto y su consistencia en la conducción han sorprendido

Sainz y su Toro Rosso son una de las revelaciones de la temporada
Sainz y su Toro Rosso son una de las revelaciones de la temporadalarazon

Acaba de aterrizar en la F-1 y en dos carreras ha devuelto ya buena parte de la ayuda que unos pocos le brindaron para alcanzar su sueño. Los Grandes Premios de Australia y Malasia han servido a Carlos Sainz júnior para estar a la altura de las circunstancias, es decir, rodar por encima de las posibilidades de su monoplaza. Un coche que en Sepang ofreció un rendimiento superior a su casa matriz, Red Bull. Y en eso también tiene mucho que ver la rivalidad que ya existe entre su compañero Verstappen y el madrileño. El holandés es puro talento. Con 17 años ha batido todos los registros de precocidad y, probablemente, ya nadie le arrebate este hito porque la FIA ha limitado la edad mínima para acceder a la categoría reina. Lo hizo ante el temor de que Verstappen no lo hiciera bien, pero nada más lejos de la realidad. Junto a Sainz, los dos han puesto en una situación complicada a Helmut Markko, el poder en la sombra que maneja los hilos de la compañía de bebida energética en sus dos escuderías: Red Bull y Toro Rosso.

En Red Bull se nota que Adrian Newey, el cerebro del entramado, ha pasado a segundo plano. En Toro Rosso, su responsable técnico, James Key, corre en la misma senda del éxito que sus pilotos. Sainz parece que lleva en la F-1 años. Su capacidad para poner el coche a punto y la consistencia con la que conduce dicen mucho a su favor. No fue él el elegido por Marko para acceder a un asiento del Toro Rosso, la estructura que emplea Red Bull para preparar a los pilotos de su cantera. Pero la marcha de Alonso a McLaren, la llegada de Vettel a Ferrari y el ascenso de Kyvat al coche del alemán le dieron una segunda oportunidad. En pocas jornadas, Sainz ha entendido el funcionamiento de la unidad de potencia, la gestión de los neumáticos y ha emprendido una línea de comunicación casi inédita en el Mundial. Es humilde, sencillo, educado y reconoce sus errores.

Sainz ha pasado con nota los dos primeros exámenes y no se ha dejado amilanar por el mediático Verstappen. Ha protagonizado el mejor arranque de un piloto español –aunque sea con un sistema de puntuación diferente– y su progresión no tiene límite.

De la incertidumbre de McLaren y Honda...

La incertidumbre es total alrededor de McLaren y en la órbita de Honda. Nadie esperaba un arranque tan dantesco como el sufrido en las dos primeras citas del año. La falta de fiabilidad y de potencia del MP4/30 resultan todo un problema para el piloto español. Lo peor es que la tónica que se avecina para el resto del año se acerca mucho a lo vivido el pasado domingo en Sepang y el margen de mejora es pequeño hasta 2016. ¿Será capaz Alonso de mantener la compostura rodando en mitad del pelotón constantemente y viendo banderas azules en algunos circuitos para ser doblado? Un bicampeón como él no merece algo así, pero en la F-1, como en la vida, hay que acertar dentro y fuera de la pista, favorecer el ambiente y escuchar a todo el mundo. Alonso pasará los próximos diez días en Dubái para llegar en las mejores condiciones físicas posibles para el próximo Gran Premio de China.

... a la fiabilidad de Ferrari

Han pasado 48 horas desde que Ferrari obtuviera su primera y sorprendente victoria de la temporada y en la escudería italiana se sienten más fuertes que nunca. Unos meses y una fuerte inversión económica les han bastado para volver a ser creíbles. Jugaron sus bazas en carrera y desconcertaron a Mercedes. ¿Es fruto del trabajo de Vettel? El alemán es una pieza clave, pero también el ímpetu que contagia y un método de trabajo diferente. El nuevo jefe, el italiano Arrivabene, ha movido unas pocas fichas después de que su antecesor, Mattiacci, entrara en tromba y pusiera en alerta a todos los empleados. En Maranello, poco a poco, recuperan el crédito perdido y, lo que es más importante, el poder político que años atrás parecían haber poseído. Puede que Mercedes no acertara con la táctica el domingo, pero desde el día anterior Vettel venía avisando. El triunfo no fue una casualidad.