Real Madrid

Espanyol

2-0. Isco encuentra la llave

Los jugadores del Real Madrid, Marco Asensio y Francisco Román Alarcón "Isco", celebran el segundo gol del equipo madridista durante el partido de la séptima jornada de Liga de Primera División
Los jugadores del Real Madrid, Marco Asensio y Francisco Román Alarcón "Isco", celebran el segundo gol del equipo madridista durante el partido de la séptima jornada de Liga de Primera Divisiónlarazon

Un doblete de Isco Alarcón puso fin a la inestabilidad del Real Madrid en Liga en el Santiago Bernabéu, que al cuarto intento firmó su primer triunfo, 2-0 ante un Espanyol sin acierto en el remate en los momentos en los que vio de cerca la posibilidad de empatar.

Hay dos opciones contra el Real Madrid: o te encierras atrás, renuncias al ataque, aguantas todo lo que puedes y... te llevas un gol. O el plan B, que es ir a buscarlo, intentar hacer daño, aprovechar que la mitad de su defensa está en la enfermería, tener ocasiones... y llevarte un gol. Las dos ensayó el Espanyol de Quique y en las dos fue superado por el Real Madrid, que se adapta a cualquier situación del partido y que encontró en Isco el goleador. Más cerca del área, añade a su clase con el balón, su estilo al golpearlo: en el primero puso la puntera, porque era la mejor solución y la que más sorprendía; y en el segundo golpeó el balón con el interior, para ponerlo pegado al poste, como a él le gusta.

Fue una victoria trabajada para el Madrid, que no tuvo su día más brillante. Cuando Ramos fue a felicitar a Isco por su gol con la puntera, a la media hora del partido, suspiró y puso cara de «cuánto nos ha costado esto». Se pasó el conjunto blanco esa media hora en el campo del Espanyol, buscando un resquicio por donde entrar. Hay partidos así, que se trata de trabajar y dar vueltas hasta que aparece el gol; partidos en los que lo importante es no desesperarse y seguir con lo tuyo, pese a que tengas en la mente lo que te está costando hacer un tanto y pese que lo intentas y lo intentas y no termina de salir. Tenía la pelota el equipo de Zidane todo el rato porque el plan del Espanyol, como siempre que visita el Bernabéu, era salir lo menos malparado posible y poner nervioso al rival, que sabe que no puede perder más puntos con el Barcelona. El empate a cero era un éxito para los catalanes e incluso aguantar muchos minutos con sólo un tanto en contra era también un logro. Por eso se ordenó atrás y renunció a salir hasta que no le quedó más remedio, ya en la segunda parte. Y casi le sale bien, ojo, porque la única vez que pisó el área de Keylor Navas con criterio antes del descanso mandó el balón al palo.

Es verdad que el Espanyol complicó la vida al Madrid, pero también es verdad que el conjunto del Bernabéu dio mil vueltas al ataque para encontrar la solución. No fue el mejor partido de los blancos, a los que les faltó rapidez y precisión para hacer más agujeros por el medio, por donde entrar era una misión imposible. Cada vez que Isco o Modric caían por ahí se encontraban con cuatro rivales tapando las opciones buenas. Isco tardó en despertar, pero cuando lo hizo fue imparable, mientras Cristiano Ronaldo no hacía más que lanzar desmarques, imposibles de ver para los centrocampistas blancos. Una de las soluciones más habituales para el Madrid en estos casos es el juego por banda, bien por la profundidad que le dan sus laterales o bien por los balones al área que ponen. Pero ayer, cuando Kroos o Modric viraban hacia un lado, en vez de ver a Carvajal o a Marcelo o a Theo se encontraban con Achraf, el canterano y solución de emergencia para la baja en la banda derecha; y por el otro lado estaba Nacho, entregado como siempre, pero sin los recursos de Marcelo ni la potencia de Theo. El Madrid no podía abrir tanto el campo como otras veces y se encontraba con menos soluciones.

Partidos así se convierten en un ejercicio desesperante y se necesita gran lucidez y precisión. Al Madrid le faltó un poco de las dos cosas en la primera parte. Es un equipo al que le gusta dominar, pero mejora cuando puede mezclar eso con las carreras. El Espanyol quería evitar eso, pero aguantar un partido en el Bernabéu, metido atrás, sin tener la pelota y sin ni siquiera ensayar un contraataque es un milagro, una utopía. Puede salir una vez de cien o puede que no salga nunca.

No salió y fue en la segunda mitad cuando más corrió el Madrid porque el Espanyol se dio cuenta de que necesitaba mirar hacia arriba si quería hacer algo en el partido. Si los de Zidane dieron síntomas de debilidad defensiva, fue porque fueron más profundos cuando llegaron al área rival. Se lo pasaba mejor el público porque el conjunto catalán ya no replegaba como antes y por el medio Isco y Ronaldo, ayer más centrado en sus compañeros que en el gol, tuvieron los espacios que no había antes. Lo comprendió Zidane, que dio paso a Lucas Vázquez, en vez de Kroos.

El partido fue más de ida y vuelta. Y, como en la primera parte, con ese estilo de juego volvió a ganar el Madrid.

. Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Keylor Navas; Achraf, Varane, Sergio Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos (Lucas Vázquez, m.69), Modric (Ceballos, m.82), Isco (Borja Mayoral, m.90); Asensio y Cristiano.

0 - Espanyol: Pau López; Sergio Sánchez (Granero, m.68), David López, Mario Hermoso, Aarón; Marc Roca (Marc Navarro, m.46) Javi Fuego, Jurado (Sergio García, m.46), Darder, Baptistao y Gerard Moreno.

Goles: 1-0, m.29: Isco. 2-0, m.71: Isco.

Árbitro: González González (colegio castellano leonés). Amonestó a Nacho (35) y Casemiro (77) por el Real Madrid; y a Sergio Sánchez (65) y Aaron (89) por el Espanyol.

Incidencias: encuentro correspondiente a la séptima jornada de LaLiga Santander, disputado ante 71.205 espectadores.