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El Barcelona no cede

Remontó el gol inicial del Valencia con un tanto de Luis Suárez. Después llegó el turno de Messi y Neymar, que regaló el cuarto a Gomes.

Messi y Garay durante el partido en Camp Nou.
Messi y Garay durante el partido en Camp Nou.larazon

Remontó el gol inicial del Valencia con un tanto de Luis Suárez. Después llegó el turno de Messi y Neymar, que regaló el cuarto a Gomes.

Como siempre, Messi. Dos goles del argentino dieron al Barcelona la victoria que le permite seguir discutiendo el liderato al Real Madrid. Cada golpe del Valencia era contestado por los azulgrana. El primero fue para ponerse por delante, el segundo, para empatar cuando ya estaban con diez. Pero Leo siempre está para marcar las diferencias.

Pasador y decisivo

En la primera mitad se vio a Messi menos participativo. Luis Enrique lo situó por detrás de los delanteros, con Luis Suárez por delante y Neymar y Rafinha en los costados. Desde allí tiene más oportunidades de hacer jugar a sus compañeros. Y eso hizo, sobre todo en la segunda mitad. Sin la urgencia del gol, aunque marcó dos decisivos para el triunfo de su equipo, se permite crear. Y allí es cuando parece más futbolista que nunca. Sin necesidad de acelerar el paso, sin dar una carrera de más ni un pase de menos da la sensación de que puede seguir jugando al fútbol mientras quiera. El Valencia no encontró la manera de pararlo. Tuvo tiempo hasta de forzar la quinta amarilla con sus protestas para no jugar el siguiente partido de Liga en Granada.

El saque de banda

El Real Madrid de Vicente del Bosque demostró en una final de la Liga de Campeones que tenía razón Benito Floro cuando hablaba de «la importancia del saque de banda en el juego ofensivo». Roberto Carlos sacó para Raúl y el «7» abrió las puertas de la «Novena». Neymar se dio prisa en agarrar la pelota para sacar desde la banda y dar el pase del empate a uno a Luis Suárez. El uruguayo no necesitó controlar la pelota para meterla en una esquina de la portería a la que no podía llegar Diego Alves.

Fragilidad

La defensa de tres con la que lleva tiempo trabajando el Barcelona obliga a los centrales a un despliegue físico superior. Especialmente si no se refuerza con Sergi Roberto, capaz de ejercer de lateral en defensa y de interior en ataque para dar superioridad a los azulgrana en el centro del campo. Cuando, como ayer, Rafinha ocupa la banda derecha y en el otro costado el único que aparece es Neymar, en los laterales queda mucho espacio libre para que lo aprovechen los rivales con los contraataques. Así lo hizo ayer el Valencia. El gol que adelantó a los valencianistas en un córner llegó precedido de un contraataque de Munir que detuvo Ter Stegen. Y el empate a dos llegó en otra contra del mismo Munir, que no quiso celebrarlo.

Neymar

El brasileño ha aumentado su rendimiento en los últimos encuentros. Siempre atento, como demuestra la jugada del saque de banda en el que llegó el gol de Suárez, y desequilibrante con la pelota. Como ejemplo, el gol que regaló a André Gomes al final del partido para confirmar el triunfo azulgrana y que cumple un doble objetivo: asentar el resultado e integrar a André Gomes, que se había mostrado excesivamente tímido en una jugada anterior en la que no quiso rematar cuando estaba solo.

Debut de Unzué

Luis Enrique no quiso hablar sobre su sucesión en la previa, pero ayer dejó que fuera Unzué el que diera todas las instrucciones a sus jugadores. El asturiano salió del banquillo para protestar alguna jugada, pero el que ejerció como director técnico fue el segundo.