Real Madrid

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De Gea: «¿Y quién será mi entrenador?»

El portero del Manchester United, David De Gea
El portero del Manchester United, David De Gealarazon

Superado el «escollo Casillas», a David le preocupa quién entrenará en el Madrid el próximo curso.

David de Gea quiere ser el portero del Real Madrid a partir de la próxima temporada y el club, que hace gestiones en esa dirección, también lo desea: confluencia de pensamientos, de ideas y, casi con toda seguridad, de destinos. Un cruce de caminos que propiciará el encuentro anhelado por ambas partes. Hay negociaciones abiertas que no terminan de cerrarse, flecos que ni el todopoderoso Jorge Mendes –que todavía y después de cinco años no ha conseguido colocar a Quique Sánchez Flores en la «Premier»– es capaz de recortar. No obstante, a medida que se acerca la fecha del sí definitivo, que no debería superar el comienzo de la pretemporada 2015-16, las condiciones de la incorporación varían.

El pasado 27 de marzo, adelantaba LA RAZÓN que Iker Casillas se interponía en el trayecto del guardameta del United hasta el Bernabéu. David sabe que esa batalla se está librando en los despachos de Chamartín y que al capitán le han dicho en la casa que puede cumplir los dos años que le restan de contrato, pero que nadie le garantiza la titularidad, lo que viene a ser que no se haga ilusiones y que la inquina que le ha cogido un sector de la grada no es un mal pasajero, sino una indecencia que amenaza con ser eterna porque hay ventoleras que incapacitan al sentido común, que, como dijo aquél, es el menos común de los sentidos.

Una puerta que se abre, mientras otra continúa entornada, la que ahora más preocupa al joven cancerbero madrileño: «¿Y quién será mi entrenador?». Ha preguntado por la suerte de Ancelotti y se ha interesado por las alternativas que maneja el club en caso de rescindir el contrato del italiano.

A De Gea y a su interlocutor, Mendes, en el Madrid no les han aclarado quién será el jefe de la plantilla el próximo curso, que ya es noticia, y una manera poco o nada sutil de responder a la pregunta que está en la calle: «¿Va a seguir Ancelotti en su puesto?». En el club ya ni se recurre al socorrido «tiene contrato en vigor» porque resulta más sencillo y menos comprometido peregrinar a los cerros de Úbeda. El problema es que en el United presionan a David para que acepte el ofertón que su representante tiene sobre la mesa, con la mejor proposición económica que un portero pudiera soñar en la Premier: 270.000 euros semanales, unos 14 millones al año, brutos, que es bastante más de lo que le ofrecían en febrero, al comienzo del tira y afloja.

En la actualidad, De Gea cobra cuatro millones de euros netos más un sueldo mensual que le sirve para pagar el alquiler de la mansión en la que vive con sus padres y su hermana, quien, por cierto, trabaja en Mánchester. El guardameta y su familia quieren regresar a España, a Madrid, concretamente, donde vive Edurne, su novia. La pareja hace equilibrios para encontrarse un fin de semana cada quince días, por lo menos. Él viaja a la capital cuando los compromisos futbolísticos se lo permiten y ella, a Inglaterra, si la música no lo impide.

Con el Real Madrid también ha habido fases en la negociación, que continúa en el proceso de acercamiento; aunque todo indica que las dos partes están condenadas a entenderse en cuanto se aclare el panorama técnico y deportivo del club, que está dispuesto a pagar 25 millones de euros por el traspaso de un jugador que llegaría libre dentro de un año. Y el Manchester lo sabe. Como es consciente del valor de este portero que ha sido elegido por segundo curso consecutivo mejor jugador de la temporada en el United. Han sido sus compañeros de equipo quienes le designaron para recibir de nuevo el trofeo «Sir Matt Busby». Por ello los ingleses quieren 30 millones por el meta que les costó las diferentes fuentes consultadas.

Una diferencia de cinco millones no será obstáculo para el Madrid, que confía en incluir a Coentrao en la operación para abaratarla. Concesiones ya ha hecho durante la aproximación: en vez de tres temporadas, las cinco que quiere De Gea (24 años). En cuanto a la ficha, el jugador estará más cerca de los diez millones brutos que de los 15 que percibe Casillas, uno de los escollos en el camino con retorno de David; aunque no el más difícil de superar. Lo que ahora quiere saber es lo que se pregunta cualquier aficionado madridista: «¿Y quién será el entrenador ?».