Diego Simeone: El pasado no sirve para ganar

Simeone asegura que no se fija en partidos anteriores, pero se imagina un partido como el que acabó con victoria del Madrid por 3-0 en la Copa la temporada pasada

El pasado no cuenta para Simeone. “No voy para atrás, mirando partidos anteriores”, advierte. Ni las derrotas ni las victorias. “Es una eliminatoria nueva, con muchos jugadores en los dos equipos que no jugaron la final de la Champions el año pasado”, dice el entrenador rojiblanco. Tampoco sirve de nada el último enfrentamiento, el 4-0 en Liga, en el que al Real Madrid le faltaban varios jugadores antes de comenzar el partido y le faltaba el ánimo al terminarlo. “Está claro que la presencia de Ramos, Pepe, Modric o James potencia al rival”, asegura.

Pero Simeone no dice toda la verdad. Porque se imagina un partido que el su equipo y el rival ya han jugado. “Creo que será similar a aquel partido de hace dos años en Copa en el Bernabéu, un partido diferente en cuanto a intensidad.Me imagino un equipo mucho más activo en lo defensivo”, asegura el Cholo. Aquel día, el Atlético perdió el encuentro, 0-3, y la eliminatoria porque ya no le quedaban esperanzas ni fuerzas para remontarla en el Calderón.

Simeone lo observa todo, cuida todos los detalles, incluso la presencia de la traductora a su lado cuando comenzó su rueda de prensa. Antes, durante la comparecencia de Mario Suárez, había estado “castigada” en un pupitre en la primera fila de la zona habilitada para la Prensa. La traductora necesitaba alguna traducción, pero a Simeone se le entiende todo. Por ejemplo, no tuvo dudas en confirmar que el equipo mañana comenzará en Oblak y terminará en Mandzukic. E insiste en que el de mañana es un partido nuevo, una realidad diferente a la que ha vivido el Atlético esta temporada, en la que el Real Madrid ha sido incapaz de superarlo. Simeone sabe que todo tiene un final, igual que lo tuvo la racha de 14 años de victorias madridistas. Al Cholo le gusta hacerse la víctima, reconocer que el rival tiene más calidad técnica individual que su equipo. Y reconoce también que el Madrid no podía tener un entrenador mejor. “Tengo una gran admiración por él, primero como hombre que no varía su discurso más allá de la victoria o de la derrota, lo que le sitúa en un por encima de la mayoría de entrenadores. Es un orgullo competir contra los mejores y él es uno de ellos”.