Copa del Rey

Atlético de Madrid

Como en los viejos tiempos

El delantero argentino del Atlético de Madrid Luciano Vietto (d) lucha el balón con Jesús Olmo, del Reus
El delantero argentino del Atlético de Madrid Luciano Vietto (d) lucha el balón con Jesús Olmo, del Reuslarazon

Saúl remató un córner sacado por Koke para completar la remontada del Atlético ante el Reus, que no quiso renunciar a la pelota.

El Atlético salió de Reus con una victoria que pone la eliminatoria en camino y dos aspirantes a mediocentro. Simeone era consciente de que poco podía ganar su equipo en este partido, llenó la alineación de suplentes y, de los titulares, sólo mantuvo a Koke en el campo. El «6» apareció con el brazalete de capitán y la responsabilidad de respaldar a Saúl y a Thomas, los dos futbolistas que aspiran a llenar el vacío dejado por la lesión de Tiago en el medio del equipo rojiblanco. Y los dos se empeñaron en demostrar a su entrenador que están preparados para lo que les necesite.

Saúl marcó de cabeza a la salida de un córner el tanto de la victoria. Un gol significativo ahora que parece que el Atlético ha perdido la confianza en las jugadas que le servían para mantener la fe cuando el juego del equipo daba para poco más. Sacó Koke, como era costumbre, y el canterano se adelantó en el primer palo para poner a su equipo por delante. Saúl empezó con ganas de mando, pero poco a poco fue creciendo la figura de Thomas. Sobrado de físico, su zancada se hizo más visible cerca del área en la segunda mitad, cuando los dos equipos estaban cansados –más algunos jugadores rojiblancos, como Correa, porque Simeone no hizo cambios– y el Atlético ya había completado la remontada.

Un trabajo que no había sido fácil para los rojiblancos. El Reus salió sin miedo, con ganas de jugar la pelota, porque de nada sirve improvisar para enfrentarse a un equipo superior. Huía del pelotazo el Reus, que se puso por delante con un tanto de Fran Carbia. El jugador local se aprovechó del error de Lucas, que no acertó a despejar con la pierna izquierda, y remató con tranquilidad delante de Moyà.

Vietto se encargó de corregir el resultado con un remate de cabeza a pase de Óliver. Los dos cumplieron con lo que les pidió el Cholo. El argentino estuvo a punto de ensanchar la diferencia en los últimos minutos, pero se encontró con las manos de Edgar Badía, un portero preparado para faenas superiores a las de Segunda B. Óliver se encargó de jugar. Con Koke entregado a la colaboración, con Saúl y Thomas en la creación, la imaginación era cosa suya. Y al Atlético le funcionó.