Atlético de Madrid

Athletic de Bilbao

El Atlético, todo en contra

Torres se encara con el colegiado.
Torres se encara con el colegiado.larazon

Los goles anulados al Atlético y dos reclamaciones de penalti marcan un partido igualado que finaliza en tablas. Reparto de puntos.

Griezmann y Tiago marcaron dos goles legales, pero el colegiado hizo caso a su auxiliar y los anuló. Además, Jaime Latre –debutante en Primera– no se atrevió a expulsar a Fernando Torres, se limitó a mostrarle tarjeta amarilla, cuando el impresentable gesto de «El Niño» era merecedor de la roja. La disculpa de que Etxeita le había hecho un claro penalti por agarrón no sirve. Torres es un futbolista maduro y responsable y lo de ayer fue una salida de tono imperdonable.

El partido, marcado por la actuación arbitral, fue intenso, con llegadas de los dos equipos, pero sin ocasiones claras. Valverde trató de minimizar las virtudes del Atlético y aunque le faltaban muchos titulares –se echó en falta la definición de Aduriz– cumplió con su objetivo. Porque los de Simeone nunca estuvieron cómodos. Comenzaron tímidos, dormidos, y mejoraron en la segunda parte con los cambios y los movimientos tácticos de Simeone. Al equipo le cuesta hacer gol y, errores arbitrales al margen, no encontró las soluciones para batir a Herrerín, que evitó un gol de Griezmann en la segunda parte cuando el Atlético quería y hasta podía con un Athletic muy mentalizado, firme en defensa, con mucho trabajo en el centro del campo y con buenas llegadas de Williams y Kike Sola. Les faltó pólvora. Lo mismo que a los madrileños, que lo fiaron todo a la capacidad de Griezmann porque Torres le ayudó poco. Tampoco lo hicieron Raúl García, que probó fortuna desde lejos, y Koke. Además, la estrategia ayer no funcionó en los córners y faltas. La ventaja fue casi siempre para San José, Laporte e Iturraspe, maestros en el juego aéreo en las dos porterías. San José tuvo en un remate de cabeza más de medio gol ante Oblak.

La pelea se planteó casi siempre en el centro del campo. El Atlético fue de menos a más. Hasta que en una llegada clara hubo agarrón a Torres. Subieron los decibelios y la tensión en los últimos compases de una primera parte muy equilibrada, con más imprecisiones que pausa en ambos bandos. A Valverde le iba bien el invento. Sus jugadores se fajaban en cada metro, defendían con criterio y obligaban al Atlético a precipitarse. Hasta la segunda parte no hubo huecos para los pases de Koke o Arda, porque los rojiblancos no ofrecieron su mejor versión. En competitividad, un diez. En juego combinativo y transiciones precisas, un aprobado escaso. Así ha sido durante todo el curso y a falta de tres jornadas el guión no va a cambiar.

La mejor cara del Atlético llegó cuando movió el balón con más rapidez, presionó unos metros más arriba y cercó el área bilbaína. Corría el riesgo de que en un contragolpe el equipo de Valverde acertase. Pero queda dicho que ayer le faltó definición en las oportunidades en las que se plantó en ventaja frente a Oblak.

Los goles legales de Griezmann, a pase de Tiago, y del portugués, tras asistencia de Arda, se fueron al limbo. El Atlético no hace muchos y se los anulan. Pero no puede ser la única excusa por lo que ocurrió ayer. El equipo estuvo mucho tiempo atascado, sin luces y sin capacidad de imponer su juego ante un Athletic que siempre dio la cara y no se arrugó.

Ficha técnica

0 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Raúl García (Arda Turan, m. 56), Gabi, Tiago (Saúl, m. 87), Koke; Griezmann y Torres (Mandzukic, m. 56).

0 - Athletic Club: Iago Herrerín; Bustinza, Etxeita, Laporte, De Marcos; Iturraspe (Gurpegui, m. 84), San José, Mikel Rico; Iraola (Unai López, m. 58), Kike Sola (Guillermo, m. 67) y Williams.

Árbitro: Jaime Latre (C. Aragonés). Expulsó por doble amarilla a Bustinza, del Athletic, en el minuto 92. Amonestó a los locales Fernando Torres (m. 42) y Godín (m. 87) y a los visitantes San José (m. 70) y Laporte (m. 82).

Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo quinta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 52.000 espectadores.