Celta de Vigo

El derbi gallego, a Vigo

El jugador del Deportivo de La Coruña Lucas Pérez (d) cae junto a Cabral, del Celta
El jugador del Deportivo de La Coruña Lucas Pérez (d) cae junto a Cabral, del Celtalarazon

El Celta es, hoy por hoy, mejor que el Deportivo. Tiene un equipo más hecho, con jugadores de más calidad y manda en el fútbol gallego con autoridad. Anoche, resolvió el derbi en la segunda parte con goles de Charles y Larrivey en los que la defensa deportivista no estuvo muy fina, especialmente en el segundo con un incomprensible error de Luisinho.

Y es que el bloque de Víctor Fernández sangra por la línea defensiva. Es irregular, inconsistente y concede muchas ventajas al rival. Por ejemplo, en la jugada del primer gol nadie vigiló los movimientos de Charles y en el comienzo de la jugada a Nolito le dejaron muy solo.

El Deportivo tuvo el arreón inicial y después de veinte minutos buenos, con presión y ganas de llegar al portal de Sergio se fue apagando. Al contrario que el Celta, que controló la situación, creció en su juego por el trabajo en el centro del campo de Augusto Fernández y Kron-Dehli, por la movilidad de Orellana y la templanza de Nolito.

El tanto de Charles, tras un balón perdido por Oriol Riera, nada más comenzar el segundo tiempo fue una losa para un deportivo, que, de todos modos, falló una clara ocasión para empatar, pero el balón impulsado por Riera se estrelló en el larguero. Después fue el Celta el que mandó, el que encontró el regalo de Luisinho y el que se fue de Riazor muy contento. Se le mereció.