Champions League

Sevilla

El impulso del Barça contra la fe de Zidane

A falta de 12 jornadas (13 para el Madrid), los grandes calculan sus opciones. El líder cree en el estímulo de la Champions; los blancos, en su motivación y el Sevilla se desinfla

El impulso del Barça contra la fe de Zidane
El impulso del Barça contra la fe de Zidanelarazon

A falta de 12 jornadas (13 para el Madrid), los grandes calculan sus opciones. El líder cree en el estímulo de la Champions; los blancos, en su motivación y el Sevilla se desinfla

«Ahora viene lo más complicado e importante. Falta poco y cada punto es importante», explicaba ayer Zidane. «Queda todo por decidirse», decía Luis Enrique. Después de la emoción de la Champions, Real Madrid y Barcelona vuelven a la Liga, al Betis y al Deportivo, «al día a día», explicaba el entrenador francés, a la pelea constante entre ellos, con 12 jornadas por disputar (una más para el Madrid) y una distancia mínima. El tropiezo de ayer del Sevilla puede convertir esta fase final del campeonato en un cara a cara entre los dos grandes. Se vigilan y calculan donde puede fallar cada uno. En el conjunto blanco echan cuentas: si ganan los partidos de casa tendrán mucho a favor: por el Santiago Bernabéu tienen que pasar el Atlético, el Barcelona y el Sevilla. Fuera, lo más peligroso es San Mamés, el sábado 18. «La Liga hace mucho tiempo que no la ganamos, cinco o seis años. Es una motivación tremenda», explicaba ayer Zidane. «Este año queremos conseguir ésta. La gente puede pensar que no damos tanta importancia a la Liga, pero dentro no es así. Es nuestro día a día». No quiere el francés que nadie se despiste como otras temporadas en las que el conjunto blanco se volcó en la Champions cuando la vio cerca y dejó pasar trenes más que apetecibles hacia la Liga.

El Barcelona hace menos cuentas porque aún vive en un estado de euforia por la clasificación para los cuartos de la Champions. Al conjunto azulgrana le gustaría quedarse a vivir en ese recuerdo, pero no puede. «El partido del miércoles puede ser un hándicap a tener en cuenta por la relajación y tenemos que resolverlo», explicaba ayer Luis Enrique, «pero me fío de la cordura y la sapiencia y la experiencia de mis jugadores para saber que estamos en el tramo final y está todo por disputar y que hay rivales que anhelan lo mismo que nosotros».

El choque en el Bernabéu a mediados de abril es el más complicado para el Barcelona, aunque no se fía de las visitas de la Real Sociedad o el Villarreal, o el viaje a Las Palmas. Quizá son partidos sin el glamour de lo vivido el pasado miércoles, pero es la realidad que les toca: «De lo único que somos conscientes es que habrá 8 equipos en Champions, que estamos en la final de la Copa y que peleamos la Liga con otros dos equipos. Podemos ganar cero títulos o tres», continuaba el técnico azulgrana.

El calendario es similar para ambos equipos: se enfrentan entre ellos y reciben al Sevilla en casa. Además, el Madrid tiene al Atlético, pero los de Luis Enrique se miden con el quinto y el sexto de la clasificación. Pero más que las jornadas que quedan para el final, tanto Real Madrid como Barcelona tienen que mirarse a sí mismos. Esta temporada están siendo más irregulares, con un fútbol discreto muchos días, salvándose por actuaciones épicas con las que remontan partidos que son imposibles. Más que el rival que esté enfrente, lo que va a decidir al campeón es la actitud de los dos primeros.