Real Madrid

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El plan B de Zidane

La entrada de Morata e Isco y la reacción de carácter del equipo mantienen al Madrid en el liderato tras su tercera remontada en Liga

Zinedine Zidane observa atentamente desde la banda el partido de su equipo en Villarreal junto a dos de sus ayudantes
Zinedine Zidane observa atentamente desde la banda el partido de su equipo en Villarreal junto a dos de sus ayudanteslarazon

La entrada de Morata e Isco y la reacción de carácter del equipo mantienen al Madrid en el liderato tras su tercera remontada en Liga

El Real Madrid llegó a Villarreal con su equipo de gala, pero el camino hacia un final feliz estaba en el banquillo. Presume Zidane de plantilla y con todos disponibles no puede evitar ser injusto con algunos futbolistas. «Isco y Morata merecen más», decía Zizou después de recurrir a ellos para seguir en el liderato. «Lo hicieron bien, entraron y cambiaron el partido», confirmaba el técnico, satisfecho con su plan B en El Madrigal. Ninguno de estos dos jugadores son miembros de pleno derecho del once titular, pero muchas veces han sido la respuesta al jeroglífico. A ambos se les ha pasado por la cabeza últimamente cambiar de aires al final de curso y se han acostumbrado a convivir con las dudas sobre su rendimiento y a tener que demostrar mucho en poco tiempo.

La magia de Isco es tan intermitente como la de cualquier jugador de talento. Su actuación en el Calderón es ya algo que quedará siempre en la memoria de esta temporada, lo mismo que sus minutos ante el Villarreal, oro puro para los suyos. Poco más de media hora en la que le cambió la cara a la noche. Clarividencia, pausa en el desenfreno y hasta trabajo, porque se manchó el uniforme al lanzarse al suelo y robar el balón del que nació el gol del triunfo. Con Ancelotti aprendió que tenía que trabajar si quería jugar en la élite. Asimiló el rol de centrocampista sin olvidar el alma de mediapunta con el que nació. Su papel en Villarreal fue el perfecto ejemplo del Isco actual, ése al que el Real Madrid no quiere dejar escapar y que si se pone en el mercado tendrá cinco equipos «top» para elegir destino.

Morata fue el otro protagonista de la remontada, otro que vive al día en cuanto a oportunidades para demostrar su valía. Para nadie como para él cada minuto cuenta y se ha convertido en un especialista en exprimir cada segundo. Tuvo poco más de un cuarto de hora en el estadio de La Cerámica y sólo necesitó seis minutos para acertar con la portería de Andrés Fernández. Él acabó con el trabajo de dar la vuelta al marcador, igual que en la Champions frente al Sporting de Portugal y en Liga ante el Athletic.

Tres veces este curso, los blancos han remontado para ganar estando debajo en el marcador en el torneo local. Confirmando que, además de los cambios de Zidane, la receta en Villarreal incluyó este carácter ganador que el Madrid lleva impreso hace mucho tiempo como parte de su escudo. «Nos vimos con el agua al cuello, sacamos la casta y nos llevamos los tres puntos», resumía Carvajal, que algo sabe de esto, porque fue el chico elegido para poner la primera piedra de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.

El equipo necesitó sentirse contra las cuerdas para volver a ser el bloque intenso de las mejores noches. Ritmo alto, insistencia, concentración y precisión para que todo lo que había sido dominio del Villarreal se convirtiera en viento a favor. Como en el 1-4 de Mendizorroza y el 3-2 de aquella tarde tonta en el Bernabéu frente al Deportivo. Con el plan B de Zidane y el carácter, el líder de LaLiga lo sigue siendo.

Queja por el trato en TV

Según adelantó «Jugones» de La Sexta, el Madrid va a presentar una queja ante LaLiga por el trato que recibe en las retransmisiones televisivas. Considera el club blanco que en las imágenes que se envían a los operadores se incide en las jugadas que favorecen al Madrid y no se repiten aquellas en las que las decisiones arbitrales le perjudican.