Real Madrid

Celta de Vigo

El toque de Kroos mata al Celta

El delantero sueco del Celta de Vigo, John Guidetti, intenta golpear el balón ante los defensores del Real Madrid, Sergio Ramos y Varane
El delantero sueco del Celta de Vigo, John Guidetti, intenta golpear el balón ante los defensores del Real Madrid, Sergio Ramos y Varanelarazon

Había firmado un partido sin brillo el alemán Toni Kroos, que salió al rescate del Real Madrid con un disparo repleto de calidad de diestra desde la frontal, a nueve minutos del final, para dar el triunfo a su equipo

Es una especialidad de Kroos marcar goles como el de hoy. Hace dos temporadas hizo uno idéntico en la misma portería. Balón raso al borde del área, él viene de cara y donde más del 80 por ciento de los futbolistas piensan en darle con el alma entera y quizá con los ojos cerrados, Kroos saca su mentalidad alemana, de orden, y visualiza las mejores opciones y las más eficaces. Con el interior, con efecto, fuerte y rasita, pegadita al palo. Inalcanzable para Sergio, el portero del Celta, que nunca se quitó el miedo de jugar en el Santiago Bernabéu.

El tanto del alemán tranquilizó al público, que pasó por varios estados, como el partido: vio a su equipo dominado, lo vio victorioso; lo vio desorientado con el empate y, por fin, al final, en su mejor versión, a la carga, con todo, como se han ganado tantos partidos en el Bernabéu.

Antes, poco a poco, con paciencia, el Celta se fue haciendo ayer con el choque. Berizzo continúa con su proyecto y ha convertido al conjunto gallego en un grupo con carácter, presión y fútbol. Le faltaba más verticalidad y decisión para ir a por los partidos cuando llega el momento para decidirlos. Justo lo que le sobra al Real Madrid, sin luces durante muchos tramos del encuentro, tapados Modric y Kroos, pero con una envidiable capacidad de supervivencia. Ni cuando fue dominado dejó de dar la cara. Puede llevar la iniciativa, pero ha aprendido a resistir y a no dejarse llevar si es el contrario quien tiene la pelota. Y siempre guarda el orgullo para resolver las situaciones complicados. Cuando sale en desbandada, casi es imparable. Fue gastando balas Zidane: Lucas Vázquez, James (muy metido esta vez) y hasta Mariano, el choque perdió el orden que lo había presidido hasta entonces y ahí ganó el Real Madrid, dos victorias en dos partidos de Liga.

Berizzo tuvo muy claro lo que había que hacer para comerle el terreno a los locales: el plan era tapar a Modric y Kroos con marcajes casi individuales y que los dos delanteros se ocupasen de Casemiro, aunque a éste le dejaban más libre. Cuando la salida blanca perdió fuerza, cuando se cansó de presionar Morata, el equipo de Zidane no supo cómo enfrentarse al rival. No había manera de llegar al área contraria, a no ser que Modric, con su calidad individual pudiese deshacerse de su marcador. Fue el croata quien cambió el ritmo de su equipo y del partido en tres acciones en las que pudo superar a su contrario y con eso, llegar hasta el área del Celta. Tenía espacios y aprovechaba su buen disparo, pero no tuvo puntería suficiente.

Pero en cuanto Modric se agotó, al Madrid le costó un mundo recuperar la pelota. El Celta, paso a paso, en cambio, iba avanzando, con Orellana tomando posiciones en el campo contrario y Casemiro apagando casi todos los fuegos.

El estado de un partido del Madrid lo miden la capacidad de sus laterales para llegar al área contraria y durante la primera mitad, tanto Carvajal como Marcelo apenas pasaron la frontera del centro del campo, más preocupados por no perder su posición que de sorprender al rival. Sin entrar por la banda, el Real Madrid dependía demasiado de Modric en un día en el que Bale estuvo más apagado y en el que Marco Asensio, de nuevo titular, dejó más detalles que consistencia.

Quien no dejó de pelear nunca fue Morata, aunque a veces no está claro si ayuda o si aturulla a los suyos. Se ofrece para dar soluciones siempre, pero no siempre terminan bien o no siempre sabe cómo terminarlas. Fue él quien rompió el orden al aprovechar un despeje-pase del portero del Celta a Modric, ya en la segunda mitad. Todo lo que hizo bien con la pelota su equipo, lo trastocó él cuando tuvo que jugar con el pie. Fue un amigo más de Modric, al que dio más pases que a sus compañeros. El gol de Morata, en otros días o contra otro rival, hubiese dado por finiquitado el choque.

El Celta, después del esfuerzo, empezaba a dar síntomas de agotamiento y necesitaba abrirse, lo que daba a los de Zidane espacios para empacharse. Tuvo una Morata, tan potente como siempre, y la mandó al poste. El Celta lo tenía ya casi todo en contra, pero no se rindió: siguió a lo suyo, con Orenalla al mando, hasta que enganchó un tiro magnífico.

Sin embargo, no todo es tocar. Eso es tan necesario como el carácter. Lo que tiene Kroos: carácter y toque para ganar.

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Casilla; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric (James, m.69), Kroos; Marco Asensio (Lucas Vázquez, m.65), Bale y Morata (Mariano, m.77).

1 - Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja (Pione Sisto, m.85), Pablo Hernández, Wass (Pape, m.76); Orellana, Bongonda y Guidetti (Iago Aspas, m.73).

Goles: 1-0, m.60: Morata. 1-1, m.67: Orellana. 2-1, m.81: Kroos.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea. Amonestó a Hugo Mallo (52) y Jonny (55) por el Celta.

Incidencias: encuentro de la segunda jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 65.684 espectadores. Realizó el saque de honor Mireia Belmonte, doble medallista en los Juegos Olímpicos de Río, Se guardó un respetuoso minuto de silencio por las víctimas del terremoto en Italia.