«Hasta la Camorra me respeta»

Maradona es un Dios humano para todos los argentinos, su mayor héroe en la guerra de las Malvinas con los goles que le hizo a Inglaterra en el Mundial del 86, un hecho que llevó la felicidad al pueblo argentino que vio cómo Diego levantaba el título. Mientras, Messi se siente como un forastero con la albiceleste. No levanta copas y el 10 le pesa tanto, que se le ve angustiado ante tanta responsabilidad, convirtiéndose esta situación en su peor enemigo.

-Dinero a los pobres

Mientras Diego ha sido el gran conductor de Argentina, Leo sólo ha logrado ser el gran conductor del Barça y con grandes jugadores a su alrededor que le han ayudado como Iniesta, de Xavi, Busquets, Piqué, Valdés, Alves, Neymar, Suárez... Maradona no tuvo ese talento a su alrededor. Diego demostró ser un líder natural. Cuando fichó por el Nápoles, yo le vi unos meses después y me comentó: «Querido, hasta la Camorra me respeta». Y añadió: «Soy feliz dándole dinero a los más pobres de la ciudad».

- El Bernabéu, patas arriba

Een una ocasión se fue a jugar un partido después de haber estado tres días sin dormir. Salió al campo y fue el mejor. Los propios jugadores, como el «negro Enrique», el hombre que le dio el pase contra Inglaterra, comentó que a Diego «le das un balón y te devuelve un pañuelo de seda». También me acuerdo una vez que fui con Julio Alberto a Barcelona y después de pasar los tres una noche entera en una famosa discoteca de Barcelona, me dijo: «Voy a poner patas arriba el Bernabéu». Cumplió días después y el Bernabéu, en efecto, tuvo que rendirse ante su juego y su carácter. Maradona es el héroe nacional de Argentina, y Messi un capitán sin espíritu.