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La FIFA amplía el negocio

En la primera gran decisión con Infantino al frente, aprueba por unanimidad un Mundial de 48 equipos y 80 partidos en 2026.

Habrá 16 grupos con tres selecciones cada una, de los cuales 2 se clasificarán para la próxima fase.
Habrá 16 grupos con tres selecciones cada una, de los cuales 2 se clasificarán para la próxima fase.larazon

En la primera gran decisión con Infantino al frente, aprueba por unanimidad un Mundial de 48 equipos y 80 partidos en 2026.

Desde que sucedió a Blatter al frente de la FIFA, Gianni Infantino tenía en la cabeza la idea de ampliar el Mundial a 48 equipos. Una fórmula a la que el nuevo presidente sólo ve ventajas, que ayer se aprobó por unanimidad y que será una realidad en 2026. De las 13 selecciones y 18 partidos de la primera edición en Uruguay 1930, a los 48 países y 80 partidos que serán el futuro del torneo. «Se trata de dar la oportunidad a 16 equipos nuevos», admite Infantino, que se defiende de las críticas argumentando que no aumenta el número de días (32) en los que se desarrolla la competición, mientras sí se mantienen los periodos de descanso entre encuentros y los 7 choques que ahora son necesarios para alcanzar la final. «Estoy muy satisfecho. Creo que es una decisión muy positiva para el desarrollo del fútbol», explicaba Infantino, que asegura haber elegido la fórmula menos dañina para los intereses de los clubes.

El nuevo Mundial comenzaría con una primera fase formada por 16 grupos de tres equipos, de los que los dos primeros avanzarían a los dieciseisavos de final, con los que comenzarían las rondas eliminatorias directas. Los aspectos más concretos se irán puliendo y decidiendo con el paso de los años, pero parece que la intención es que en todos los partidos de la primera fase que acaben en empate se elija un ganador a través de una tanda de penaltis. Las prórrogas, en este primer boceto, quedarían únicamente limitadas a las dos semifinales y al choque por el título.

Donde la FIFA ve una aumento del espíritu democrático del evento futbolístico más importante del planeta, otros ven un claro interés por ampliar el negocio que va unido al Mundial. Hay un poco de las dos cosas, porque tan cierto es que, por ejemplo Oceanía va a tener asegurado un representante, como que las estimaciones apuntan a un incremento de alrededor de 600 millones en los beneficios. Los equipos oceánicos, acostumbrados a perder en la repesca frente a los de la Conmebol y quedarse sin Copa del Mundo, estarían presentes en la fiesta del fútbol con el aumento de participantes. FIFA les otorgará una plaza fija en el nuevo reparto, que según Infantino es necesario «porque el fútbol ya no es sólo Suramérica y Europa, como hasta ahora». Lo que se le olvida al presidente es que casi la totalidad de equipos nuevos tendrán una presencia testimonial y no podrán ni soñar con llegar lejos.

El Viejo Continente sería el menos favorecido, ya que de los 13 representantes que tiene en la actualidad (14 si el Mundial se disputa en suelo europeo) pasaría a 16, un aumento mucho menor que el de Asia y Norteamérica, que duplicarán su presencia (ver gráfico) o el de África, que tendrá 9 equipos en lugar de los cinco de la actualidad. Curiosa y casualmente, tres de los mercados que más margen tienen por explotar desde el punto de vista económico.

El presidente de FIFA defiende que el nivel competitivo del evento no va a decaer y que se trata de adaptar al siglo XXI un torneo creado y nacido en el XX. «Este cambio sólo trae beneficios, no hay nada más positivo para un país que cuando su equipo se califica para el Mundial, aunque siempre habrá alguien que se queje». No se equivoca Infantino, apoyado en esta idea desde el principio por mitos como Maradona, pero que ha encontrado una fuerte oposición en la Asociación Europea de Ligas. El presidente de la española anunció que no le gusta el nuevo formato y lo van a denunciar. «Vamos a impugnar esta decisión, ya que perjudica y hay que evaluarla mejor. Veremos si lo hacemos ante la Unión Europea, ante la Dirección General de la Competencia o ante las instituciones suizas de la competencia», explicó Javier Tebas, convencido de que Infantino actúa como Blatter, su antecesor: «Hace política. Para ser elegido, prometió más países en el Mundial. Quiere cumplir sus promesas electorales. Pero las que hizo al fútbol profesional no las cumple», añadió.

La UEFA, muy contraria desde que la ampliación era sólo una posibilidad, acepta el nuevo formato con reparos. «Durante la reunión del Consejo de la FIFA todas las otras confederaciones estuvieron a favor de ampliar la Copa Mundial. Por eso, la UEFA ha decidido apoyar el nuevo formato, asegurándonos de que los intereses de los clubes continúen siendo protegidos», explicó el presidente, Ceferin. La Asociación Europea de Clubes no lo tiene tan claro. «No comprendemos los beneficios de cambiar el formato actual, que se ha probado como la fórmula perfecta».