España

1-0. Iniesta saca a España de la rutina

El delantero de la seleccion española de fútbol, Álvaro Morata (c), marca el primer gol del equipo entre Pyatov (d) y Khacheridi (i), de la selección de Ucrania
El delantero de la seleccion española de fútbol, Álvaro Morata (c), marca el primer gol del equipo entre Pyatov (d) y Khacheridi (i), de la selección de Ucranialarazon

El centrocampista asume el liderato de «La Roja» y deja el gol para Morata, el primero del delantero madrileño con la Selección.

España se conecta con su mejor pasado a través de los pies de Iniesta. Mientras España busca en Koke al heredero de Xavi, Vicente del Bosque hace tiempo que lo encontró en Iniesta. El seleccionador está convencido de que ése es el sitio de Andrés y que sólo dos «problemas» lo han apartado de su mejor sitio. El primero, Xavi. El segundo, ser demasiado bueno y ser capaz de ser decisivo en zonas más cercanas al área. Pero ahí, en el centro del campo, Iniesta es feliz. Maneja el partido, le llega muchas más veces la pelota. Se divierte y hace que se diviertan los que tiene alrededor. Porque si él es Xavi, el Iniesta más adelantado sigue viviendo en el cuerpo de Isco.

Pocos detalles más recuerdan a la España exitosa. El cabezazo de Ramos al larguero, las paradas de Casillas cuando el equipo lo necesita y alguna cosa de Silva. Falta la capacidad goleadora que exhibía La Roja camino de los títulos. No están Villa ni Torres, Llorente y Negredo han perdido la condición de herederos y Del Bosque busca el gol en Morata. «Es el futuro de España», dice, pero las lesiones le obligan a convertirlo en el presente. Y Morata cumple, aunque sin demasiada soltura. Aunque sea con un mal remate que acaba superando la salida del portero. Pero cumple.

El gol llegó después de un gran pase de Koke, que recibió de Iniesta y sólo necesitó un toque para ver la llegada de Morata. Era el primero con La Roja para él. Fue un remate que emparentaba al goleador con Raúl. Nada tiene que ver el juego del delantero de España con el actual jugador del Cosmos, pero comparten pasado rojiblanco antes de hacerse un hueco en el Madrid; el número «7» que llevaba ayer el jugador de la Juventus y esa capacidad de marcar goles de cualquier manera. Porque eso es lo que más echa de menos España, la posibilidad de marcar de cualquier manera. Con el tanto de España se acabó el partido. Porque quedaba más de una hora de partido, pero La Roja decidió que ya no había más que decir.

Tiene a Iniesta, a Koke y a Isco en el medio, pero le falta la velocidad que le daban los delanteros de antes. El equipo se atasca al llegar al área, a Morata le falta todavía la inercia que dan los partidos para conectar de manera intuitiva con los centrocampistas. Pudo haber liquidado el partido en un remate de cabeza de Sergio Ramos en una pelota parada. El balón se fue al larguero y a España le pudo la rutina.

Pudo con ella en el primer tiempo, cuando Isco e Iniesta conectaban, pero en la segunda, España hizo pereza. Ucrania comenzó a entender que había alguna posibilidad de empatar y Casillas tuvo que hacerse notar. Hizo dos paradas sin demasiada dificultad, suficientes para mantener a España por delante.

La defensa no se sentía demasiado segura, pero Ucrania no sabía aprovechar sus oportunidades y a España le faltaba rapidez en la salida para encontrar el segundo gol en algún contraataque. Eso es lo que buscaba Del Bosque con la entrada de Pedro por Morata. Regresaba el seleccionador a la estrategia del «falso 9». Silva se convertía en esa referencia de mentira en el área y Pedro ocupaba su lugar en la banda.

Después, era Iniesta el que dejaba su sitio a Cazorla. Poco cambiaba en la Selección, pero era un síntoma. Del Bosque se guardaba a su referencia en el centro del campo para otro momento, porque el partido estaba controlado. Más que reservarlo para el próximo partido, un amistoso contra Holanda, pretendía evitarle alguna lesión. Como le sucedió a Jordi Alba, que se marchó cojeando.

España, al menos sigue sumando en la búsqueda de su nueva personalidad. Sigue jugando a lo mismo de siempre, pero todavía no interpreta ese fútbol con la misma naturalidad de antes. No es cuestión de que los jugadores se adapten, porque nueve de los once estuvieron en el pasado Mundial. Sólo Isco y Morata eran nuevos. Se trata de que asuman que su situación ha cambiado, que tienen que ser igual de protagonistas que en sus clubes. Y es uno de los nuevos, Isco, el que mejor ha asumido esa situación. Necesita la pelota para sentirse importante y encuentra alrededor gente que sabe devolvérsela. Faltan Xavi, Xabi Alonso, Torres o Villa, para arroparlo, pero Isco no lo echa en falta. Tampoco lo echará en falta Thiago cuando esté disponible, otro jugador de los que necesita siempre el balón.

España busca la manera de hacer que la rutina consista en divertirse un partido tras otro. Mientras tanto, va dando pasos para acercarse a la Eurocopa. Y va sumando futbolistas. Primero Isco, ahora Morata, pero todavía le faltan a Del Bosque.

- Ficha técnica:

1 - España: Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba (Bernat, m.78); Busquets, Koke; Silva, Isco, Iniesta (Cazorla, m.74); Morata (Pedro Rodríguez, m.65).

0 - Ucrania: Pyatov; Fedetskiy, Khacheridi, Kucher y Shevchuk; Tymoshchuk, Rotan; Konoplyanka, Stepanenko (Garmash, m.76), Yarmolenko; Zozulya (Kravets, m.32) (Budkivskiy, m.91).

Gol: 1-0, M.28: Morata.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó al español Sergio Ramos (m.50) y a los ucranianos Fedetskiy (m.16), Kravets (m.54) y Kucher (m.72).

Incidencias: Partido de la quinta jornada de la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia 2016, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 30.000 espectadores, entre ellos un millar de ucranianos. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia aérea sufrida por el avión que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf, en los Alpes franceses. Los jugadores españoles portaron brazaletes negros.