Leo Messi

No hay más dios que Diego

El mito de Maradona sigue aplastando a un Leo Messi que vuelve a fracasar con la selección en un gran torneo. Argentina le critica y se reabre el eterno debate

No hay más dios que Diego
No hay más dios que Diegolarazon

El mito de Maradona sigue aplastando a un Leo Messi que vuelve a fracasar con la selección en un gran torneo. Argentina le critica y se reabre el eterno debate

«Ya estoy cansado de comer mierda». Cuentan que así arengó Javier Mascherano a sus compañeros en el vestuario en un discurso incendiario, volcánico, muy propio del «jefecito» real del Barça y de la Selección argentina, antes del partido contra Bélgica en los cuartos del pasado Mundial de Brasil. Sobra recordar que la albiceleste cruzó ese Rubicón de cuartos, también el de semifinales, pero volvió a caer en otra final, esta vez con Alemania. Valga esta anécdota tan real como significativa, para explicar la enorme frustración que acompaña a la Argentina futbolística, que es como decir a todo un país lastrado por una condena de 22 años sin ganar un solo título desde que Ruggeri levantara la Copa América del 93. Entonces, Leo Messi tenía seis años, jugaba en el Abanderado Grandoli y estaba llamado a ser el futbolista que acabase con la sequía y que destronase al mismísimo Diego Armando Maradona, el dios argentino que conquistó el Mundial del 86 en México. Pero no...

- Se empequeñece

El legado de Diego (me refiero claro exclusivamente al futbolístico, no a al debate que ha suscitado su figura en otros aspectos personales) tiene que ver no sólo con el Mundial del 86, sino con la exaltación del orgullo argentino, que ahora no acaba de explotar y van ya 22 años... Porque la «Pulga» se empequeñece con la Selección, valga la ironía y más allá del matiz de que su talento lo exhibe en acciones puntuales ayudando al equipo al menos a alcanzar las finales. Messi ha perdido las tres disputadas: la Copa América del sábado ante Chile, la del Mundial brasileño frente a Alemania, y otra Copa América en Venezuela 2007 contra Brasil. Y, además, en el balance general, Leo ha disputado seis campeonatos oficiales con la albiceleste y no ganó ninguno. El denominador común para buena parte de medios y aficionados argentinos es que no apareció cuando el equipo más lo necesitaba, y hay quien se vuelve a preguntar si Leo podrá pagar alguna vez esa deuda.

- No es el del Barça

Tras la enésima decepción, la prensa argentina le culpabiliza de manera especial, sin duda porque de un número uno se espera que decida títulos, como hace en el Barça. Y otra vez vuelve a reabrirse el eterno e inevitable debate de la comparativa con Maradona. Ya asoman frases como que «el debate Messi-Maradona retumba en la Copa América después de la aflicción de Argentina» (PTI). Y algunos sentencian: «Messi no juega como Diego, Leo tampoco juega en la Selección como en el Barcelona, pero el problema es que Messi casi nunca juega como Messi en Argentina».

- Factura anímica

Las imágenes del rosarino mirando al césped, cabizbajo, se han hecho ya una constante, una pesadilla en la cabeza de los aficionados argentinos y también en la suya, lo que anímicamente puede volver a pasarle factura en el Camp Nou la próxima campaña. Este año llegaba pletórico y ganador de todo con el Barcelona, pero ha vuelto a caer en una final. El anterior se presentó en el Mundial tras un curso decepcionante en el que estuvo desaparecido en combate, y también quedó KO en la final. Sin un Mundial y el legado de orgullo, el genial Leo sigue teniendo su deuda pendiente y no aguanta la comparación con el «Dios Diego». Ésa es la realidad.

- Eterno debate

Y una realidad que acompaña a Messi como una maldición, esa sombra alargada de Diego que le persigue durante su carrera y que puede acompañarle el resto de su vida si en los próximos años no acaba de quitarse las cadenas, si no rompe el maleficio y conquista algún título para Argentina. Si no es así, el debate será eterno y las comparaciones odiosas.

La factura de los memes en la red por primera vez

Como no puede ser menos en estos casos, las redes sociales también suelen lanzarse a la yugular de los protagonistas. Los famosos memes, algunos irónicos y que hasta provocan sonrisas, otros crueles, los más con alta carga significativa. Le ha tocado ahora a Messi, pero también a Higuaín (página de al lado). La falta de títulos con Argentina le pasa factura elevada a Leo.