Eurocopa

Brasil

Si no disparas, no marcas

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Ambientazo en Saint Denis, dos campeones del mundo frente a frente, el equipo francés en vías de expansión; el español, en plena reconstrucción, sobre todo, mental. Empate a cero en el primer tiempo, 1-0 al final.

Ambientazo en Saint Denis, dos campeones del mundo frente a frente, el equipo francés en vías de expansión; el español, en plena reconstrucción, sobre todo, mental. Empate a cero en el primer tiempo, 1-0 al final.

No disimuló el anfitrión el respeto que profesa al invitado; guardó la viña, no se desmelenó. Parece que al otro lado de los Pirineos se valora más a la Roja que en este otro, donde demasiado a menudo el cainismo prevalece sobre las circunstancias. En esa primera parte, la Selección no defraudó, mantuvo a raya al adversario, controló el partido y no sufrió en defensa; pero le faltó profundidad y descaro para chutar. Pecado capital, no disparar, la falta de gol, de remate. Diego Costa se hinchó a marcar goles en el Atlético, continúa con la exhibición en el Chelsea, pero con la Selección, ni al arcoíris. Los franceses no dispusieron de muchas ocasiones, casi todas a los pies de Benzema, pero fue Remy el que firmó la victoria. Justa. Chutó.

Deschamps continúa trabajando con el horizonte de la Eurocopa de 2016 que jugará en casa; los «bleus», arropados por un público entusiasta y entregado a la causa, aunque Benzema no cante «La Marsellesa». A Del Bosque le toca reinventar sin renunciar al estilo que hizo de la Roja la selección más admirada y más grande en los últimos seis años. Tiene trabajo por delante, fundamentalmente en ataque, un problemón.

Ocho apariciones con respecto al último equipo titular que goleó 3-0 a los australianos en Brasil, país de ingrato recuerdo. La revolución no pasaba de ser una excusa por si Francia jugaba como los ángeles y resucitaba los demonios de España. No fue así. Con De Gea en la portería y tres debutantes como Carvajal (espléndido), San José (aplicado) y Raúl García (correcto), podía haber disculpa por si se producía el baño. No hubo tal, sólo un muestrario del porvenir que por esa indecisión frente a la portería resultó insulso.

Cabía otra justificación, que en los albores de la temporada la maquinaria chirría y el lunes el partido es oficial. Tan cierto como que Macedonia no es rival, y menos en casa; si llegara a serlo, habría que aplicar algo más práctico y más profundo que una cataplasma para estirar las arrugas del fracaso, porque el problema ya no anidaría en la cara, o en las piernas, sino en lo más hondo del cerebro, y eso precisa de una meticulosa cirugía. No es necesaria porque Francia, en su casa, tampoco resultó superior.

España respondió y no se arrugó ante esa muralla de ébano que Anson idealizaría como apoteosis de la negritud. Sólo faltó acierto, y espacios a Diego Costa, que lucha, que pelea, pero que todos los goles que hace con el Chelsea, como los que marcó con el Atlético, en la Selección no son ni un rumor.

Con De Gea hay relevo. No se notó la ausencia de Casillas y el novato no se desmoronó cuando Benzema, el más activo de todos los delanteros del partido, le hizo gol en el minuto 49... El árbitro señaló un inexistente fuera de juego y lo anuló. España tenía que reorganizarse, acoplar a Iturraspe, que entró por Busquets, y explotar la banda de Carvajal como lo hizo en el primer tiempo. El lateral derecho del Madrid fue la mejor noticia española, contó con las coberturas de Raúl García, éste, excesivamente tímido en ataque, muy cohibido. Cuando Silva le relevó hubo más vías de penetración, también por la banda izquierda francesa, la derecha española, por donde llegó el gol.

En este proceso de rehabilitación, el estilo de la Roja es reconocible; pero necesita que Costa se acople, u otro ariete, para que Diego no sea sólo un incordio para la defensa rival. Hace falta gol, del delantero o de los hombres de la segunda línea, y Del Bosque lo buscó al dar la alternativa a otro debutante, Alcácer, y a Pedro, otrora talismán. Pero marcó Remy a centro de Valbuena, cuando España estaba con diez, con Cazorla lesionado en la banda.

Pudieron empatar Alcácer e Isco; pero no ocurrió. La derrota no fue una humillación y el futuro será menos oscuro cuando vuelvan Thiago e Iniesta, que ahí están, y aparezca el goleador.

1 - Francia: Lloris; Debuchy, Varane, Sakho, Évra (Digne, m.69); Sissoko (Schneiderlin, m.79), Pogba, Matuidi (Cabaye, m.69); Valbuena (Cabella, m.75), Benzema, Griezmann (Rémy, m.58)

0 - España: De Gea; Carvajal, San José, Ramos, Azpilicueta; Fabregas (Pedro, m.69), Busquets (Iturraspe, m.46), Koke; Cazorla (Isco, m.78), Diego Costa (Alcácer, m.69), Raúl García (David Silva, m.58)

Goles: 1-0, m.73: Rémy

Árbitro: Alain Bieri (SUI)

Incidencias: Encuentro amistoso disputado en el Estadio de Francia de Saint-Denis ante unos 80.000 espectadores. Antes del partido se rindió homenaje a los vencedores de la Eurocopa de 1984, en la que derrotaron en la final a España, muchos de los cuales estuvieron en el campo.