Atlético de Madrid

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¿Dónde están los goles?

El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, se dirige a la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras el entrenamiento.
El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, se dirige a la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras el entrenamiento.larazon

El Atlético de Madrid pagó 35 millones por los goles de Jackson Martínez. El futbolista colombiano marcó 34 goles en los 49 partidos que jugó con el Oporto la pasada temporada. Al club rojiblanco las cuentas le salían a casi un millón por gol si repetía los números del año pasado en Portugal. Pero el colombiano está atascado y las cuentas son más sencillas: un gol, 35 millones. Sus compañeros confían en él, le buscan, pero él no encuentra la portería y se frustra porque no encuentra los goles. «Siento el apoyo, pero no me sale», decía después de la derrota ante el Benfica en la Liga de Campeones. Jackson tuvo varias oportunidades, pero no acertó con ninguna. Ni con la cabeza ni con los pies. Y ante la continua falta de acierto, la mente va bloqueando al cuerpo.

Simeone mantiene la confianza en el colombiano. «Es normal que tarde. Pero aquí han hecho goles Costa, Falcao, Villa, Adrián, Mandzukic, Griezmann... Y Jackson también marcará, no tengo dudas», decía antes de enfrentarse al Benfica. «Es un rematador. Es muy potente en el juego aéreo y muy potente con ambas piernas. Necesitamos, que se ponga la camiseta y juegue», aseguraba el técnico hace un par de semanas.

Pero los goles no llegan y Simeone duda. Quizá por eso ha ensayado con Fernando Torres en la delantera en los últimos dos entrenamientos. «La decisión obedecerá a lo que sienta que necesitamos para el partido. Están muy bien los dos y cualquiera de los dos que pueda jugar le va a hacer bien al equipo», explica el entrenador rojiblanco. Torres y Jackson han jugado en todos los partidos del Atlético, aunque el titular suele ser el colombiano. Sin embargo, el «Niño» ha marcado un gol más. Y en la memoria queda la segunda parte del equipo en Éibar, cuando entre él y Correa cambiaron la cara del Atlético y ganaron el partido. Aquel día, el argentino, que se va haciendo un hueco poco a poco en el equipo y en el corazón de los aficionados, marcó su único gol en Liga. El miércoles, contra el Benfica, volvió a marcar en su estreno como titular.

A Simeone no le funcionan los fichajes para la delantera. A los 35 millones invertidos en Jackson hay que sumar los 20 que el club se gastó en Vietto, un futbolista al que el cuerpo técnico siempre ha seguido de cerca y al que Simeone hizo debutar en Argentina cuando se sentaba en el banquillo de Racing. Pero el ex jugador del Villarreal no encuentra su sitio. No ha marcado en ninguno de los tres partidos que ha disputado y su entrenador todavía le espera. «Nos ha costado encontrarnos como equipo en los últimos partidos», dice Simeone. Y añade: «Tenemos muchos jóvenes en el equipo que hay que ir incorporando».

El gol en el Atlético sigue siendo asunto de Griezmann, igual que sucedía la temporada pasada. Ha marcado tres en Liga, uno cada dos partidos, y dos en Liga de Campeones. El francés es el ejemplo para Simeone. «Cuando llegó, no era titular. Como Oblak», dice el preparador argentino. Y eso es lo que espera de Vietto.

El Atlético «sólo» ha marcado doce goles en los ocho partidos disputados, uno y medio por cada encuentro. Lejos quedan los 45 goles que marcaron el año pasado entre Griezmann y Mandzukic la temporada pasada. El francés goleaba en la Liga y el croata, en Europa. Ahora, a los delanteros rojiblancos les cuesta llegar al gol, pero Simeone encuentra motivos para el optimismo. «Contra el Benfica creamos muchas ocasiones y no es fácil en la Liga de Campeones», asegura. «El equipo ha recorrido bien ese camino», agrega.

El Atlético ha perdido efectividad, pero mantiene el espíritu. «No es una preocupación tener la pelota, cuando la tengamos tenemos que ser verticales y aprovecharla de la mejor manera», dice. Es decir, lo que acostumbra a hacer el Atlético en los últimos años, recuperar la pelota y lanzarse directo hacia el área contraria. Aunque Jackson pide otra cosa.