Sevilla

José Carlos Jaenes: «Algunos padres piensan que el deporte de base es la Champions»

Psicólogo, maratoniano y profesor de universidad, preside el Congreso mundial de psicólogos deportivos que se celebra en Sevilla desde el lunes.

José Carlos Jaenes
José Carlos Jaeneslarazon

Psicólogo, maratoniano y profesor de universidad, preside el Congreso mundial de psicólogos deportivos que se celebra en Sevilla desde el lunes.

Rafa Muñoz, único español que posee un récord del mundo de natación en piscina de 50 metros (en 50 mariposa), ya retirado, admitió que su psicólogo le salvó la vida tras una depresión. Su psicólogo era José Carlos Jaenes (60 años, Sevilla), que además es el presidente del Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de Psicología del deporte, que se celebrará en su ciudad de nacimiento desde el lunes hasta el jueves. El proyecto europeo Psytool, que pretende difundir valores como «el juego limpio, la no discriminación y el respeto entre los más jóvenes» es una de las primeras iniciativas del congreso. Son varios los casos de violencia hechos públicos en los últimos meses. de todo ello y de la evolución de la psicología en el deporte habla en esta entrevista.

–Cada fin de semana aparecen casos de violencia en el deporte, desde las categorías inferiores hasta las profesionales. ¿En qué hemos fallado como sociedad?

–Estamos investigando los incidentes en estas categorías analizando las actas arbitrales con la ayuda de la Federación Andaluza de Fútbol, y el porcentaje de incidentes no es significativo, pero sí tienen un gran impacto social. Esto es bueno, porque quiere decir que la sociedad reacciona contra estos incidentes, que tenemos conciencia de que no es bueno ni para el deporte ni para la sociedad. Hemos fallado en aspectos educativos del deporte donde prima, a veces, ganar a toda costa y hay una excesiva presión de algunos padres y entrenadores, que no entienden que el deporte de base es una fase formativa, de aprendizaje, y no la Champions League.

–¿Qué se puede hacer?

–Hay que establecer mecanismos que aunque nos parezcan impensables no lo son. Existe la tarjeta verde que premia las buenas acciones en el campo, se pueden quitar puntos por antideportividad, por qué no articular un sistema de tarjetas que comporten consecuencias a los sectores que se comportan de forma inadecuada... Recuerdo en un partido de Segunda en el que el grupo violento del rival venía escoltado por la policía y parecían héroes con sus banderas y cánticos. Si se sabe de sus conductas violentas ¿por qué no prohibir su entrada? En el caso de los Biris en Sevilla me ha sorprendido que a muchas personas les pareció mal la medida tomada por el club. Eso es favorecer la violencia.

–¿No se está mandando un mensaje negativo del deporte?

–Como cualquier actividad humana, y más con el impacto mediático que tiene, puede ser que sí, pero nadie resalta que en ese día se han celebrado miles de partidos de muchos deportes y la gente se ha comportado adecuadamente. El deporte da muchos mensajes positivos, pero a veces se resaltan más los negativos.

–Uno es el dopaje.

–Es lo que más me duele, la trampa, el ganar a toda costa, aunque sea poniendo en riesgo la salud. No puedo mirar a la cara a una persona que se ha dopado, y he sufrido en mis carnes el dolor de que alguien a quien admiraba ha destruido su futuro y el de su familia por un caso de dopaje.

–Y, últimamente, las apuestas fraudulentas.

–Me sorprende que parezca algo nuevo. Sé de estas prácticas desde que empecé a trabajar con tenistas que juegan torneos ATP. Era una forma de abuso usual en la que se trataba de involucrar a jugadores que, siendo de gran calidad, no son estrellas. El dinero fácil, el miedo a las represalias y la falta de protección les hacían caer en la red. Pero lo más doloroso es que se dé en casos de jugadores tan jóvenes y que haya entrenadores. El dinero tiene mucho de sucio cuando se usa mal.

–Desde el lunes hay en España un Congreso Mundial de Psicología en Sevilla, del que usted es presidente... ¿En qué consiste?

–La Sociedad Internacional de Psicología del Deporte (ISSP) lo organiza cada cuatro años y peleamos para que fuera en España. Llevamos cuatro años trabajando, pero déjeme decir que he encontrado falta de visión en muchos sectores. Un proyecto tan importante no se improvisa en dos días, España estará en primera línea en estos días y se juega su prestigio, y he echado en falta un compromiso de verdad, no sólo de palabras, sino profesional y de ayuda en algunas instituciones. Es duro lo que voy a decir, pero he pasado un cáncer hace muy poco y tenemos más enfermedades graves que nos rodean, pero ahí estamos, día tras día. Cuando llamo a una puerta y no me contestan ni al correo electrónico, se me rompe el corazón, aunque hay instituciones que sí han sabido entender la envergadura de este proyecto.

–¿Ha mejorado la imagen de su profesión? Antes, ir al psicólogo como que echaba para atrás...

–Eso es ya parte del pasado. En el Centro Andaluz de Medicina del Deporte en Sevilla son los propios deportistas los que nos promocionan entre sus compañeros. La psicología del deporte es de rendimiento, no es clínica, y ayuda al deportista y a los entrenadores a rendir. Sin saberlo, los entrenadores y los deportistas potencian su parte psicológica; lo que hacemos los psicólogos es sistematizarla, enseñar cosas que no están en la formación del entrenador, ayudar a enfrentar a situaciones con éxito, a sacar de sí mismos aspectos que están dormidos Me preocupa el intrusismo de los que se denomina coach psicológicos, que cogen de aquí y de allí, y aparecen como psicólogos sin serlo. He visto deportistas que habían trabajado con alguno y vienen más heridos de lo que estaban.

–Como deportista, ¿qué se siente al correr un maratón?

–Habiendo entrenado adecuadamente es para mí como una metáfora de la vida: hay temor, respeto, ansiedad, momentos buenos y malos, compañerismo, soledad, esfuerzo, compromiso y cuando se acaba la tarea, cuando se llega a la meta, hay sentimientos de plenitud, alegría y euforia. Sin duda, una gran experiencia que ya he vivido 25 veces.