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«¿La clave?, que se llevan de puta madre»

Zidane felicita al grupo por su unión

Sergio Ramos, en la red del Millennium
Sergio Ramos, en la red del Millenniumlarazon

Corría Marcelo con la Copa de un lado al otro del área y amenazaba con que se le caía o quizá es que quería echar a volar. Detrás de él, su hijo imitaba sus carreras y sus movimientos, tan feliz como su padre. Ramos lo celebraba en el fondo con su hijo y Ronaldo soltaba al suyo de la mano para darse un abrazo con Alex Ferguson. «Ramos es el artífice de que en este club haya la mejor unión que he visto en los últimos 17 años», explicaba, feliz, Florentino Pérez. «La clave de este grupo es que se llevan de puta madre», añadió después Zidane.

A Florentino le preguntaron por Ronaldo. «De Cristiano qué voy a decir», cuando le preguntan por el portugués. Iba «CR7» de la mano de su novia mientras los más curiosos buscaban en ella señales de embarazo. Es un hombre feliz Cristiano Ronaldo, que marcó dos goles y fue elegido el mejor futbolista del partido. «He hecho un final espectacular. Me preparé para esto. Fue una buena opción mía y de mi entrenador y estoy muy contento por como he terminado», decía el portugués, que desde el final de la pasada temporada no hace más que ganar. La Undécima, la Eurocopa, Mundialito, Liga y otra vez Champions. «Es increíble. Otra vez una temporada impresionante. Culminar el año con la Champions y el récord... Estoy muy feliz», reconocía el goleador, que llegó a la sala de prensa relajado y en chanclas, por eso no quiso que le hicieran fotos de los pies.

En el campo, Sergio Ramos le dio un beso. Son dos de los líderes del vestuario y tienen un relación de confianza. «Ahora pienso mucho en los que me aguantan cada día. Es un deporte muy bonito, pero tiene muchas horas detrás, mucha soledad y sólo quiero dedicárselo a mi mujer, a mis hijos, mi familia y mis abuelos», explicaba el capitán del Madrid, orgulloso de levantar la segunda copa consecutiva, el único capitán moderno que lo ha conseguido, una meta en la que había pensado mucho. «Estamos tremendamente orgullosos del equipo y de esta institución. Teníamos una cita con la historia y teníamos muchas ganas. Hacía 59 años que no se conseguía el doblete y nadie nunca había conseguido dos Champions seguidas», decía.

Ramos y Ronaldo mandan en el campo, pero quien dirige todo es Zidane: «Si me dices que gano todo esto como entrenador hace años... Es una satisfacción y es impresionante lo que tengo», explicaba el entrenador francés, feliz, sin duda, aunque no tanto como cuando ganó la Liga en el campo del Málaga. Ya antes del partido había asegurado que sí quería seguir. Ayer lo confirmó, para seguir ganando, para seguir aprendiendo: «Está claro que sigo, hay que pensar ya en el próximo año». Era un día tan feliz que todos prometían seguir. Isco, por ejemplo, que dejó un show de fútbol en la segunda mitad. «Espero firmar mi renovación pronto. No hay un sitio mejor para jugar ni para estar. Este es el mejor club del mundo», explicaba el malagueño. «Si llego a saber que el año iba a acabar así, firmaría que todas las temporadas fueran igual. Esto es algo que jamás había soñado, tres Champions en cuatro años que llevo aquí. Y todo gracias a la familia que hemos formado en este equipo», terminaba Isco.