Champions League

Balón de Oro

La cuarta es la duodécima

El mejor Cristiano Ronaldo de la temporada, que ha marcado los goles más decisivos, buscará en Cardiff añadir otra Champions a las tres que ya tiene.

La cuarta es la duodécima
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El mejor Cristiano Ronaldo de la temporada, que ha marcado los goles más decisivos, buscará en Cardiff añadir otra Champions a las tres que ya tiene.

Antes de la final de Lisboa, una de las dudas del partido era cómo se encontraba Cristiano Ronaldo, que llegó a ese partido fundido y dañado. El año pasado, aunque sí terminó mejor la temporada, tampoco llegó en su mejor momento. Sin embargo, para el partido más importante de esta campaña, el que la cierra, la estrella portuguesa se encuentra en su mejor momento, marcando en casi todos los encuentros, dispuesto a ser decisivo en un partido que puede poner la matrícula de honor a un gran año del Real Madrid.

Goles decisivos

En el último partido de Liga, en Málaga, el Real Madrid tenía que jugar contra el equipo que entrenaba Míchel, pero también contra los nervios de una situación que le exigía mucha responsabilidad. El rival estaba en racha y si el marcador no se movía pronto, el equipo podía verse afectado psicológicamente. Aunque es verdad que ha sido en este tramo de la Liga cuando el conjunto de Zidane ha demostrado una personalidad enorme, su madurez en Málaga ayudó a que Cristiano Ronaldo aprovechase el pase de Isco para adelantar a los suyos antes de que entrasen todos los espectadores en el estadio. Porque en los días importantes, Ronaldo ha respondido como nunca. Desde que le hizo cinco tantos al Bayern en los dos partidos de los cuartos de final de la Champions, su registro goleador se ha disparado. Y lo ha hecho contra lo equipos más potentes de Europa y también de la Liga y, además, en las circunstancias más trascendentales. Como el Barcelona apretaba, el Real Madrid no podía permitirse un despiste. Cristiano Ronaldo ha sido el primero en mantener despiertos a todos sus compañeros.

Más calidad que cantidad

Ha habido un giro en la forma de jugar de Ronaldo, o al menos en su manera de afrontar la competición. Antes lo quería todo: todos los goles, todos los minutos, todo el protagonismo. No le importaba el rival, ni el momento de la temporada o la trascendencia para el futuro que podía tener el choque. Él iba a jugar porque sabía que su cuerpo aguantaba ese ritmo de competición. Este año, con 32 años cumplidos en febrero, ha habido cambio de planes. De acuerdo con Zidane, Cristiano se ha perdido partidos de Liga en los que no se le veía necesario porque necesitaba estar a tope para los días que sí lo era. Como el choque del próximo sábado.

En busca de la cuarta

Tras meter el penalti que dio al Madrid la Undécima el año pasado, Ronaldo se hizo fotos con el trofeo con tres dedos levantados. Uno por cada Champions conseguida. La primera fue con el Manchester United, las dos siguientes con el Madrid. Le ha costado coleccionarlas, pero su nombre ya se asocia con la mejor competición y tiene ganas de poder levantar los cuatro dedos. Después de haber ganado la Eurocopa el año pasado, su idea es alargar lo máximo su ciclo de éxito. Cada temporada que pasa, sus críticos se preguntan si el futbolista portugués ha llegado ya al ocaso, por su edad y por el desgaste físico que siempre ha exigido a su cuerpo. Y a cada crítico que se hace esa pregunta, el delantero del Real Madrid responde con su colección de títulos en los últimos años, quizá la época más exitosa de su carrera. Con más años, con más experiencia, es un jugador que colecciona más copas para su museo.

Éxitos colectivos

Es ahora cuando se siembran los posibles éxitos individuales que se conceden a final de año y que tanta importancia han cobrado en los últimos años. Cristiano nunca ha dejado de pensar en el Balón de Oro, pero su modo de dirigirse hacia él sí que ha cambiado. Antes, su carta de presentación eran su goles, un número increíble casi todos años. En 2016, sin embargo, presentó los títulos, la Champions y la Eurocopa, que le dieron el trofeo. Y ha descubierto que el modo más rápido de alcanzar la primera posición entre los favoritos al mejor jugador de 2017 es sumar objetivos colectivos. Messi, su rival habitual, ha hecho un buen año en el plano individual, pero con sólo la Copa del Rey como botín. Cristiano ya tiene la Liga y lograr la Champions, por segunda temporada consecutiva, es un logro que nadie ha conseguido. Además, sabe que uno de sus rivales por el Balón de Oro puede estar en la Juve, que busca este sábado, en la final contra la Champions, el triplete, tras ganar la Liga y la Copa en Italia.