La otra cara de Sergi Llull

El escolta del Real Madrid asume la gravedad de su lesión que le tendrá siete meses de baja.

Un palo inesperado para el jugador, para la Selección y para los aficionados la grave lesión de Sergi Llull que se produjo el pasado miércoles en el partido amistoso ante Bélgica. El escolta internacional asume la importancia del percance, pero se siente reconfortado por las muestras de apoyo que ha tenido desde que cayó lesionado. Dentro de unos días será intervenido y su recuperación rondará los siete meses. Se pierde, al margen del Eurobasket, media temporada con el Real Madrid. Si no hay complicaciones estará en el tramo decisivo de la temporada cuando el equipo de Pablo Laso se juegue los títulos.

Tras pasar la noche en el Hospital Quironsalud de Tenerife, el jugador balear viajó en un vuelo regular acompañado por el médico de la selección y del Real Madrid, Carlos Salas, en el mismo avión que sus compañeros. Se pudo ver a Sergi, apoyado en dos muletas, tomar un taxi a su llegada al aeropuerto de Barajas. Ahora sólo le queda tener paciencia mientras recibe mensajes de ánimo. Carismático, grande dentro y fuera de la pista y además, un pedazo de jugador, Llull se lesionó de gravedad, pero ha sentido el calor del mundo del deporte, la prensa y las instituciones. Y el martes en Madrid notará también el de la afición. «Fuerza Sergio, queda un día menos para volverte a ver», puede leerse en la página web de la Federación de Baloncesto.

Un jugador diferente –para la mayoría el mejor y más decisivo de Europa– que obliga al seleccionador Sergio Scariolo a recomponer un poco el esquema de la Selección que a finales de mes afronta el campeonato de Europa donde España defiende título.

En un equipo donde casi todo pivota alrededor de Pau Gasol, el menorquín había conseguido convertirse en una pieza clave en la línea exterior y se presentaba como uno de los líderes tras una gran temporada con su equipo, con los galardones de «MVP» de la Fase Regular de la Liga Endesa y de la Euroliga como principales reconocimientos.

Llull iba a tener un papel preponderante en el esquema del seleccionador. Scariolo le iba a utilizar de escolta aunque tras las marcha de Sergio Rodriguez a la NBA, ahora en el CSKA de Moscú, ha jugado la mayor parte de la temporada como base. Pablo Laso le había utilizado en esa posición y su rendimiento ha sido espectacular. Puntos, asistencias, pases estatrosféricos.

Todo un lujo de jugador cuya ausencia obliga a Scariolo a un pequeño cambio de planes. El papel de Navarro será más relevante y queda la duda de cómo se suple su baja. A la espera de que el cuerpo técnico decida cómo lo hace la Selección los internacionales no volverán a entrenarse hasta mañana por la tarde. El martes 15 se enfrentará en partido amistoso a Venezuela en Madrid. Partido que servirá para que Scariolo haga pruebas tras la lesión de Llull. Un jugador casi irremplazable.