La ilusión de Omar Fraile

La convivencia en el pelotón se hace insoportable para algunos ciclistas. Necesitan aire, oxigenarse en las fugas. Es su manera de sobrevivir y también la de su equipo, como sucede con el Caja Rural y con Omar Fraile, que desde el lunes luce el maillot de líder de la montaña. “El equipo lucha por estar circunstancias, por las fugas y coger el maillot de la montaña es importante para nosotros, sobre todo para mí”, confiesa Omar, feliz con su maillot de lunares azules en su primera grande.

Fraile debuta en la Vuelta y aún no sabe cómo va a resistir las tres semanas. De momento, ha aguantado dos días el jersey de mejor escalador, un premio para él. “Me da confianza para empezar la Vuelta y vamos a ver estos días. Veremos si se puede seguir con él o hasta dónde se puede llegar”, afirma.

El ciclista del Caja Rural ya ganó la montaña en la pasada Vuelta al País Vasco a base de escapadas, algo parecido a lo que hizo Luis León Sánchez el año pasado con el mismo equipo en la Vuelta. Pero la bicicleta no fue la única pasión de Omar en su infancia. Durante mucho tiempo compaginaba la bicicleta con el remo en La Sotera, la trainera de Santurce. “Estuve cinco años y medio en el club de remo y a los 16 años tomé la decisión de dedicarme al ciclismo. A esa edad el nivel de competición era exigente en los dos y me tuve que decantar por uno y elegí la bici”, cuenta. “El ciclismo siempre me había tirado mucho, en casa siempre ha habido bicis y creo que tomé una buena decisión”, añade. Por el momento, los resultados le dan la razón.

Omar no quiere hacer planes de aquí al final de la Vuelta, pero sí sabe lo que tiene que hacer para conservar el maillot de la montaña hasta el final. “En la etapa de Andorra sería muy importante coger la fuga, coger los puntos. Luego tenemos muchos altos por mitad. Es un objetivo realmente difícil en el que al día de hoy no puedo pensar. Tengo que ir día a día, a ver cómo recupero”, asegura. Por si acaso, él no se conforma y está dispuesto a pelear hasta el final. “Siempre he defendido que es lo que me gusta y no me voy a conformar con una fuga. Voy a intentar estar en la escapada más días”, dice.

El mejor ejemplo para saber lo que debe hacer lo tiene en su equipo. “Una de las personas que más me ha enseñado a moverme es Amets Txurruka. Lo he admirado desde hace mucho tiempo. Por suerte es una persona que le gusta enseñar y le tengo como compañero”, asegura. Aunque Fraile debe apurar las enseñanzas de Amets, que el próximo año correrá en el Orica Green Edge. De momento, se conforma con lo aprendido, suficiente para saber que no hace falta intentarlo todos los días ni gastar demasiadas fuerzas de manera innecesaria. “Las salidas son muy locas y hay que estar en la buena y a veces es difícil. Muchas veces es estar en la etapa justa y luego ir cogiendo un día sí, otro día también. La Vuelta es muy larga y aprovechando varios días con ese tipo de situaciones se puede ganar el maillot de la montaña”.