LaLiga Santander

Las manos son los pies

Muchos técnicos quieren porteros que sean un jugador más y que den salida al balón, como la superioridad que dio Ter Stegen al Barça.

Ter Stegen da a la pelota con los pies en un entrenamiento del Barcelona
Ter Stegen da a la pelota con los pies en un entrenamiento del Barcelonalarazon

Muchos técnicos quieren porteros que sean un jugador más y que den salida al balón, como la superioridad que dio Ter Stegen al Barça.

«Arconada, Iríbar o yo mismo», asegura D’Alessandro, «no tendríamos cabida en las porterías de hoy». Y eso que los tres eran grandes porteros, los dos primeros, titulares con la Selección. «Pero lo que se hace ahora no tiene nada que ver con lo de antes», continúa el ex portero y entrenador. Porque si algo ha cambiado en el fútbol es la misión del guardameta. Antes paraba, sacaba en largo para que se buscase la segunda jugada y cuando los defensas se sentían presionados, le daban el balón, lo cogía con la mano y se acababa el temor y la presión rival. Las dos primeras facetas la siguen cumpliendo: la tercera es imposible. La regla que prohibió a los guardametas recoger la pelota con la mano cuando se la daba un compañero con el pie, revolucionó el fútbol mucho más de lo esperado. «Ahora es un jugador más en el inicio de juego y en la salida del balón», continúa D’Alessandro.

Los guardametas tienen que parar y saber cómo jugar al fútbol. El domingo, Ter Stegen dio hasta 51 pases, más que cualquier jugador rival, el quinto azulgrana en números de pases. «Ante un equipo que hace presión alta, el portero es el que genera la primera superioridad y a partir de ahí tiene que ir encontrando al hombre libre», explicaba didácticamente Luis Enrique después del encuentro en San Mamés.

El guardameta que no sepa qué hacer cuando la pelota le llegue a los pies, tiene mucho perdido con respecto a la competencia. «A todos les digo que mejoren porque tendrán más oportunidades», cuenta Ricardo, ex portero, ex entrenador de porteros y que ahora busca empezar como técnico. En el Sevilla, Sampaoli quiere fichar a Sirigu, porque el juego de Sergio Rico no le convence. «Los porteros del futuro tendrán un buen manejo de pies y es lo que el míster está implantando», decía el guardameta del Sevilla este verano, cuando el entrenador empezaba a explicar su método. No le ha debido convencer en exceso, porque le busca un sustituto. Una de las prioridades de Guardiola en el Manchester City ha sido fichar a un portero y prescindir de Hart, idolatrado allí. No le ha importado eso, porque Pep quiere lo más parecido que tenga a Nauer, el guardameta del Bayern, que la temporada pasada llegó al 80% de acierto en los pases.

«Yo considero fundamental el juego con los pies. En mis equipos, practico mucho eso, hacemos rondos, posesiones, muchas jugadas reales o trabajar con otros porteros como si fueran centrales», sigue Ricardo. «Pero todo depende del juego que quiera practicar el entrenador del equipo. Hay algunos que quieren que se salga con el balón jugado hasta cuando te presionan y otros que no quieren ni una complicación y le piden al guardameta que lance el balón lejos. En un partido, el portero va a iniciar el juego, con el saque unas quince o veinte veces. Todo depende de tu filosofía».

Por ejemplo, Berizzo pide a su portero que juegue y Sergio Álvarez intentó hasta 43 pases en el Bernabéu. Acertó sólo 18 y de uno de sus fallos nació un gol. Ante eso, Simeone lo tiene claro: en dos partidos, Oblak ha dado 16 pases, el que menos de Primera.