Barcelona

Los ultras que no controla Antiviolencia

Bukaneros, Yomus, Celtarras, Boixos Nois y Ultras Sur no están entre los más peligrosos.

Los Bukaneros (Rayo Vallecano) no permitieron que el club fichara a Zozulya la temporada pasada
Los Bukaneros (Rayo Vallecano) no permitieron que el club fichara a Zozulya la temporada pasadalarazon

Bukaneros, Yomus, Celtarras, Boixos Nois y Ultras Sur no están entre los más peligrosos.

¿Se han erradicado los grupos ultras de fútbol? No. La respuesta tiene que ser contundente porque los últimos acontecimientos protagonizados por hinchas violentos demuestran, al margen o incluyendo el apuñalamiento de un seguidor rojiblanco, que siguen en activo pese que para la Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte los Yomus (Valencia), Bukaneros (Rayo Vallecano), Ultras Sur (Real Madrid), Boixos Nois (Barcelona), Brigadas Amarillas (Cádiz), Brigadas Blanquiazules (Espanyol), Peña Mujica (Real Sociedad), Celtarras (Celta), Ultras Boys (Sporting), Herri Norte (Athletic), Supporters Gol Sur (Betis) y Brigadas Amarillas (Cádiz) no están entre los más peligrosos, según el listado provisional que mandó hace unos meses a la Federación Española.

Para Antiviolencia sólo había –el listado se puede modificar a medida que se produzcan nuevos incidentes protagonizados por seguidores de otros clubes– seis grupos en activo. Los Riazor Blues (Deportivo), Malaka y Frente Bokeron (Málaga), Iraultza (Alavés), Biris Norte (Sevilla) y Frente Atlético (Atlético) son, en teoría, los más controlados y los más peligrosos en Primera, mientras que Avispero y Ligallo Norte (ambos del Zaragoza) son los únicos en Segunda División. Jove Elx (Elche), Segunda B, también está incluido entre el «top» de los más violentos.

Sin embargo, llama la atención que el Frente Atlético, expulsado del club tras la muerte de Jimmy (Riazor Blues), asesinado hace tres años y que fue el punto de partida para concienciar y aumentar la vigilancia sobre los hinchas violentos, no existe como peña. Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo decidieron disolver el grupo, quitarles todos los privilegios –entradas más baratas y local para guardar banderas– y desvincularlo de la entidad. Cosa imposible, porque los 4.500 aficionados que se sitúan en la grada joven del Wanda (Fondo Sur) son miembros del Frente. Acceden al estadio a través de la huella digital y tienen el correspondiente carnet de socio con su foto.

Si el Frente Atlético es el más numeroso y el que ha estado implicado en dos muertes –Aitor Zabaleta (1988) y Jimmy (2014)–, los Biris (Sevilla) son los que más protagonismo habían tenido en los últimos meses. «El Prenda», uno de los integrantes de La Manada, pendientes de sentencia en Pamplona, es amigo personal del líder de los Biris y otro de los detenidos, el militar Alfonso Cabezuelo, es miembro activo de este grupo. Los Biris han protagonizado una pelea con los ultras del Betis en vísperas del derbi sevillano y hace unos días invadieron la ciudad deportiva del club para «quejarse» por los resultados del equipo de Montella.

Los «incontrolados» – las Fuerzas de Seguridad del Estado si los vigilan de cerca– han tenido protagonismo. Las imágenes de Bukaneros impidiendo que Zozulya fiche por el Rayo, el comportamiento de Ultra Boys, que se enfrentaron con la Policía en las afueras de El Molinón, la irrupción de los Ultras Sur en Getafe o en algún partido en el Bernabéu de la Copa o de la Champions, la presencia de 150 Boixos Noix queriendo acceder al estadio de Cornellá a presenciar el derbi ante el Espanyol o la intervención de varios miembros de los Yomus para reventar la manifestación del 9 de octubre en Valencia, prueban que siguen en activo, pese a que Antiviolencia no los haya clasificado entre los más peligrosos.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, insiste que la preocupación es máxima con «la violencia en el fútbol» y es rotundo al afirmar que los que participan en actos violentos «tienen que ser expulsados». Es su cruzada.