Motociclismo

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Ángel Nieto: 12+1 veces eterno

Se jugó el tipo durante 20 años en cientos de circuitos y la muerte le llegó en la carretera, pero en un quad, en Ibiza, un lugar que amaba. Fue un hombre hecho a sí mismo y consiguió lo que pocos en este país: ser una referencia internacional

Ángel Nieto tras una de sus victorias
Ángel Nieto tras una de sus victoriaslarazon

Se jugó el tipo durante 20 años en cientos de circuitos y la muerte le llegó en la carretera, pero en un quad, en Ibiza, un lugar que amaba. Fue un hombre hecho a sí mismo y consiguió lo que pocos en este país: ser una referencia internacional.

Convivió con el riesgo durante toda su vida deportiva. Escapó a miles de caídas, esquivó al destino en muchas ocasiones y cuando la vida todavía le sonreía, a carcajadas, a sus 70 años un accidente de circulación, en el que nada tuvo que ver, apagó su llama. El 12+1 veces campeón del mundo de motociclismo, Ángel Nieto, falleció ayer después de pelear durante una semana contra las lesiones que se produjo cuando un coche colisionó contra su quad por detrás y le catapultó contra el asfalto de la carretera de Santa Gertrudis, cerca de Ibiza, un lugar que amaba. Paradojas de la vida.

Durante 20 años se jugó el tipo en cientos de circuitos, asoció su nombre al término «épica» y consiguió lo que nadie en este país: convertirse en una referencia internacional en el mundo del motociclismo. Logró 90 victorias, 129 podios y 13 títulos mundiales. Pero también se rompió 19 huesos y sólo una vez fue intervenido de una lesión en el escafoides. Fue el ejemplo de hombre hecho a sí mismo, un humilde joven con ganas de triunfar que fue a la universidad de la vida, donde cursó, desde los 12 años, toda clase de trabajos, desde electricista a carpintero, hasta que un día, en una carrera celebrada en el madrileño parque de El Retiro, abordó al mítico Paco Bultó, fundador de la marca de motos Bultaco, para decirle que quería trabajar en Barcelona en su fábrica. Días después viajó a la ciudad condal, donde vivía su tía Claudina, y desde entonces su vida cambió por completo para dedicarse a su pasión por el mundo de las dos ruedas.

Empezó a correr en campeonatos nacionales y pronto dio el salto al mundial, a la elite de la competición. En 1969 conquistó su primer título, el más difícil, y no porque sus rivales se lo pusieran muy complicado, sino por la imposibilidad de viajar a las carreras mientras hacía el servicio militar. Cada vez que debía salir de España tenía que gestionar un permiso, y esta labor se complicaba cuando los Grandes Premios se disputaban en países que pertenecían al «telón de acero». Fue allí precisamente, en Yugoslavia, donde se coronó por primera vez.

Nieto era pura raza, dentro y fuera de la pista, un personaje que fue todo un ejemplo para el deporte español, una época dorada en la que cuatro deportistas pusieron a España en el mapa, entre ellos, el tenista Manuel Santana, el golfista Severiano Ballesteros y el boxeador Pedro Carrasco, con el que tenía una gran amistad. Ambos montaron un taller de motos juntos y en los años 80 fueron imagen de una conocida marca tabacalera con mucha presencia en el mundo del motor.

Quienes le conocían destacaban su valor y el hecho de que nada ni nadie le frenaba si había algo que ganar. Un claro ejemplo lo protagonizó en un Gran Premio de Alemania en la década de los 70. Sufrió una fuerte caída durante los entrenamientos y debió ser ingresado en el hospital. Al día siguiente escapó del centro médico y llegó al circuito de nuevo haciendo autostop. Para sorpresa de él, los médicos que le atendían llamaron a los responsables del circuito para que no le dejaran correr, cosa que posteriormente agradeció porque presentaba lesiones en la nariz y no tenía una buena visión.

Sólo su íntimo amigo el italiano Giacomo Agostini logró más títulos, 15, pero él dejó una impronta que siguieron varias generaciones de españoles como Jorge Martínez Aspar, Sito Pons, Alex Crivillé, Jorge Lorenzo, Marc Márquez... Era un tipo de baja estatura, pero de una gran talla.