Wimbledon

Muguruza: «Quiero bailar con Federer»

«Me tengo que ir a comprar un vestido, no tengo nada. Preferiría bailar con Federer. Me gusta también Cilic, lo digo en serio, pero quiero comprobar si Roger es también elegante bailando», bromeaba una Garbiñe radiante

La Razón
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«Me tengo que ir a comprar un vestido, no tengo nada. Preferiría bailar con Federer. Me gusta también Cilic, lo digo en serio, pero quiero comprobar si Roger es también elegante bailando», bromeaba una Garbiñe radiante.

Serena le dijo a Garbiñe tras la final perdida hace dos años que seguro que le iba a llegar la oportunidad de ganar en Londres y su hermana Venus ha comprobado que no se equivocaba. La española creció viendo jugar a las Williams y así se lo dijo a su rival durante su discurso en la entrega de trofeos. Por un momento pareció que la estaba llamando vieja y se le escapó un «lo siento». Lo que pasaba realmente es que Muguruza estaba cumpliendo los sueños que tenía cuando con 8 años entrenaba en la academia de Sergi Bruguera y ya hacía todo lo posible para ganar.

Ayer puso su nombre en la pared de los ganadores de Wimbledon y aunque nada más ganar el partido se quedó como en «shock» la emoción no tardó en ocupar su cuerpo. «Cuando llegué a la central y la vi tan llena y con el techo cerrado, pensé: aquí es donde quiero estar. Eso es lo que me motiva», reconocía confirmando que a ella lo que realmente le van son los días importantes.

Su primer objetivo es disfrutar de su segundo «grande», porque después del éxito en París el año pasado se le vino la presión encima demasiado pronto. «Cuando gané Roland Garros se me pasó volando y no disfruté lo suficiente. Quiero ser consciente de lo que he conseguido». Es mucho lo que ha hecho y puede que ni ella misma lo esperara. Al menos no tenía preparado el vestuario para la cena de gala de los campeones que se celebrará esta noche en Londres. «Me tengo que ir a comprar un vestido, no tengo nada. Preferiría bailar con Federer. Me gusta también Cilic, lo digo en serio, pero quiero comprobar si Roger es también elegante bailando», bromeaba una Garbiñe radiante, que no quiere hablar de cuándo llegará a liderar el ranking mundial. «Hay mucho ajetreo ahora mismo ahí arriba. Me veo como una amenaza para cualquier otra jugadora. No pienso en el número uno, para serlo se tienen que dar muchas cosas. Me gusta más ganar torneos así que ser número uno», dijo. A partir de mañana estará en el «top 5».