Pilotos

Objetivo McLaren: salvar al soldado Alonso

La «operación 500 Millas de Indianápolis» permitirá a la escudería intentar la renovación de Alonso en unas condiciones favorables

Fernando Alonso competirá este fin de semana en el Gran Premio de Bahréin
Fernando Alonso competirá este fin de semana en el Gran Premio de Bahréinlarazon

¿De qué manera puede un equipo de F-1 mantener en su estructura unos años más a un gran piloto al que no ha podido dar un coche medianamente competitivo? Sólo un gurú del marketing deportivo como Zak Brown, actual jefe de McLaren y que incluso sonó como sustituto de Ecclestone, es capaz de encontrar soluciones a crisis tan acuciantes como la que vive su equipo desde que Honda forma parte de la escudería. El estadounidense sabe que, si Honda mejora, sólo un piloto como Fernando Alonso sería capaz de llevarlo a lo más alto, ya que difícilmente alguno de los grandes querrá ir a McLaren en las próximas temporadas. El asturiano estaba más fuera que dentro hace unas semanas y sólo con ciertos «caramelos» podrían sentarle otra vez en la mesa de negociaciones para renovar. Y esa operación se puso en marcha hace un mes y se confirmó esta semana: McLaren permitirá al ovetense correr las 500 Millas de Indianápolis. Una de las carreras míticas del automovilismo se hará realidad para Alonso. Y lo hará con uno de los mejores equipos de la especialidad, el de Michael Andretti, y con el motor que triunfa en esta categoría a la que llaman la F-1 americana y que, paradójicamente, no es otro que Honda.

La operación ha sido considerada como genial por parte de los grandes expertos de la F-1 porque pueden matar de un tiro varios pájaros. Por una parte, Alonso vuelve a estar contento. Es el centro de atención de media América y siente que tiene por delante un reto mayúsculo. Por otro lado, la imagen de Honda podría lavarse con un triunfo del español. Además, con esta maniobra, el piloto recupera la confianza en el equipo y las negociaciones para renovar en 2018 y 2019 podrían tener un final feliz.

Zak Brown ha comentado que todo empezó como una broma en el Gran Premio de Australia a finales de marzo, pero algo así y con tantos actores de por medio (la organización de la IndyCar, McLaren, Honda, el piloto, el equipo estadounidense...) no se culmina en un par de días.

Alonso tiene por delante un mes y medio frenético. Este fin de semana corre en Bahréin y desde ahí no habrá tregua. Viajará desde el Emirato Árabe a Alabama (cita de la siguiente carrera del campeonato americano), desde ahí irá a Indianápolis para entrenar, después regresará al continente para viajar a Rusia y correr con McLaren. De ahí regresará a España para disputar el Gran Premio en Montmeló. Y desde Barcelona tomará un vuelo directo a Indianápolis para ya centrarse en las 500 Millas, que se disputarán el 28 de mayo. Esto recuerda a aquellos pilotos de los años 80 que compatibilizaban la F-1 con el mundial de sport prototipos.

Alonso tiene apenas un mes para conocer un coche que rueda a 400 kilómetros por hora en las rectas, baja a 360 en las curvas peraltadas de Indianápolis y los accidentes en este tipo de lugares son «bofetadas muy gordas». Y allí encontrará a pilotos que conocen a la perfección los mecanismos de la carrera. Y muchos de ellos querrán demostrar que venir de la F-1 al asalto de las 500 Millas no es garantía para triunfar.

Fiabilidad contra el calor

La prioridad de McLaren para el Gran Premio de Bahréin será garantizar que el coche tenga «fiabilidad frente al calor». Alonso trata de ser positivo, pese a que haya tenido que retirarse en los dos grandes premios disputados. «Antes de retirar el coche en Shanghai, estaba corriendo en una posición muy prometedora y nuestro ritmo era mucho más fuerte de lo previsto, así que estaré encantado si podemos tener más buenas sorpresas en Bahréin», asegura. «Las rectas largas no lo hacen fácil y nuestros ingenieros van a tener mucho trabajo. El desgaste de los frenos y el consumo de combustible son altos, y la puesta a punto es complicada», apuntó.