Caso Pistorius

«Oí unos terribles gritos de mujer»

La primera testigo del juicio contra Pistorius escuchó voces a las tres de la mañana como una llamada de «terror» y «agonía»

Oscar Pistorius se dirige a la salida de la sala del juicio después de la primera sesión. Al fondo se encuentra la madre de la modelo fallecida, June Steenkamp
Oscar Pistorius se dirige a la salida de la sala del juicio después de la primera sesión. Al fondo se encuentra la madre de la modelo fallecida, June Steenkamplarazon

La primera testigo del juicio contra Pistorius escuchó voces a las tres de la mañana como una llamada de «terror» y «agonía»

«Pasadas las tres de la mañana, oí y me despertaron unos terribles gritos de mujer». Son palabras de Michelle Burger, vecina del atleta Oscar Pistorius y primera testigo en declarar en el juicio que arrancó ayer en el Tribunal Superior de Pretoria. El testimonio de la mujer despertó a una sala que tuvo que soportar hasta una hora y media de retraso y en la que se juzga si el deportista surafricano mató a su novia, Reeva Steenkamp, de manera premeditada de cuatro tiros en su casa de Pretoria el año pasado, tal y como asegura el fiscal, Gerrie Nel. El velocista, de 27 años, se declaró rotundamente «no culpable» al ser preguntado por el fiscal.

La mujer contestó las preguntas de Nel y del principal abogado de la defensa, Barry Roux, quien se afanó en demostrar que los gritos que se escucharon a las tres de la mañana, provenientes de casa del famoso deportista, pertenecían a Pistorius pidiendo ayuda tras el fatal encuentro y no a los gritos de Reeva Steenkamp. En su alocucion, la testigo describió los gritos femeninos como una llamada de «terror» y «agonía» y, añadió que a través de ellos se podía deducir que algo grave estaba ocurriendo en esa casa. En su tozuda intervención, Roux preguntó a la testigo –que residía a 177 metros de casa de Pistorius– si no escuchó los golpes del bate de béisbol que el atleta paralímpico utilizó para abrir la puerta del aseo donde estaba encerrada su novia. Burger fue tajante: «Sé muy bien como suenan los disparos».

También en el «día uno» del juicio de la década en Suráfrica, la defensa de Pistorius descartó rotundamente que la modelo, que tenía 29 años en el momento de la muerte, y el deportista,hubieran discutido antes de los disparos. El equipo que defiende al deportista descarta contemplar dicha opción de la que no hay pruebas.

La palabra «intruso» se volvió a escuchar al inicio del proceso para describir el momento de los hechos. El letrado de la defensa, Kenny Oldridge, explicó que el deportista acabó con la vida de la modelo de manera accidental y fortuita. La defensa aseguró que Pistorius al disparar creyó que se estaba defendiendo de un ladrón que había entrado en su casa.

Esta jornada del juicio tenía un especial interés por tratarse de la primera vez que la madre de la fallecida modelo, June Steenkamp, se veía las caras con el asesino de su hija desde que ocurrió el accidente en febrero de 2013. La madre llegó sin su marido, que tiene problemas de salud, vestida de negro y visiblemente afectada.

Hoy, de nuevo gran expectación ante el juicio del deportista, que ha pasado de ser uno de los personajes más queridos de Suráfrica a estar juzgado por haber matado a su novia despertando varias polémicas en el país como la violencia de género o la violación de tenencia de armas. Por delante, la declaración de 106 testigos que deberán enfrentarse al interrogatorio del abogado Roux.

En la sala donde se juzga a «Blade Runner» estaban los hermanos de Pistorius, Aimee y Carl, familiares de Reeva y algunos medios seleccionados. El resto de los periodistas, llegados de todo el mundo, siguieron la sesión desde una sala anexa a la que también tiene acceso el público general.

En el exterior del edificio donde se desarrollaba el juicio, un grupo de mujeres del partido ANC (Congreso Nacional Africano) aprovechaba la coyuntura para mostrar su rechazo a los casos de violencia de género, como es el caso de Reeva Steenkamp. Pocos se han parado con ellas y poco ha trascendido su presencia.

Falló la intérprete

Aún con el recuerdo del falso intérprete de signos del funeral de Mandela, ya hay un nuevo caso. El juicio se retrasó 90 minutos por problemas con la intérprete de Afrikaans (lengua oficial en Suráfrica) e inglés. La profesional llegó tarde y alterada, lo que provocó que no se concentrara y tuviera lagunas.