Champions League

Sevilla F.C.

Prohibido estar en la parra

Un punto en el campo del Maribor, colista de grupo, clasificaría a octavos a un Sevilla que será primero si gana y el Liverpool no lo hace

Los jugadores del Sevilla, ayer, en la sesión de preparación en el campo del Maribor
Los jugadores del Sevilla, ayer, en la sesión de preparación en el campo del Mariborlarazon

Un punto en el campo del Maribor, colista de grupo, clasificaría a octavos a un Sevilla que será primero si gana y el Liverpool no lo hace.

Al pie de una estación alpina de esquí cerca de la frontera austriaca, la ciudad eslovena de Maribor cuenta con numerosos atractivos turísticos entre los que sobresale uno: la parra más antigua del mundo. En el barrio de Lent, a orillas del río Drava, existe una vid que da uvas desde hace 440 años ininterrumpidamente. Pues ese despiste tonto que en español se define con la expresión «estar en la parra» es el que debe evitar esta noche el Sevilla, «muy cerquita», en palabras del presidente Castro, de clasificarse por segunda temporada consecutiva para los octavos de la Champions.

La situación del Sevilla en vísperas de la última jornada es tan confortable como podía preverse cuando, en agosto, quedó encuadrado en este asequible grupo E. Con un empate en el campo del Maribor, colista haga lo que haga hoy merced a sus dos puntos en cinco partidos, los sevillistas estarán en las eliminatorias. Pero es que el premio puede ser mayor, la primera plaza, si vencen a los eslovenos y el Spartak de Moscú puntúa en Liverpool. Sólo una de las nueve combinaciones posibles esta noche daría con los españoles en la Liga Europa: que perdiesen y que los rusos ganasen en Anfield, es decir, sendos pelotazos para los apostantes.

Viajó por eso tranquilo un Sevilla que vive esta semana más pendiente de dos asuntos extradeportivos que de un encuentro trascendental, y es éste un termómetro de hasta qué punto ha crecido la entidad. En efecto, la enfermedad de un Berizzo que se recupera más que satisfactoriamente de su cáncer de próstata y la postergación de Steven Nzonzi centran la atención. Es peliagudo el caso del centrocampista francés, que está en Londres dizque visitante a su hijo, pero que, en realidad, está buscando un destino para el mercado de enero. «El fútbol tiene un lado de negocio y creo que mi futuro está lejos de Sevilla», dijo a «France Football».

Se trata de la única sombra en el horizonte de una expedición que siguió el sorteo copero en la sala de recogida de equipajes del aeropuerto Edvard Rusjan y que celebró con estruendo el emparejamiento frente al Cádiz. La única sombra, claro, a no ser que el equipo esté esta noche en la ancestral parra de Maribor; o se caiga del guindo o se encarame a la higuera, que tanto daría. O se ande por las ramas en un partido que sólo los muy alcornoques serían capaces de perder.