¿Qué comen los ciclistas en carrera?

Temperaturas elevadas, que llegan a alcanzar los 38 grados obligan a los ciclistas a beber. Cada corredor lleva de salida dos bidones, uno sólo con agua, otro con sales.

Temperaturas elevadas, que llegan a alcanzar los 38 grados obligan a los ciclistas a beber. Cada corredor lleva de salida dos bidones, uno sólo con agua, otro con sales. Y durante la etapa siguen recibiendo agua. En días de calor intenso, como ayer, «unos 12 o 14 bidones cada uno», dice Juan Carlos Escámez, masajista del equipo Movistar. Aparte, sobre la mitad de la etapa, reciben avituallamiento sólido, esa imagen clásica de los ciclistas atrapando al vuelo prácticamente una bolsa de comida. Pero, ¿qué llevan los ciclistas en la bolsa? Son cosas de fácil digestión, proteínas e hidratos de carbono. «Pastelitos de arroz, que entran bien, fresquitos», cuenta Escámez. Y bollitos de pavo con queso cremoso. Además, barritas energéticas y geles. Y Coca Cola para beber. Todo lo necesario para que los ciclistas no sufran las temidas «pájaras», tragedias de otro tiempo que ahora es más difícil ver entre los profesionales. Si alguno se derrumba, será más por problemas digestivos que por hambre. De eso se ocupan los auxiliares, aunque luego, los corredores eligen. En función de la necesidad y de los gustos, porque el «menú» también varía a lo largo de tres semanas para que los ciclistas no se aburran de comer siempre lo mismo.