Real Madrid

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Que pase el siguiente

El campeón del mundo se ha llenado de moral para afrontar ya el siguiente reto: ganar al Barcelona para meterse en la lucha por la Liga

Los jugadores del Real Madrid celebran el Mundialito
Los jugadores del Real Madrid celebran el Mundialitolarazon

El campeón del mundo se ha llenado de moral para afrontar ya el siguiente reto: ganar al Barcelona para meterse en la lucha por la Liga.

Después del partido contra el Gremio, a Florentino Pérez se le felicitaba por la victoria, por el sexto Mundialito y por el quinto título de 2017 y después, enseguida, se le preguntaba por el futuro. Se quería saber si va a venir Kepa, si va a haber más fichajes, si molestaría que no haga pasillo el Barcelona. Porque en el Real Madrid el tiempo apenas se detiene para poder regodearse en la victoria, porque el título conseguido el sábado ya está en la historia del club blanco, pero el sábado que viene espera al Barcelona y quien mira hacia atrás puede convertirse en sal. El Madrid es el mejor del mundo y eso tiene que ser un golpe de moral para llegar al clásico convencido de que puede meterse en la pelea por la Liga y de que no hay mejor regreso que derrotando al líder.

En forma

Por los últimos partidos disputados por el conjunto blanco, da la impresión de que el plan físico para este primera parte de la temporada consistía en asegurarse los títulos en juego. El Madrid empezó como un tiro en verano, cuando apenas había acabado la pretemporada, y fue muy superior al Manchester United y también al Barcelona. Esos dos encuentros de la Supercopa de España hacían prever una campaña de dominio blanco, pero tras ese estreno fulgurante, los de Zidane pasaron por un valle, hasta ahora. Era imposible mantener esa nivel de juego y de físico, pero era necesario intentar alcanzarlo para los partidos de diciembre: y eso ha hecho el Madrid. Contra el Sevilla y casi todos los minutos del Mundialito, el campeón ha sido superior a sus rivales. Con la pelota y sin ella, con todos los jugadores otra vez en la forma adecuada.

Y con gol

Tenía dos problemas el equipo de Zidane en choques anteriores: no era regular en su juego y le faltaba gol. Sobre todo echaba de menos la puntería con la que Cristiano Ronaldo fue, por ejemplo, resolviendo las eliminatorias finales de la pasada Champions. Por lo visto en los últimos choques, la relación del portugués con el gol ha vuelto a la normalidad, es decir, a esas cifras tan lejos de la normalidad que suele marcar la estrella año tras año. En el Mundialito marcó en los dos partidos y el vestuario blanco (y toda la entidad) respiró con alivio. Ha vuelto el juego, pero más que eso, lo que decide los encuentros y lleva a los títulos es la capacidad para marcar goles y en eso, el Madrid depende casi siempre de Cristiano. Fue él quien marcó un golazo al Barcelona en el partido de ida de la Supercopa, antes de que le expulsaran.

Bale, el gran fichaje

El Madrid regresó de Abu Dabi con un título más para que luzca en el museo del Santiago Bernabéu y con la sensación de que esta vez la vuelta de Gareth Bale no tiene pinta de sufrir más retrasos. Los dos encuentros han servido para llevar a cabo el plan previsto: que el futbolista galés vuelva con calma, sin presionarle, poco a poco y que vaya cogiendo confianza. El gol decisivo, que dio el pase al Madrid a la final fue un empujón a su ánimo. Ha estado trabajando mucho y muy duro y ha tenido que reponerse psicológicamente a sus recaídas físicas. Puede parecer frágil, pero Bale supera las adversidades. Fue en Abu Dabi donde Zidane dijo que no quiere ningún delantero en el mercado de invierno, porque confía «a muerte» en Benzema y porque sabe que con la incorporación de Bale a la normalidad de los entrenamientos gana potencia para ser más profundo y, sobre todo, a un gran rematador.

El morbo del pasillo

Mañana vuelve el Madrid a los entrenamientos después de llegar a la capital en la madrugada del domingo. No hay descanso ni tiempo para digerir que el 2017 ha sido un año espectacular, que va a terminar con más títulos que en cualquier otro año . Todo eso es historia y se resaltará más si los de Zinedine Zidane superan el sábado al Barcelona, que, según dijo Amor ayer, no hará pasillo. Ganar al Barça es el objetivo principal desde que terminó el encuentro contra el Gremio. En realidad, es el objetivo principal desde que empezó a perder puntos en Liga. En Abu Dabi el conjunto de Zidane ha demostrado que ha vuelto al camino que marcó a finales de agosto.