Sevilla F.C.

Un paseo nada plácido por la vieja Bizancio

El Sevilla juega la ida de la previa de la champions ante el Basaksehir de Estambul

Berizzo durante el entrenamiento de ayer
Berizzo durante el entrenamiento de ayerlarazon

El Sevilla juega la ida de la previa de la champions ante el Basaksehir de Estambul.

La temporada en 180 minutos de agosto, «ma non troppo». El Sevilla se empieza a jugar esta noche su pase por tercer año consecutivo a la fase de grupos de la Liga de Campeones, el torneo más deseado, o eso dicen. Porque mientras todo el entorno del club se conjura para eliminar al Basaksehir, con el presidente Castro a la cabeza, que ayer no se ahorró ni siquiera la palabra «obligación», la realidad es que nunca ha sido el sevillista tan feliz como cuando ha ganado sus cinco Copas de la UEFA, un torneo tan menor que sus tres triunfos consecutivos entre 2014 y 2016 quedan enmarcados en el palmarés por los de equipuchos como el Chelsea o el Manchester United. En fin.

El caso es que esta noche en Estambul se dirime la ida del denominado «playoff» de la Liga de Campeones, en el que el cuarto representante español buscará superar al más reciente advenimiento a la aristocracia del fútbol otomano, una entidad con menos de un cuarto de siglo de vida y tres años de crecimiento exponencial de la mano del más célebre de sus hinchas, el presidente –en trance de convertirse en dictador– Recep Tayyip Erdogan. La empresa municipal de aguas de la eterna Constantinopla es el accionista de referencia del Basaksehir y el patrocinador que sufraga los fichajes millonarios con sueldos de seis cifras –Adebayor, Clichy y otros– es una multinacional de servicios sanitarios... propiedad del médico personal del sátrapa.

La eliminatoria encierra, por tanto, más dificultad geopolítica que deportiva para un Sevilla consciente de su superioridad en el césped pero temeroso de cómo podrá influir en la eliminatoria la voluntad de uno de los amos de la Europa Oriental. Pero no es despreciable el adversario, sobre todo porque los sevillistas aún están traumatizados por la eliminación en los últimos octavos de final de esta competición a manos del Leicester, que tampoco era un ogro. Además, los dos precedentes históricos del Sevilla, en 1970 y 2007, frente a rivales del Asia Menor se saldaron con sendas eliminaciones, respectivamente, contra el Eskisehirspor y el Fenerbahçe. Y estas cosas cuentan. Parece que no, pero cuentan.

La pretemporada del equipo de Berizzo, sin embargo, ha sido tranquilizadora. El nuevo entrenador del Sevilla parece haber ahormado ya un bloque muy parecido al que será titular durante el curso y ha viajado con sólo dos ausencias por lesión, Carriço y Franco Vázquez. Aunque Nolito y Jesús Navas, llamados a ser los estiletes, todavía no están en plenitud de condiciones y persisten dudas con el estado físico de Muriel, a quien se ve pasadito de kilos, los nervionenses juegan bien y parecen haber tomado conciencia de su estatus de club importante. Tres supervivientes de la temporada pasada, Montoya, Correa y Ben Yedder, suplirán a los mencionados para completar junto al retornado Banega un cuarteto ofensivo prometedor, a tenor de lo visto en los bolos estivales. En la medular, puede que Krohn-Dehli, renacido tras su grave lesión de rodilla, siente a Guido Pizarro, mientras que Corchia no acumula méritos para desbancar del lateral a Mercado, aunque más pronto que tarde se producirá el relevo del rústico internacional argentino, elemento claramente distorsionador en la orquesta sevillista.