Champions League

Real Madrid

Unidos por Mijatovic

Por el gol de la Séptima un joven tailandés descubrió el Real Madrid y un empresario de Burgos bautizó a su hijo como Pedja

Tanapone muestra orgulloso ayer desde el Lago Como la entrada que le va a permitir ver de cerca por primera vez al Real Madrid. Para cumplir este sueño ha viajado desde Tailandia.
Tanapone muestra orgulloso ayer desde el Lago Como la entrada que le va a permitir ver de cerca por primera vez al Real Madrid. Para cumplir este sueño ha viajado desde Tailandia.larazon

Por el gol de la Séptima un joven tailandés descubrió el Real Madrid y un empresario de Burgos bautizó a su hijo como Pedja

En 1998, Tanapone Sakkarlinkul era un chico tailandés de 14 años que nunca había visto un partido del Real Madrid. Aquel 20 de mayo se puso delante del televisor mientras el equipo blanco y la Juventus disputaban la final de la Liga de Campeones y cantó como un madridista más el gol de Mijatovic que le dio al club la séptima Copa de Europa. Hoy, Tanapone tiene 32 años y lleva ya unos días en Milán emocionado por cumplir el sueño que guardaba desde hace mucho tiempo.

El mismo gol que convirtió en hincha del Real Madrid a un joven tailandés llevó a un empresario de Burgos, Víctor Martín, a bautizar a su hijo como Pedja, nacido sólo cuatro meses después de que Mijatovic batiera al juventino Peruzzi en el Amsterdam Arena. «Cuando me escuchan llamarlo, algunos me preguntan si es búlgaro o rumano», bromea este aficionado, que tiene una mascota llamada Davor (por Suker). Padre e hijo viajan hoy a Milán en el chárter blanco fletado por la agencia Golocio, la misma que gestionó la entrada a Tanapone cuando ya empezaba a dar por imposible encontrarla «por no ser socio del Real Madrid».

Incluso antes de que los de Zinedine Zidane eliminaran al City, empezó su plan. Pidió cinco días de permiso en la empresa familiar en la que trabaja y compró el billete de avión. «Mi jugador preferido es Sergio Ramos, porque es el capitán y el símbolo del equipo. Antes, era Iker Casillas por la misma razón», explica desde la orilla del Lago Como, donde espera el comienzo del choque. Su primer ídolo fue, por supuesto, Mijatovic y de la plantilla actual también le gustan Cristiano y Marcelo. Conoce la actualidad del equipo como si comprase el «Marca» o el «AS» cada mañana en un kiosko de Concha Espina, pero nunca ha estado en el Santiago Bernabéu. «Es mi siguiente sueño a cumplir y lo voy a hacer segurísimo», anuncia.

La elección de la camiseta con la que se sentará en la grada de San Siro a presenciar el partido fue muy sencilla: una réplica de la que Sergio Ramos vestía cuando marcó el gol que empató la final de Lisboa en los últimos segundos. «La compré por eBay, me costó unos 200 euros y me gusta porque sólo se hicieron unas pocas para aquel partido, con la fecha, los equipos y el nombre del estadio junto al escudo», explica entusiasmado. Su discurso es en un inglés muy correcto, pero no dice «eleventh». Para pronunciar el nombre del trofeo con el que sueña todo el madridismo se pasa al castellano y dice: undécima.

Tanapone y Víctor Pedja llegan a Milán en avión, mientras que otros madridistas lo harán tras 18 horas en la carretera. Como un grupo de madrileños que salieron ayer encantados después de que el padre de uno de ellos les dejara el BMW 520 para hacer el viaje más cómodo y seguro. Todo merece la pena por estar en San Siro, incluso arriesgarse a llegar un poco justo a alguna de las obligaciones profesionales. Es el caso de un concejal de una ciudad española, que viaja en el día a Milán y anda un poco preocupado por la hora del viaje de vuelta a Madrid... mañana tiene que presidir la procesión del Corpus Christi.