Y Asensio recuperó la memoria

El jugador del Real Madrid, que en abril dejó una jugada genial en Butarque, volvió a ser decisivo ayer.

Noventa minutos necesitó Asensio para recuperar la memoria. Le cuesta todo un mundo a este Madrid, incluso que una de sus mayores perlas encuentre un gol que es además un tesoro para afrontar el partido de vuelta. La primavera pasada, el equipo de Zidane avanzaba en Champions con el once titular mientras defendía su ventaja al frente de la Liga con el plan B. Los menos habituales tenían minutos importantes y no sólo los aprovechaban, también los disfrutaban. En abril, los blancos visitaban por primera vez Butarque como estadio de Primera y lo hacían con la segunda versión, en la que, como ayer, estaba Marco Asensio. El mallorquín abrió aquel partido con una jugada «maradoniana» que aclaraba el panorama para el Madrid con el 0-1, obra de James, que sólo tuvo que empujar la pelota a la portería después del eslalon de su compañero. El ex del Espanyol, que poco después de aquella tarde iba a marcar en Champions ante el Bayern y en la final de Cardiff frente a la Juventus, no escapaba al proceso de decadencia de la unidad alternativa de Zidane este curso. El extremo poderoso y desequilibrante de otros tiempos, no demasiado lejanos, por ejemplo en agosto en la Supercopa, estaba apagado, incapaz de inventar algo en solitario o asociarse para poner en apuros a la defensa del Leganés. Él era ayer uno de los tres futbolistas más adelantados junto a Mayoral y Lucas Vázquez, pero su primer intento de remate a portería fue más allá de la hora de partido y ni siquiera inmutó a Champagne.

A pesar de que en Fuenlabrada y en Los Pajaritos pasó de puntillas, sigue siendo una de las primeras opciones de Zidane para el plan A en cuanto hay necesidad de cambiar el once de gala, y ayer le mantuvo en el campo y le puso más talento al lado. Entraron Modric e Isco mientras apretaba el Leganés, que sentía como injusto el 0-0 cuando Marco recuperó por fin la memoria y encontró uno de los pocos huecos que dejó libre la pizarra de Garitano.

Hasta siete miembros de la segunda unidad puso Zidane en el once titular, y casi ninguno de ellos pudo ganarse más minutos de esos importantes que todos tenían garantizados en el la recta final del curso pasado, los tiempos en los que Asensio casi se bastaba para tomar Butarque. Lucas no estuvo tan inspirado como en las rondas previas, Ceballos le puso más ganas que claridad y Vallejo se fue pronto con una rotura muscular. Theo vivió un calvario hasta que supo conectar con Asensio en el gol que libera un poco al Madrid y de paso, al mallorquín: «El fútbol es de rachas y ahora no nos entra nada. Yo trabajo siempre para tener más minutos y hoy (por ayer) ha podido ser con un gol», decía el goleador, que al final sí consiguió seguir siendo decisivo en Butarque.