Y Bernabéu llegó a Barcelona

Su documental no lo han querido estrenar en las salas catalanas. Hoy, los académicos verán un pase y para el 13 de enero se está preparando una gran sesión para todos los madridistas.

Hace once años, en las peñas madridistas de Barcelona hubo una escisión. Se pelearon y ahora son dos bandos que apenas se hablan. Pero hace unos días el presidente de uno de los lados llamó a los de las otras peñas. Les dijo que había que moverse, que era inaudito e incomprensible que el documental de Santiago Bernabéu no se pudiese ver en ninguna sala de Cataluña.

El 10 de noviembre se estrenó en Alicante, Badajoz, Bilbao, Cáceres, Cádiz, Córdoba, Guadalajara, Madrid, Málaga, Salamanca, Sevilla, Toledo y Zaragoza. «En Barcelona nos dijeron que no era un buen momento, que no querían arriesgar», asegura el director Ignacio Salazar-Simpson. «Nos aseguraban que es que no había nadie del Madrid», continúa, cuando desde la productora manejan datos que confirman que Barcelona, después de Madrid, es el lugar donde más aficionados blancos viven. No hay tantas peñas como en otros lugares, pero sí muchos más fans. A veces sucede que en algunas ciudades hay muchas peñas en comparación con los madridistas que viven allí y en otras, como ocurre en Barcelona, los muchos fans del Madrid no se organizan en agrupaciones. Pero organizados o no, no han podido ver la película.

Hasta hoy. Esta tarde, en los cines Verdi de Barcelona, a las 18:30, se puede ver el documental, aunque sólo para académicos. Se suele hacer una sesión en Madrid y otra en Barcelona, aunque luego la película también se les mande en DVD. «Me hace ilusión que se pueda ver en Barcelona», continúa Ignacio Salazar-Simpson. Porque de hoy es el primer paso, el aterrizaje o el prólogo para lo que tiene que llegar después: el plan es que el sábado 13 de enero (aunque dependiendo aún de cuándo juegue el Madrid) se alquile un gran cine en Barcelona y se proyecte la película para todos los madridistas de allí que quieran verla y no hayan podido.

Pepe Ribó es el presidente de la Confederación de peñas madridistas de Barcelona, miembro además de la «peña Juanito», la única blanca en Barcelona capital. Está siendo él quien con más pasión está moviéndose para que se pueda ver la película en su ciudad. «Es una vergüenza que no la hayamos podido ver aquí», asegura. Su primera idea cuando supo que no se iba a ver allí fue alquilar varios autobuses e ir con todos los madridistas que quisieran a ver el documental a Zaragoza, como hace ya muchos años, los españoles iban a Francia a ver «El último tango en París».

Pero el plan del viaje a Zaragoza no funcionó en su momento y para ver una pequeña película en España hay que andarse con prisa porque enseguida desaparece de las pantallas para dejar paso a las grandes producciones que dan beneficios. Sin embargo, eso no desanimó a Ribó. Un contacto en Zaragoza le consiguió el teléfono de la productora y desde ahí pasó a hablar con el director. Su entusiasmo ha sido tan contagioso que Ignacio Salazar-Simpson ha puesto todo su empeño en que los madridistas de Barcelona tengan la posibilidad de ver su documental. «El pase de los académicos ya lo tenía cerrado, pero para enero quiero encontrar una sala grande y alquilarla». Es una práctica que se hace habitualmente en el teatro. Por ejemplo: se paga por la sala y luego se intenta recuperar ese dinero con lo que se consiga en la taquilla.

Pepe Ribó ya ha empezado a impulsarlo y espera mover no menos de 500 personas. En sus días más optimistas piensa que puede juntar a 1.000 madridistas para ir juntos al cine. Confía en que desde la otra agrupación de peñas le llamen y se unan por una causa mayor. El director va a ir, va a presentar el documental y ahora quiere empezar una gira parecida por varios puntos de España. El día que contactó con Pepe Ribó le dio pie para esa idea. «Me acuerdo cuando hablé con él», cuenta, «le dije: ‘‘Pep’’, y él me contestó: ‘‘Pep, no; Pepe’’».