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Bancos y tecnológicas se enfrentan en el móvil

En los últimos años, prácticamente la totalidad de entidades han puesto a disposición de sus clientes soluciones de pago móvil
En los últimos años, prácticamente la totalidad de entidades han puesto a disposición de sus clientes soluciones de pago móvillarazon

Las entidades refuerzan su oferta de servicios digitales con el lanzamiento de apps de pago móvil ante la irrupción de las soluciones de Apple, Samsung y Google.

El pasado mes de agosto, la consultora norteamericana McKinsey se atrevió a poner números a la amenaza que representa para la banca el pujante sector fintech: los nuevos operadores, entre los que se encuentran desde pequeñas «start-ups» a gigantes tecnológicos como Apple o Samsung, podrían arrebatar a las entidades entre el 10% y el 40% de sus ingresos, y entre el 20% y el 60% de sus beneficios en 2025. Una auténtica batalla por liderar los servicios financieros del futuro que se libra en todos los frentes, pero que destaca especialmente en el terreno de los medios de pago.

En el último año, prácticamente todas las entidades de nuestro país han puesto a disposición de sus clientes una solución de pago móvil, desde BBVA a Santander, pasando por otras de menor tamaño como Sabadell o Bankia. Los españoles ya pasamos más tiempo delante de las pantallas de nuestros teléfonos o tabletas que del ordenador, 53% frente a 47%, según las conclusiones del estudio «La Sociedad de la Información en España» del año 2014, elaborado por la Fundación Telefónica. Las entidades lo saben y, para evitar perder información tan valiosa como dónde y cuándo gastan el dinero sus clientes, han lanzado una ofensiva para fidelizarlos también en el móvil y evitar que acaben sucumbiendoa los encantos de los gigantes tecnológicos.

Un buen ejemplo de como todo el sector bancario rema en la misma dirección es el lanzamiento, hace apenas unas semanas de Bizum, una plataforma tecnológica que integra las aplicaciones de pago por móvil de las diferentes entidades para hacer transferencias entre particulares (de forma gratuita, por el momento), y que próximamente permitirá también pagar en comercios o realizar compras en internet. Hasta 30 bancos de nuestro país, que representan alrededor de un 95% de la industria financiera nacional, han tomado parte en esta iniciativa. Resulta extraño –y tradicionalmente se ha demostrado complicado– poner de acuerdo a grandes y pequeñas entidades, sin embargo, la creciente competencia que llega desde la industria tecnológica y de las telecomunicaciones ha obrado el milagro. Unos nuevos «players», hasta hace poco ajenos al mundo de las finanzas, que van desde fabricantes de móviles (Apple Pay y Samsung Pay) a operadoras (Vodafone Wallet) y gigantes de la red (Android Pay).

España, pionera

España presenta algunas particularidades que lo convierten en un mercado especialmente atractivo para lanzar soluciones de pago NFC (Near Field Communications), una tecnología de radio de corto alcance –como la que se usa en los tornos de control de accesos de los edificios– que permite pagar con las tarjetas «contacless» o con los móviles que disponen de NFC. Con una tasa de adopción de teléfonos inteligentes cercana al 90%, de las más altas de Europa, y con un 65% del parque de terminales de punto de venta (TPV) adaptados para pagos por contacto, según los datos de MasterCard, no es de extrañar que las grandes compañías tecnológicas opten por testar en España sus soluciones antes de lanzarlas al mercado europeo.

Es lo que ha sucedido con Samsung Pay, la aplicación de pago móvil del fabricante surcoreano, que llegó a nuestro país el pasado mes de junio, tras su lanzamiento en Corea del Sur, Estados Unidos y China, de la mano de Abanca y CaixaBank. De este modo, el fabricante del fallido Galaxy Note 7 se adelantó a Apple y Google convirtiéndose en el primera tecnológica en dar la oportunidad a sus usuarios de convertir su móvil en un cartera. Para final de año, y coincidiendo con la campaña navideña, se espera la llegada de Apple Pay. La plataforma de pagos del gigante de la manzana llegará de la mano de Banco Santander, posibilitando así el pago a través del iPhone, el iPad y el Apple Watch, después de un año operando en Reino Unido.

Expectativas

Si bien la tecnología ya permite salir de casa sin necesidad de llevar encima la tarjeta de crédito o dinero en efectivo, la realidad es que en nuestro país se sigue imponiendo el pago en metálico. La realidad es que éste es el método preferido por los españoles para efectuar sus compras (77%), seguido de las tarjetas de débito (56%) y crédito (51%), frente a solamente un 8% que reconoce utilizar el pago a través del smartphone, según el estudio «Total Retail 2016» realizado por la consultora PwC.

Pese a su todavía escaso uso, las aplicaciones «wallet» conforman una de las principales líneas estratégicas en los procesos de transformación digital de las entidades. La primera en detectar una oportunidad de negocio en el móvil fue BBVA. El banco que preside Francisco González lanzó su app BBVA Wallet en 2013 y en este tiempo acumula ya más de un millón de descargas. Tras ellos llegó CaixaBank, después de una incursión fallida en el terreno de los pagos móviles con Yaap, una sociedad fundada con Santander y Telefónica para el desarrollo de nuevos negocios en el mundo digital, y más recientemente se han sumado Bankia, Santander y Banco Sabadell.

Mención aparte merece ING, el primer banco digital por número de clientes en España con más de 3,5 millones de usuarios, que en los últimos meses ha dado una vuelta de tuerca al concepto de pago móvil con el lanzamiento de sus aplicaciones Twyp y Twyp Cash. La primera, especializada en los micropagos instantáneos entre particulares a través del teléfono inteligente, superó en los tres meses posteriores a su lanzamiento, a finales de diciembre, los 200.000 usuarios y las 100.000 transacciones.

Más revuelo ha despertado Twyp Cash y su revolucionario sistema de retirada de efectivo. Con esta app, los clientes del banco holandés pueden sacar dinero a través del teléfono en un total de 3.500 establecimientos entre los que se encuentran las cadenas de supermercados del Grupo Dia y las estaciones de servicio de Shell y Galp. Una solución con la que ING pretende compensar el encarecimiento de las comisiones en los cajeros y el cierre de algunas sucursales de entidades asociadas como Banco Popular.

Zara y Mango se suben al carro del pago móvil

Lejos de tratarse de un fenómeno circunscrito a las empresas tecnológicas y financieras, la realidad es que la obsesión por mejorar la experiencia de cliente y ofrecer un servicio más personalizado ha llevado a los grandes retailers de nuestro país a lanzar sus propias soluciones de pago móvil. La última ha sido Mango, que esta misma semana ha anunciado la puesta en marcha de un sistema de pago a través del smartphone para agilizar el proceso de venta y evitar las largas colas que se forman en las tiendas, sobre todo en las campañas de rebajas y Navidad. El proyecto se puso en marcha a principios de año en dos tiendas piloto de Barcelona, y desde septiembre estará disponible en 15 locales de Madrid, Barcelona, Bilbao y San Sebastián. En noviembre, serán 35.

Antes, en julio, el grupo Inditex puso esta alternativa al pago tradicional en manos de sus clientes a través de la aplicación de la compañía InWallet. El nuevo servicio estará disponible también en las apps de las ocho cadenas del gigante textil – Zara, Massimo Dutti, Stradivarius, Bershka, Pull&Bear, Zara Home, Oysho y Uterqüe. Esta iniciativa forma parte de la estrategia de renovación tecnológica de la firma gallega, una de las que mejor integra las posibilidades del mundo físico y el digital, y que en los últimos cinco años ha invertido más de 1.000 millones de euros en innovación.