Jubilación

Cómo lograr una jubilación de oro

Cómo lograr una jubilación de oro
Cómo lograr una jubilación de orolarazon

El humor refleja las preocupaciones de la gente, y los chistes sobre las jubilaciones están a la orden día. Se escuchan en los bares, las oficinas, los parques, las tiendas e, incluso, en las universidades, donde jóvenes que ni siquiera han empezado a trabajar miran con miedo su futuro post-empleo. Todo el mundo bromea con lo mismo, tanto trabajar durante casi 50 años para no tener asegurado un retiro laboral digno. En el fondo, las pensiones de jubilación públicas son una garantía del estado del bienestar y la democracia, y a nadie le hace gracia el futuro incierto al que se enfrentan. Sin embargo, dicen que es mejor reírse de uno mismo, y es lo que hacen los españoles, que a la vez buscan en el sector privado la manera de ahorrar lo más posible para tener una jubilación cómoda. Lograrlo en mayor o menor medida depende del producto financiero que cada uno escoja, y las opciones aumentan junto a los demandantes de este subsidio.

Según datos de agosto de 2017 del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la cifra de jubilados en España que reciben pensión es de 5.838.229, registrándose un incremento anual de unas 100.000 personas. Es decir, si este crecimiento se mantiene, habrá un millón más de subsidiarios por jubilación cada década. Mientras tanto, el número de cotizantes fluctúa, y en el pasado mes de agosto descendió a 18.309.844 trabajadores ocupados que, de momento, no son suficientes para pagar el ritmo al que sube la cantidad de pensionistas. Por si fuera poco, en palabras del director de Distribución y Ventas de Axa, Luis Sáez de Jáuregui, «la Seguridad Social ha pasado de un superávit del 2,2% del PIB en 2007, a un déficit del 1,5% del PIB en 2015; y un Fondo de Reserva ha pasado del 6,2% del PIB en 2011, al 1,4% a finales de 2016. Por otro lado, tenemos una población mayor de 67 años que, a principios de los años 80, representaba en torno al 10 % del total y que en 2040 supondrá más del 30%». Así, hay quien se pregunta cuánto va a aguantar el sistema y se lo imagina desbordado.

No obstante, ante la incretidumbre que persigue a los consumidores respecto a este tema, el sector financiero se ha puesto manos a la obra para desarrollar productos novedosos que sumar a los tradicionales. El más popular de todos sigue siendo el plan de pensiones porque, afirma el director de División Vida y Seguros Personales de Generali España, Jorge García, «adquirir el hábito de la aportación periódica en uno de ellos es una manera sencilla de ahorrar, además de una solución real de futuro», ya que «siempre es preferible que el ahorro sea sistemático, aunque cada persona debe analizar su capacidad de ahorro».

A pesar de las facilidades y la seguridad que se obtiene con un plan de pensiones, el número de contratantes sigue descendiendo desde que alcanzara su máximo en 2010 con 10.829.181 partícipes, según datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). En 2014 ya bajaron la franja de los 10 millones, en 2016 eran 9.932.990, y en el último trimestre de este año se han registrado 9.747.525. Este fenómeno ha provocado que el Gobierno intente aplicar medidas que los vuelvan a impulsar. Este mismo mes el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció que presentará un Real Decreto sobre planes de pensiones en el que las comisiones máximas se reducirán del 1,5% al 1,25%. Además, otra medida que incentiva su contratación es que el rescate anticipado se podrá producir a partir de los 10 años.

Pero este tema no sólo atañe a la parcela pública. El sector privado también ha acudido a la ayuda de los planes de pensiones por la cuenta que les trae y, a día de hoy, generan buenos beneficios. Jorge García explica que «2017 está siendo positivo para este instrumento de ahorro, adicionalmente contamos con el Plan de Previsión Asegurado (PPA) que en este momento ofrece a nuestros clientes una rentabilidad bruta del 3,25%». Además, García añade que, por cosas como ésta, los planes de pensiones tienen un «elevado atractivo», y que en España se escogen, sobre todo, porque ofrecen «una rentabilidad garantizada, por pequeña que ésta sea». Es decir, se prefiere tomar el camino fácil para alcanzar un resultado correcto.

Más allá de los PPA

Aunque a veces no lo parezca, hay vida más allá de los PPA. Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son otro producto que ofrece una rentabilidad garantizada. En ellos, el procedimiento es tan sencillo como en los planes de pensiones habituales. El cliente va pagando pequeñas cuotas para ir construyendo la renta que complementará su subsidio, y su principal ventaja frente a los PPA es que la cantidad acumulada se puede retirar antes de la jubilación si se requiere. Jorge García destaca que en el caso de los PIAS que trabaja Generali, el 100% del capital está asegurado y «las ganancias quedan excentas de tributación si se han obtenido en al menos cinco años y se cobran en forma de renta vitalicia».

Si lo que se valora por encima de todo es la tranquilidad de recuperar la inversión, en este sentido los Planes de Ahorro a Largo Plazo que aprobó el Gobierno en la Reforma Fiscal de 2014 están bastante protegidos. La normativa establece que «la entidad deberá garantizar al contribuyente la percepción de, al menos, un capital equivalente al 85% de la suma de las primas satisfechas o cantidades depositadas». Para beneficiarse de ellos, debe conocerse que hay dos tipos. Por un lado, los Seguros Individuales de Vida/Ahorro a Largo Plazo (SIALP), que consisten en contratar con una aseguradora un seguro de vida con un máximo de inversión de 5.000 euros anuales durante un mínimo de cinco años. Cumplir estas condiciones significaría una gran ventaja, la exención fiscal sobre los intereses que se hayan generado. Uno de los ejemplos de este programa en el mercado son los SIALP de Generali que, comenta García, otorgan al cliente «una rentabilidad garantizada, un capital al vencimiento de la póliza o en caso de fallecimiento, y los rendimientos disfrutan de una total dispensa fiscal en el IRPF si se cobra en forma de capital».

Por otro lado, bajo las mismas características que el SIALP, existen las Cuentas Individuales de Ahorro a Largo Plazo que se firman con un banco o entidad de crédito con la que se realiza un contrato de depósito que genera rendimiento en el plazo de un lustro.

Estos planes aseguran la rentabilidad al cliente, sin embargo, admite García que «cada vez más consumidores están dispuestos a asumir algo más de riesgo a cambio de mayor rentabilidad». Y aquí es donde entran en juego otros instrumentos para ahorrar en la jubilación, y que combinan distintas cualidades de los tradicionales. Uno de los que mejor acogida ha tenido son los productos Unit Linked, que mediante abonos periódicos de capital en un fondo de inversión o cartera de valores, se construye una futura renta y se dispone de un seguro de vida que cubre fallecimiento, invalidez o jubilación. Esto supone una desventaja, que parte de las cuotas pagadas se destinen a las primas por el seguro de vida.

Y a los inconvenientes de este producto habría que sumar que no ofrece una rentabilidad garantizada, pero, en cambio, el rendimiento que se puede obtener del mismo es grande gracias a su versatilidad, ya que el capital está diversificado al ser depositado en pequeñas partes, y se comporta de manera flexible ante los vaivenes del mercado. Manifiesta Jorge García que instrumentos como la gama de productos Unit Linked «hace muy atractiva la oferta de Generali en un entorno financiero como el actual», pues el «tipo de interés es cero y el plazo de inversión, razonable». Así, subraya, el cliente tiene «la opción de contratar arbitrajes automáticos, también conocidos como ‘‘Stop Loss’’, que permite limitar la caída de los beneficios».

PATRIMONIO

Invertir con capital o realizar un depósito de dinero son los procedimientos más comunes cuando se habla de acumular rentas para la jubilación. No obstante, hay otros bienes con los que uno puede ahorrar para asegurarse un retiro laboral cómodo. En eso consisten las hipotecas inversas, con las que se obtiene un rendimiento de su vivienda. Explica el director general del Grupo Retiro, Carlos Martínez Cerezo, que son «productos para la rentabilización del patrimonio inmobiliario de las personas mayores (más de 65 años)», y a través de los que se percibe una cantidad mensual. Según explican en su web, «se trata de un crédito con garantía hipotecaria, que tiene la particularidad de que el cliente no tiene que devolver en vida las cantidades recibidas ni los intereses como en una hipoteca normal, sino que la deuda queda aplazada al fallecimiento del contratante». Y aporta dos condiciones fundamentales para el consumidor, se puede cancelar cuando se desee y no se tributa por las cuotas que reciba mensualmente.

Aunque las alternativas para ahorrar de cara a la jubilación son muchas, desde el sector financiero no cierran la puerta a nuevos instrumentos que estimulen aún más a la gente a completar su subsidio. Para Jorge García, «cualquier iniciativa que incentive el ahorro es necesaria en nuestro país para garantizar una mejor situación de los ciudadanos frente a su jubilación. Entre las que se pueden poner están la aportación obligatoria de las empresas a planes de pensiones complementarios para sus empleados o la aplicación de la fiscalidad del ahorro al cobro de las prestaciones de estos productos en lugar de la fiscalidad de rendimiento del trabajo». La perspectiva de García también la comparten en Mapfre, donde dan la bienvenida a cualquier producto que desarrolle el ahorro sistemático en España, e igualmente señalan que una vía a estudiar sería la incorporación en las empresas de los fondos de pensiones para los trabajadores.

El abanico tan amplio de productos ofrece tantas ventajas para ahorrar en la jubilación que no se puede llegar a una conclusión respecto a cuál es el más beneficioso. Asegura Garcia que «no hay una única respuesta, ya que depende del perfil de cada cliente». Mientras que los PPA, los PIAS, los SIALP y las CIALP otorgan al consumidor la confianza y seguridad de una rentabilidad garantizada, por otra parte los Unit Linked y las hipotecas inversas pueden generar mayores rendimientos, son más flexibles y dinámicos. En gran medida, la última decisión la toma cada uno teniendo en cuenta lo que está dispuesto a complicarse, o dejarse asesorar, fiscalmente. Todo sea para que no tengamos que seguir escuchando chistes sobre las pensiones de jubilación en España. Porque, aunque nos estemos riendo de nosotros mismos, lo hacemos con una especie de remordimiento en el interior.