Economía

Divisas y materias primas ya no interesan a los inversores

Divisas y materias primas ya no interesan a los inversores
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Los productos no correlacionados con los mercados de la bolsa y la deuda se postulan como los preferidos por los inversores institucionales. La gestión del riesgo debe ser la máxima prioridad.

Debido a la galopante volatilidad de los mercados financieros, a los virajes de las políticas monetarias de los principales bancos centrales y a las expectativas de un estancamiento de la economía mundial, los inversores se han visto obligados a buscar nuevas estrategias frente a las tradicionales apuestas por las divisas y las materias primas.La mayoría de los inversores tradicionales tiene previsto este año elevar su exposición a productos no correlacionados a Bolsa y deuda, según se desprende de una encuesta. Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore, asegura que para construir una cartera duradera en el tiempo es clave poner la gestión del riesgo en el número uno de la lista de prioridades y que «el uso de estrategias permite reducir el riesgo sin renunciar a la rentabilidad, consiguiendo así una mayor estabilidad».

Y es que al margen de que las recomendaciones señalen al inversor minorista exponer entre un 5% y un 10% de la cartera a activos alternativos, se antoja como imprescindible buscar nuevas vías, ya que algunas de las estrategias principales han perdido atractivo.

ESTRATEGIAS ALTERNATIVAS

La gestión alternativa gana protagonismo. Puede referirse a clases de activos no tradicionales –divisas, materias primas o metales preciosos–, a estrategias más allá de la inversión alcista –arbitraje, «hedge», «long/short», inversión apalancada...– o a vehículos como «hedge funds» o fondos estructurados. Al comparar la presencia de activos alternativos en las carteras españolas de fondos con la media en países como Reino Unido o Francia se vislumbra un margen de crecimiento. Del Campo destaca que las sucesivas encuestas realizadas entre inversores tanto institucionales como de a pie muestran que cada vez más españoles están dispuestos a invertir de una manera diferente. Por ello, considera que los profesionales de la industria deben ayudar a los clientes a comprender la importancia de diversificar e incluir estrategias más allá del mix tradicional de bolsa y bonos, especialmente a los inversores conservadores, que muchas veces por pretender reducir el riesgo de su cartera incrementan su exposición a la renta fija y logran avivar las amenazas. «Tenemos que orientarles para que no asuman más riesgos de los debidos, para que no se dejen llevar por sus emociones a la hora de tomar decisiones de inversión y para que elaboren su propio plan financiero con objetivos personalizados y un enfoque de largo plazo», apostilla.

Teniendo en cuenta el escenario actual, en Natixis Global AM piensan que las estrategias de retorno absoluto cobran todo el sentido para descorrelacionarse de los mercados y aumentar la diversificación, dependiendo del perfil de riesgo de cada cliente y de su cartera. Sin embargo, no todo vale: «en esta categoría, las diferencias entre el fondo con mejor ‘‘performance’’ y el que peor evoluciona son abismales». Del Campo resalta que el buen funcionamiento de un fondo depende, en gran medida, del talento de sus gestores, y que no todas las estrategias funcionan igual de bien o tienen el mismo éxito.

Por su parte, James Norman, presidente y jefe de estrategia de renta variable de QS Investors –filial de Legg Mason–, corrobora que los inversores buscarán aumentar su exposición a productos con escasa correlación a la renta variable o a la renta fija, así como a aquéllos que les ayuden a afrontar los altos niveles de volatilidad registrados en los mercados bursátiles. Entre los productos con escasa correlación a estos sectores, Norman indica las estrategias market neutral de renta variable, las de renta fija sin limitaciones y las que incluyan acciones poco volátiles, centradas en títulos defensivos con una situación financiera sólida.

Los futuros en materias primas nunca han estado tan baratos. El selectivo que aglutina a estos recursos básicos –Bloomberg Commodity Index– cotiza en torno a los 75 dólares, nivel insólito desde que comenzó a calcularse. En este hundimiento no sólo afecta la desaceleración económica de China, principal importador, sino que resulta evidente el exceso de oferta. Además, la apreciación del dólar resta su atractivo como alternativa de inversión.

Lejos de que los expertos no suelan recomendar la inversión directa en materias primas a los particulares, estos mercados se encuentran bastante apalancados. Norman explica que tienen una correlación con el crecimiento económico, que a su vez los vincula más a la renta variable y, por lo tanto, «no representan una alternativa de diversificación». El presidente de QS Investors sostiene que pese a que las materias primas se hayan abaratado, «es difícil prever la dirección que tomarán los precios a partir de ahora, lo que llevará a los inversores a incorporar más estrategias de inversión alternativa a sus carteras».

ORO Y PLATA

Aunque, siguiendo el escalafón en el podio, la plata se haya mantenido a la sombra del oro durante los últimos años, Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, revela que se están viendo nuevos apoyos. Y es que una caída en el suministro derivada de recortes en la producción de otros metales de los que la plata es un producto secundario, combinada con una demanda creciente en el sector de las energías renovables, podría hacer que «la plata presentara mejor comportamiento que el oro a lo largo de 2016».

La tendencia del dólar, la rentabilidad de los bonos y las expectativas de inflación serán los factores clave para el oro. «Sólo cuando veamos un cambio en la actual dirección los inversores regresarán al metal amarillo». Bajo este supuesto, Hansen ve riesgo bajista para el oro durante el primer trimestre, pero lo limita a 1.000 dólares por onza antes de recuperarse y cree que remontará hasta los 1.200 dólares a finales de año.

El petróleo continúa en caída libre y su potencial alcista seguirá limitado por el exceso de oferta. Más aún teniendo en cuenta la incertidumbre implícita a las nada claras negociaciones entre los países productores. El jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank opina que el catastrófico desplome del crudo se ha detenido, y que el petróleo necesita mantener los 30 dólares por barril para alcanzar objetivos alcistas de 33,80 y 34,50 dólares.