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El BCE pide limitar los bonus a las cúpulas bancarias

La Razón
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Reclama prudencia a la banca y alerta del impacto de las remuneraciones en su capital.

El Banco Central Europeo (BCE) recomendó cautela a los bancos de la Eurozona en cuanto a las gratificaciones de sus directivos y en el reparto de dividendos, con vistas a preservar su capital. Estas peticiones se recogen en la carta enviada por el organismo europeo a los 123 bancos más significativos que están bajo su supervisión, 15 de ellos españoles.

«El BCE presta especial atención a las políticas de remuneración y dividendos de las instituciones financieras sujetas a su supervisión y, en particular, a la repercusión que dichas políticas puedan tener en el mantenimiento de bases de capital sólidas», señaló el comunicado, firmado por la presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), Danièle Nouy, más de un año después de que el BCE asumiera de facto la supervisión de los bancos europeos a través de este mecanismo.

Con esta carta, el BCE llama a la prudencia en las políticas de remuneración y, en especial, a los bonus que reciben sus altos cargos. Lo hace para que la repercusión de dichas gratificaciones no afecten negativamente «al mantenimiento de una base de capital sólida». Además, la entidad europea quiere estar más informada de lo que ocurre a nivel doméstico en los bancos. Por eso aprovechó la breve misiva para recordar que desea ser notificada sobre cualquier nueva decisión que tenga que ver con las remuneraciones.

Asimismo, instó a «aplicar medidas coherentes con una trayectoria conservadora», al tiempo que animó a los supervisores locales a extender sus recomendaciones también a entidades «menos significativas». La petición de que los bancos sean también prudentes con los dividendos no es una sorpresa, al ir en consonancia con lo ya anunciado por el organismo a principios de 2015.

En ese documento ya se pidió a las entidades de crédito que fueran «conservadoras» en la política de distribución de dividendos en beneficio de la solvencia del sistema bancario. Incluso, no descartó su suspensión en ciertos casos, como en algunas de las entidades que presentasen un déficit de capital residual o no cumpliesen sus requerimientos. Aunque, de momento, son recomendaciones, la entidad europea podría convertirlas en requisitos a cumplir en un plazo a determinar.

Se espera que el consejo de supervisión bancaria del BCE envíe a la banca directrices específicas sobre los sueldos de directivos, posiblemente calculados según la ratio de capital «fully loaded» individual, en línea con Basilea III.

La banca española también podría recibir una carta del BCE con una serie de deberes y recomendaciones a aplicar en los próximos años, con vistas a superar la crisis económica iniciada en 2008. España ocupa la segunda peor posición en cuanto a solvencia en una lista de 21 países, sólo por delante de Portugal. Según de junio de 2015, la ratio española es del 10%, frente a los 12% de la media europea.