Volkswagen

El Congreso de EE UU pide cárcel para los culpables del «Dieselgate»

La Fiscalía registra la sede de Volkswagen en Alemania para lograr identificar a los responsables de la manipulación.

El Congreso de EE UU pide cárcel para los culpables del «Dieselgate»
El Congreso de EE UU pide cárcel para los culpables del «Dieselgate»larazon

La Fiscalía registra la sede de Volkswagen en Alemania para lograr identificar a los responsables de la manipulación.

El máximo responsable de Volkswagen para el mercado americano, Michael Horn, compareció ayer ante el Congreso de Estados Unidos para explicar el escándalo de los motores manipulados. Horn explicó que, «aunque es difícil de creer», la dirección de la compañía no tuvo conocimiento del fraude hasta primavera de 2014. Varios representantes del comité de Energía y Comercio del Congreso reclamaron responsabilidades penales a la firma y a sus directivos por el engaño.

Además, ayer tuvieron lugar los primeros registros para esclarecer el fraude de los motores trucados en la casa Volkswagen, en Alemania. Tres fiscales y cincuenta policías a las órdenes de la Fiscalía de Braunschweig se incautaron en la sede central del grupo automotriz ubicada en Wolfsburgo, documentos y soportes informáticos. Se espera que éstos ayuden a arrojar luz sobre las identidades de los responsables y el proceso de falsificación de los valores de emisión contaminantes. También inspeccionaron domicilios particulares, y confirmaron que otras bases de Volkswagen serán rastreadas en los próximos días.

«El objetivo de los registros es encontrar documentos» que ayuden a identificar los nombres, aún en la sombra, de los empleados implicados en el trucaje de once millones de vehículos, según explicó el fiscal en un comunicado.

El primer día de pesquisas se cerró con «sospechas iniciales contra más de una persona», informó un portavoz. El ex presidente Martin Winterkorn no estaba entre ellos. Aunque el pasado 28 de septiembre la investigación estaba orientada a comprobar su responsabilidad como anterior jefe de la firma, se ha descartado que fuera investigado formalmente, sino que el proceso se orienta a identificar a los «empleados responsables», anónimos hasta el momento. Este grupo de personas implicadas no sería muy numeroso, según estima el actual presidente, Matthias Müller, que habló de «sólo algunos empleados involucrados». Cuatro asalariados de VW, entre ellos los jefes de desarrollo de Audi y de Porsche, fueron suspendidos. La marca, que hasta el escándalo gozaba de una posición de prestigio, está siendo altamente cuestionada a un extremo y otro del mundo.

Estas pesquisas son la primera acción de la investigación que las autoridades germanas abrieron días después de que se supiera que Volkswagen había instalado deliberadamente un software en sus vehículos para engañar en los exámenes de contaminación. Aumenta la presión para el grupo automovilístico que, al mismo tiempo, demanda conocer las identidades de los involucrados. Volkswagen ha abierto su propia investigación interna para determinar las responsabilidades, parte de una estrategia que pretende la limpieza de imagen como único camino para hacer frente a la crisis. «Ayudaremos al fiscal en todo», dijo un portavoz de VW.

Un día antes, el fabricante alemán había presentado ante las autoridades alemanas un plan de acción para subsanar el daño causado a los consumidores, en el que se determina que los vehículos afectados serán reparados a partir de 2016, con vistas a concluir el proceso en un año. Tanto Volkswagen como los compradores de esos vehículos diésel recibieron en subsidios más de 50 millones de dólares por contribuir a paliar la contaminación con automóviles que, en realidad, podrían estar ensuciando el aire hasta cuarenta veces más.

Para el ministro de Economía alemán Sigmar Gabriel, que se desplazó ayer a Wolfsburgo, lo importante es determinar la responsabilidad real de los culpables. «Los empleados no deben pagar por los comportamientos criminales de los mánagers», dijo a los trabajadores de Volkswagen.