AVE

El consorcio español pedirá dos años para acabar el AVE a La Meca Meca

Los retrasos de China en la primera fase ponen en peligro el final de la obra en marzo de 2018

El consorcio español pedirá dos años para acabar el AVE a La Meca Meca
El consorcio español pedirá dos años para acabar el AVE a La Meca Mecalarazon

Los retrasos de China en la primera fase ponen en peligro el final de la obra en marzo de 2018

Los 14 meses de prórroga que el consorcio español Al Shoula que construye el AVE entre las ciudades santas de Medina y La Meca ha arrancado a las autoridades saudíes para concluir el proyecto pueden no ser suficientes para rematarlo. Después de muchas semanas de tensiones, el pasado mes de mayo, la autoridad ferroviaria saudí –SRO, por sus siglas en inglés– accedió a retrasar la fecha de finalización del proyecto al 15 de marzo de 2018, frente al 15 de enero de 2017 inicialmente previsto. La revisión del plazo era prioritaria en el seno del consorcio pues, al ritmo actual, se consideraba que iba a ser muy complicado finalizar los trabajos a tiempo. Y no por el desempeño de las empresas españolas. OHL, Copasa, Imathia, Inabesa y el resto de miembros de la alianza están a cargo de la fase dos de la línea, que comprende la superestructura, que incluye aspectos como tender la vía, la catenaria y la señalización. Todo parece indicar que el consorcio español pedirá una ampliación del plazo de hasta dos años, por lo que las obras podrían extenderse hasta comienzos de 2019.

Acumulación de retrasos

De la primera, la plataforma sobre la que se construye la línea, se encarga un consorcio chino-francés que ha ido entregando los tramos a Al Shoula fuera de plazo, lo que ha motivado el retraso. Pero el problema, explican fuentes del consorcio, es que siguen recepcionando los tramos fuera de plazo. «De media, los chinos están entregando 18 meses después de lo que deberían, y a nosotros nos han dado una prórroga de sólo 14 meses, por lo que, aunque se está trabajando a un ritmo muy rápido, vamos justos para terminar en la nueva fecha prevista», explican estas fuentes.

En este momento, el consorcio español todavía no ha recibido dos tramos en el área uno: el que va desde La Meca hasta Jeddah, de ocho kilómetros, y el que transcurre entre los kilómetros 65,3 y 76. Aunque no se trata de tramos muy largos, suman 19,3 kilómetros que hay que construir por completo, explican desde el consorcio, cuyas fuentes advierten del problema añadido que supone el primero por discurrir por La Meca. «Al tratarse de una ciudad santa, se necesita una dispensa especial de las autoridades saudíes para los trabajadores de origen extranjero. Ya sucedió lo mismo en Medina y no hubo problema para tramitarlo. Pero lo cierto es que, a día de hoy, todavía no lo tenemos», explican.

El problema de los retrasos se ha ido agravando conforme avanzaba la obra. El área 4, la primera en ser entregada, acumuló 13 meses de retraso, pues el consorcio español empezó a trabajar en abril de 2013 y debería haber empezado en marzo de 2012, justamente un año antes. El último entregado, el área 2, se recibió en marzo de 2016, cuando según los planes iniciales los trabajos del consorcio español deberían haber comenzado en febrero de 2013.

Próximas reuniones

Los nuevos retrasos acumulados por el consorcio chino-francés podrían conducir a volver a replantear la fecha de finalización de los trabajos, aseguran los consultados. «En mayo se acordó la prórroga de catorce meses, pero no se cerró de forma totalmente definitiva. Por eso, podría volver a ser modificada», explican las fuentes consultadas.

Está previsto que Pablo Vázquez, presidente de Renfe y cabeza visible del consorcio, se desplace en las próximas semanas a Arabia Saudí para tratar con las autoridades del país este asunto así como otros sensibles como el de los sobrecostes. Las fuentes consultadas explican que esta cuestión está parada.

Se trata, añaden, de un asunto complejo, porque cada compañía que trabaja en la obra contabiliza los suyos de forma individualizada y aunque se quieren reclamar de forma colectiva, cada miembro del consorcio también puede hacerlo por su cuenta, lo que complica aún más la cuestión. Lo que se pretende en definitiva es que no se activen los mecanismos semiautomáticos de penalizaciones que existen en todos los grandes contratos de infraestructuras en la práctica totalidad de los países. El caso más significativo ha sido el de las obras del Canal de Panamá, que ha realizado Sacyr.

Lo que sí está más o menos encauzado es la cuestión de los atrasos. A principios de mayo, miembros del consorcio como la constructora Copasa reconocieron que se acumulaban entre dos y tres meses en el cobro de determinados trabajos ya certificados. Sin embargo, en el marco de las conversaciones en las que se acordó extender el plazo de finalización de las obras, las autoridades saudíes se comprometieron a abonar estos impagos, cosa que ya están haciendo de forma regular, según aseguraron las fuentes consultadas por este diario.

Material y mantenimiento

Junto a los trabajos de la superestructura, el consorcio español también se encargará de suministrar el material rodante a través de Talgo y de mantener y gestionar la línea, de lo que se encargarán las empresas públicas Renfe y Adif. Del consorcio también forman parte Coba (ACS), Consultrans, Dimetronic, Ineco, Indra y las empresas saudíes Al Rosan y Al Shoula.