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El «erudito» y el ejecutor de normas están de moda

En la mayoría de los casos las empresas prestan servicios sin tener en cuenta la normativa
En la mayoría de los casos las empresas prestan servicios sin tener en cuenta la normativalarazon

rosa carvajal

Los buscan las empresas, a unos por su especialización en un área concreta, y a otros por conocer tan bien las leyes que son los más idóneos para hacer cumplir todas las normativas, locales, nacionales e internacionales. En los últimos años, la legislación se ha ido endureciendo para todas las empresas y ha hecho imprescindible el perfil profesional de «Compliance officer» o director de cumplimiento normativo en el ámbito penal (muy consolidado en los países anglosajones), encargado de velar porque se cumplan todas las legislaciones operativas. «Hay que cumplir las normas y leyes vigentes. En la mayoría de los casos, las empresas empiezan sus diferentes actividades o prestan servicios sin haber tenido en cuenta normativas con las que no contaban. No caen en ello hasta que algún organismo les reclama responsabilidades o incluso multas», explica una fuente de iiR, compañía de referencia en el desarrollo y gestión de formación para empresas y directivos.

Objetivo

La formación es una de las claves en la figura del «Compliance officer», un cargo en continua evolución y adaptación según van cambiando las normas. «En España, en los últimos años las normativas se han modificado mucho más que en el resto de la historia», explica Francisco Javier Oteo Expósito, sénior «manager» de Compliance & Capital Markets. Su labor es todo un reto, puesto que la naturaleza poliédrica de cualquier estructura organizativa, obliga a este perfil profesional a dominar gran variedad de facetas empresariales. «Debe dar fiabilidad al negocio y disponer de todos los mecanismos necesarios para controlar los procesos, cumplir con los requisitos de poder estar en disposición de atenuar o eximir la responsabilidad penal de la empresa».

«En cada empresa tiene funciones diferentes. Debe ser una persona con una visión de analista interno, con formación jurídica. Si por ejemplo es una empresa técnica o medioambiental, será preferible un perfil de ingeniero. Aunque la tendencia en el mercado es a que el puesto lo ocupe un abogado, pero yo no lo comparto», señala Fernando Lacasa, responsable de Compliance de Grant Thornton. «Son diversos los sectores que están demandando este perfil, sobre todo el farmacéutico, aunque cada vez más son las empresas pequeñas que lo solicitan. La tendencia irá a exigir a los proveedores que cuenten con un modelo de prevención penal», apunta Lacasa. Queda mucho por avanzar en este ámbito ya que tanto pymes como grandes empresas encuentran muchas dificultades para cumplir con una normativa cada vez más compleja y dispar según la comunidad autónoma en la que opere, señalan los expertos.

los «Scholars»

Especialización o diversificación. Ésta es una de las grandes dudas a las que se enfrentan los jóvenes a la hora de formarse. Según Angustias Pendón, directora de Recursos Humanos y técnico de Orientación Laboral de Audiolís, «se observa una creciente demanda por parte de las empresas de los denominados perfiles “scholars” o “eruditos”». Se trata de perfiles que cuentan con un gran conocimiento de una ocupación determinada, dominando las herramientas, tecnologías o programas necesarios para su ejecución. Del informe del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) «Los perfiles de la oferta de empleo 2015», se desprende que las empresas demandan de los profesionales conocimientos muy especializados, independientemente del sector o tipo de vacante ofertada, apunta la experta de Audiolís. Así, por ejemplo, a un especialista en contabilidad se le requiere conocimientos de aplicaciones informáticas específicas como SAP, A3, EGO, Business One, APT, ACL Sage, Golden.net y, por supuesto, el dominio del tradicional Excel. Otro ejemplo. A filólogos, intérpretes y traductores se les pide amplios conocimientos en el manejo de aplicaciones creadas específicamente para la profesión como Office Trados XBench o el sistema de traducción por ordenador TAO.

En cuanto a las ocupaciones con mejor situación de contratación en el mercado de trabajo, también se observa la exigencia de altos niveles de cualificación. Por poner un ejemplo. En el sector manufacturero y la construcción, están presentes los mecánicos-instaladores de refrigeración y climatización, montadores de estructuras cableadas, operadores de máquinas-herramienta, etc.

En la industria de la alimentación, bebidas y tabaco se piden matarifes o trabajadores del tratamiento de los lácteos y de las conserveras. Desde la óptica de Alfonso Jiménez, socio director de la consultora de Recursos Humanos People Matters, especialización o diversificación depende de cada empresa, de su estrategia de talento. «Hay empresas que buscan profesionales especialistas en una temática, con fuertes conocimientos y experiencia en algo concreto. Esta estrategia considera que los profesionales deben ser los mejores en algo. Por otro lado, existen empresas cuya estrategia de atracción de talento busca profesionales generalistas que pueden pasar por distintas posiciones en su carrera. Esta estrategia tiene la ventaja de contar con profesionales más polivalentes». Jiménez apunta a un tercer tipo de empresa. Aquellas con un «modelo T, en las que se busca una combinación de perfil generalista y, de una determinada competencia».

Gas Natural Fenosa, por ejemplo, aplica este último modelo. «Nuestra dimensión, tanto en el ámbito nacional como internacional, lleva a que necesitemos incorporar personas con perfiles globales. Otro plano distinto lo constituyen aquellos puestos operativos, más ligados a los procesos de generación y distribución de gas y electricidad, donde la especialización sí tiene un mayor peso específico», explica Fernando Alfayate, subdirector de Selección, Movilidad y Valoración de Puestos de Gas Natural Fenosa.