AENA

El Gobierno empieza a estudiar la venta de hasta un 20% de AENA

Podría ingresar entre 2.900 y 3.900 millones a cambio de reducir su participación al 31%.

El Gobierno empieza a estudiar la venta de hasta un 20% de AENA
El Gobierno empieza a estudiar la venta de hasta un 20% de AENAlarazon

Podría ingresar entre 2.900 y 3.900 millones a cambio de reducir su participación al 31%.

El Gobierno ha empezado a estudiar una nueva fase del proceso de privatización de AENA, que comenzó en febrero del pasado año después de un primer aplazamiento, en octubre de 2014, por un defecto de forma. La buena marcha de los mercados bursátiles y el buen comportamiento del valor aconsejan al Ejecutivo que sopese la posibilidad de colocar entre un 15% y un 20% de las acciones que aún están en manos del Estado, según ha sabido LA RAZÓN. El Ejecutivo cree que para mantener el control de una compañía no es necesario tener en su poder la mitad más una de las acciones. Con poseer en torno al 30% del capital, hay garantías suficientes de que las decisiones finales seguirán bajo control del principal accionista. Las arcas del Estado podrían recibir entre 2.974 y 3.966 millones de euros, teniendo en cuenta el valor de mercado de la compañía: 19.830 millones. No obstante, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, señaló hace unos días que aún no hay tomada una decisión al respecto.

El proceso de privatización de AENA ha sido muy contestado en diferentes ambientes económicos. La fijación de su precio de salida a Bolsa en 58 euros, el nivel más alto de la banda orientativa fijada por los bancos colocadores, y su rápida revalorización en el mercado (el 3 de abril, menos de dos meses después de su debut en el parqué, el valor de los títulos rozaban los 100 euros), provocaron un sinfín de críticas por parte de los partidos políticos de la oposición, que consideraron que el Gobierno había vendido excesivamente barato y había perdido una oportunidad de oro para «hacer caja», con una de las pocas joyas que le quedan al Estado.

Las quejas no estaban exentas de fundamento. En el primer día de cotización, las acciones de AENA cerraron con una revalorización del 20,69%. El precio de los títulos pasó de 58 a 70 euros. Los grandes fondos de inversión se embolsaron en sólo 24 horas 800 millones de euros de ganancias.

Un dividendo garantizado

No tuvieron la misma suerte los cerca de 90.000 pequeños inversores (la cifra más baja que ha acudido a una privatización mediante ofertas públicas de venta en los últimos 20 años, como consecuencia del prorrateo motivado por el exceso de demanda), que sólo pudieron hacerse con 3,7 millones de acciones. Las ganancias del primer día de mercado les proporcionaron apenas 44 millones de revalorización. Una compañía con ingresos garantizados que tiene el monopolio de la gestión de los aeropuertos nacionales es siempre un buen valor refugio para los pequeños inversores que viven del dividendo, algo que está garantizado en AENA.

La privatización de AENA se convirtió desde el minuto uno en una confrontación entre varios miembros del Gobierno (el Ministerio de Fomento y la Oficina Económica del Presidente) que confluían en la conveniencia de privatizar una parte sustancial del capital, pero discrepaban en la forma de hacerlo y en el precio fijado. El mismo día en que la compañía salía a Bolsa, se abordaba en el Congreso el debate sobre la privatización. Mientras Ana Pastor, ministra de Fomento, acusaba a los socialistas de haber dejado a la compañía al borde de la quiebra (el Ejecutivo de Zapatero tanteó la venta parcial de los aeropuertos de Madrid y Barcelona para hacer frente a la crisis), el portavoz socialista Juan Luis Gordo acusaba al Gobierno de practicar «un capitalismo de amiguetes» a costa del despilfarro de lo público.

De haber vendido las acciones de AENA a 70 euros, el Estado hubiera ingresado 900 millones. Si la comparación se realiza con el precio de abril (99,60 euros) el lucro cesante para el estado se puede estimar en 3.056 millones. Entidades que participaron en la colocación salieron de la compañía vendiendo cuando apenas habían pasado dos semanas con interesantes beneficios. Es el caso de Bank of America Merrill Lynch, que ganó 60 millones en una semana, Morgan Stanley y Lazard, la compañía que asesoró al Gobierno en la operación. El Ejecutivo se defiende señalando que el Estado se resarce de lo que muchos califican de mala operación con los dividendos. Con cargo a los beneficios de 2015, AENA pagó 2,71 euros por título, lo que supuso al Estado 207 millones. La compañía ganó 833,5 millones en 2015, un 74,2% más que en 2014.