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El Ibex 35 intentará reconquistar los 11.000 puntos

La Bolsa española entra en una fase propicia para consolidar las subidas. Los resultados que acaban de presentar muchas de las compañías del selectivo determinarán su comportamiento en este mes de agosto

El Ibex 35 intentará reconquistar los 11.000 puntos
El Ibex 35 intentará reconquistar los 11.000 puntoslarazon

La Bolsa española entra en una fase propicia para consolidar las subidas. Los resultados que acaban de presentar muchas de las compañías del selectivo determinarán su comportamiento en este mes de agosto

El Ibex 35 digerirá durante el próximo mes los resultados empresariales que se han presentado a lo largo de los últimos días. Pese a la complejidad de saber cuál será su comportamiento, entra en una fase propicia para la consolidación de las fuertes subidas previas –superiores al 50% desde el Brexit–. Y es que las bolsas tienen, históricamente, dos períodos o comportamientos estacionales claramente diferenciados: el que va de octubre a mayo, y el que va de mayo a octubre, que suele ser peor y da nombre a la famosa pauta de «sell in may and go away». O lo que es lo mismo, «vende en mayo y vete a pescar».

Aunque no pueda generalizarse, las bolsas suelen experimentar un comportamiento mediocre durante los meses estivales (valga recordar el tormentoso verano de 2015, en el que China hizo temblar a medio mundo), cuando aumenta de forma significativa la volatilidad, ya que el volumen de negociaciones es menor y la mayoría de los inversores se marcha de vacaciones.Así, lo normal es que agosto sea un mes aburrido y de consolidación en el que se digieran las fuertes subidas previas antes de que, más tarde, continúe el rally alcista.

Desde mayo, los mercados no parecen tener un rumbo claro. Y esa incertidumbre podría prolongarse durante el verano. Una de las claves será la valoración que se haga de la gestión de la Administración Trump, que cada vez suscita más dudas –cualquier noticia al respecto está llamada a provocar importantes movimientos–. El otro foco serán las elecciones alemanas, que se celebrarán en septiembre.

Victoria Torre, analista de Self Bank, confirma que para saber el potencial del índice resultarán esenciales los resultados recientemente presentados. «Sería importante que en verano el selectivo lograra consolidar los 10.500 puntos. En ausencia de efectos adversos y si los resultados acompañan, en la última parte del año podría intentarse la reconquista de los 11.000 puntos», apunta.

Un diagnóstico en línea con el que realiza Ignacio Martín, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB, quien explica que, tras una corrección superior al 7% desde los máximos alcanzados en los 11.200 puntos a principios de mayo, el comportamiento del Ibex en agosto podría ser positivo. «El soporte ‘‘técnico’’ en 10.500 puntos es sólido y servirá de apoyo en el corto plazo, gracias al repunte de los bancos y de los resultados empresariales». De forma paralela, agrega que agosto servirá para apuntalar las subidas experimentadas en los primeros cinco meses del año, y no descarta incluso una vuelta a máximos, aunque esclarece que la parte final del año vendrá motivada por factores que serán más visibles a partir de septiembre.

Martín ve factible que el Ibex cierre agosto en niveles entre los 11.000 y los 11.200 puntos. Y aunque reconoce la dificultad de anticipar el comportamiento de la bolsa para lo que queda de año, que dependerá de la evolución de los datos macro que se publicarán en los próximos meses y de las expectativas del mercado en un momento del ciclo maduro en Estados Unidos, afirma que el riesgo es muy simétrico, «siendo tan posible alcanzar los 12.000 puntos como caer hasta los 10.000 puntos».

Por su parte, David Galán, director de Bolsa General, asevera que, en principio, después de la actual corrección, lo más probable es que continúen las alzas. Además, insiste en que el Ibex suele comportarse bien en el último trimestre. León Izuzquiza, analista senior de Fidentiis Gestión, no recomendaría a ningún inversor tomar posiciones en renta variable con un horizonte temporal de un mes. No obstante, piensa que el Ibex en agosto comenzará reflejando la resaca de resultados que presentan la mayoría de compañías españolas y europeas en estos últimos días de julio. «La posibilidad de esperar sorpresas al alza que den pie a un rebote sostenido de la renta variable serían limitadas».

En Fidentiis Gestión creen que hay sectores o valores donde los precios de cotización no reflejan las perspectivas de crecimiento de beneficio hasta finales de año, tanto al alza como a la baja. De igual modo, piensan que los sectores vinculados a las materias primas podrían ofrecer oportunidades y que, por el contrario, otros más ligados al consumo interno se comportarían peor al compararlos con las expectativas que reflejan sus precios de cotización. Asimismo, más allá de las eternas dudas acerca del precio del petróleo, de la evolución del eurodólar o de los tipos de interés, consideran que «el ruido alrededor del posible referéndum en Cataluña seguirá sólo copando titulares y que su impacto en el mercado no debería ser importante», apostilla Izuzquiza.

Focos de incertidumbre

En la Bolsa española tiene mucho peso el sector bancario. Y éste estará muy influenciado por la política del BCE. En principio, una gradual subida de los tipos de interés sería muy positiva para la banca española. Galán revela que, de momento, la inflación está permitiendo aplazar el giro de la política monetaria en Europa, pero advierte sobre la probabilidad de que, a final de año, el presidente del BCE, Mario Draghi, mueva ficha. El director de Bolsa General afirma que España está creciendo por encima del 3% y que, salvo inestabilidad política vía nuevas elecciones o referéndum en Cataluña –que el mercado no se está tomando demasiado en serio–, «no parece que nada pueda terminar a corto plazo con el buen momento de nuestra Bolsa».

Torre, por su parte, recuerda la revisión al alza de las perspectivas de crecimiento que realizó el FMI, aunque avisa de que si las reformas no prosiguen la recuperación podría correr riesgo, ya que continúan existiendo vulnerabilidades en la economía. Y respecto al desafío independentista, señala que en caso de que las tensiones se recrudezcan se vería un impacto negativo. «El deterioro de la imagen de España podría traducirse en una retirada de inversores extranjeros, tanto en renta variable como en deuda. Un incremento en la prima de riesgo, por otro lado, se reflejaría en mayores costes en la emisión de deuda para el Gobierno, en un momento en el que está haciendo verdaderos malabarismos para intentar equilibrar las cuentas».

En cualquier caso, informa de que agosto vendrá determinado en gran medida por la publicación de los resultados semestrales de muchas compañías del selectivo. Sin embargo, las bolsas también permanecerán atentas a datos macro tan relevantes como el PIB del segundo trimestre de la zona euro, el empleo y el IPC americano o el de la eurozona.

Eurodólar

En la última reunión del BCE, Draghi decidió mantener los tipos de interés y no quiso fijar fecha para discutir la retirada de estímulos. Un mensaje, a priori, de continuidad y tranquilidad que no debería sentar mal a los mercados. No obstante, la normalización de tipos sería positiva para el sector bancario. En cualquier caso, el mercado descuenta que en el medio plazo el BCE tomará el camino de la Fed –Europa lleva el mismo ciclo pero con aproximadamente algo más de un año de retraso–. Y Galán opina que, seguramente, primero se produzca la reducción gradual de compra de deuda por parte del BCE para, después, comenzar a subir los tipos, «que se espera para 2019, siempre y cuando la inflación siga controlada».

El euro digirió las declaraciones del presidente del BCE fortaleciéndose de forma significativa frente al dólar. Y al margen de todos los asuntos relacionados con el QE, Ismael de La Cruz, miembro del Instituto Español de Analistas Técnicos y Cuantitativos, asegura que la divisa comunitaria estará atenta en lo que resta de año a las elecciones de Alemania, donde «la victoria de Merkel sería bien recibida tanto por el euro como por la renta variable europea». También sostiene que hay otra cuestión importante en lo referente al euro frente al dólar, ya que el «billete verde» tiene varios motivos para debilitarse. Y entre ellos destaca la reforma sanitaria prometida por Donald Trump –se está dilucidando la credibilidad del presidente de EE UU, por lo que la promesa de una gran bajada de impuestos queda en el aire, y esta medida es la que tendría una mayor repercusión en la inflación–. Y es que el riesgo serio y potencial de que las previsiones inflacionistas se queden en nada implica que la Reserva Federal cambie su discurso y tenga que abordar la subida de tipos de interés de una manera más comedida. Por tanto, «si juntamos el tema del QE y el posible «tapering» cercano junto con estas dos causas que lastran al billete verde, tenemos una sinergia perfecta para entender por qué el euro se está apreciando con tanta fuerza frente al dólar». De la Cruz remarca que el eurodólar debería mantener la inercia alcista durante el próximo mes. «Se antoja difícil verlo bajar de 1,11 en el corto plazo», puntualiza.

Por su parte, Tomás García-Purriños, «portfolio manager» deMorabanc Asset Management, reconoce que la zona 1,15-1,17 ha sido una importante resistencia, atacada sin éxito hasta en 10 ocasiones en los últimos tres años. Sea como fuere, ve necesario ser prudentes ante los diferentes acontecimientos de los bancos centrales (próximos discursos de miembros de la Fed, ambigüedad en el discurso del BCE...), las resistencias técnicas en la subida del diferencial de tipos, la notable reducción de posiciones cortas en el euro... «Nuestra visión constructiva sobre el euro no varía, pero no nos gusta perseguir los precios. Por lo tanto, tomamos beneficios en estos niveles de cara a un posible recorte hasta la parte baja de nuestro rango (1,10/1,15)», añade.

Finalmente, Galán cree que el euro debería tomarse un descanso en el corto plazo, coincidiendo con la resistencia de los 1,17 dólares.

Próximas salidas

Si 2016 fue un año flojo en salidas a Bolsa, en el primer semestre de 2017, dada la estabilidad política y la buena coyuntura bursátil, España fue líder en OPVs en Europa. De cara al segundo semestre, la compañía aérea de bajo coste Volotea podría intentar salir a cotizar, tras haberlo aplazado el año pasado, como hizo Borges, que recientemente ha debutado. Aernnova, la «spin off» de Gamesa dedicada al diseño y la fabricación de aeroestructuras, ha paralizado la posible salida hasta 2018, pero no se puede descartar que se lance a finales de año. También sigue la incógnita de Orange España. Testa Residencial y Maxam, en principio, darán el salto durante el próximo ejercicio.

Prima de riesgo

Las palabras de Mario Draghi tuvieron su consecuente reflejo en el mercado de renta fija. Así, mientras que la rentabilidad del bono español cayó un 5,81% y se situó en el 1,47%, la prima de riesgo cerró en los 96 puntos, su nivel más bajo desde marzo de 2015. Ahora permanece por debajo de la barrera de los 100 puntos, un nivel muy alejado de los 640 puntos que llrgó a alcanzar hace cinco años. Galán piensa que lo normal sería que en el corto plazo se produjera un cierto repunte como respuesta a un posible incremento de la rentabilidad del bono español a 10 años, lo que consideraría «un rebote sin importancia».

Torre, por su parte, explica que en circunstancias normales, debería mantener los niveles actuales. A medio plazo, dependerá de la evolución de la economía y, sobre todo, de la inflación, uno de los escollos para la subida de tipos. Y es que cuando se vislumbra que pueda llegar pronto, se producirían ventas en la deuda alemana que, de no haber cambios en la española, reducirían aún más la prima. Por el contrario, alerta de que un agravamiento de la situación en Cataluña tensionaría la evolución de la prima.