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El inglés, la internacionalización y la nueva financiación

El 38,9 % de los países hacia los que se dirige las inversión de las empresas españolas son de habla inglesa, de ahí la importancia vital de este idioma, según Bravo Capital

El inglés, la internacionalización y la nueva financiación
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La semana pasada avanzamos en nuestro análisis sobre los orígenes de Bravo Capital, la empresa española dedicada a la financiación de empresas. Nuestra investigación ha transcurrido a lo largo del periodo caracterizado por la industrialización y las consecuentes privatizaciones empresariales, así como su influencia en el seno de las familias españolas y de las empresas. Hoy, damos un paso hacia adelante, para adentrarnos en un mundo cada vez más globalizado. El período de internacionalización empresarial, un periodo en el que nos encontramos con una demanda cada vez más creciente: el dominio de la lengua inglesa. En estas condiciones, comienza Bravo Capital a ofrecer servicios de «factoring» internacional. Hay numerosos motivos que justifican la importancia del inglés, como pueden ser el acceso a mayores recursos académicos, la creciente globalización del mundo, e incluso el creciente peso del inglés como vehículo de comunicación habitual en países no anglosajones.

Pero en este artículo intentaremos descifrar su importancia desde el prisma de la internacionalización de la empresa española. Para ello, debemos entender qué dirección toman las empresas españolas y analizar hacia qué mercados se orientan en el momento en el que deciden ampliar las fronteras. A través de estas respuestas, podremos entender mejor la enorme importancia de la lengua anglosajona.

El flujo de inversión neto de las empresas españolas hacia el exterior ha crecido a una tasa compuesta del 8,8% entre 1995 y 2015, hasta alcanzar 15.923 millones de euros. Cabe destacar que el nivel actual es muy inferior al máximo alcanzado en el año 2007 con 82.483 millones de euros. El destacable aumento de la inversión hacia el exterior es el reflejo de la imperante necesidad de formación en este ámbito internacional.

Los efectos de dicha internacionalización han supuesto una transformación radical en las fuentes de financiación de las empresas. La transformación del sistema se traduce en la creación por parte del Estado del Instituto español de Exportación e inversiones (Icex) además de consecuentes fondos y ayudas públicas, seguros, avales y subvenciones. Es en este momento en el que empezamos a entender por qué nace el «Direct Lending» y, en concreto, Bravo Capital.

Para ahondar un poco más en dicho proceso de internacionalización, observamos el flujo de inversión directa en el extranjero de las empresas españolas desde la década de los 90: desde 1995, Reino Unido ha sido el mayor receptor de inversión directa neta desde España, representando un 22% del total. Seguidamente se encuentran EE UU y Brasil con un 11,3% y 8,7% de cuota, respectivamente. Es importante observar que de los países con mayor inversión neta en España, ninguno tiene la lengua española como idioma oficial. El dominio del inglés se convierte en necesario para apoyar la internacionalización de nuestras empresas.

El 38,9% de los países donde las compañías españolas deciden invertir tienen como lengua oficial el inglés. Estos países son Reino Unido, EE UU y Canadá. El dominio de la lengua inglesa se convierte en un imperativo para todas aquellas empresas españolas que miran más allá de su mercado doméstico. El 18,6% de los países hacia donde se dirigen las empresas españolas son países americanos, cuya lengua oficial es el español. El 11,7% de la inversión efectuada por las empresas españolas en el exterior se ha dirigido a países de lengua portuguesa (Brasil y Portugal).

Creemos que existen más motivos que empujan a que la fuerza laboral de España tenga el inglés como una de sus habilidades. No debemos olvidarnos de aquellas empresas multinacionales con filiales en España procedentes de países anglosajones, así como otros países receptores de inversión española, cuya lengua oficial no es el inglés pero que resulta necesario y suficiente para comunicarse. En definitiva, la elección de Reino Unido y EE UU como uno de nuestros destinos preferidos a la hora de invertir, influye fuertemente en la importancia del inglés en nuestra sociedad. En cuanto a la financiación, ya no estamos hablando de un mundo cerrado que se pueda resumir a un análisis de ratios y de «rating», donde la información de una empresa empieza y termina en un único país, donde los riesgos son los viejos conocidos. Ahora estamos hablando de nuevos riesgos y barreras de entrada: el cambio de las leyes, el riesgo país y el riesgo de tipo de cambio, entre otros. En este momento sucede un acontecimiento sustancial. Surge la necesidad del uso de datos más allá de su balance, combinado con la información internacional, en muchos idiomas. Surge la aparición del «big data» y la consiguiente creación de empresas como Bravo Capital, fuente privada y alternativa de financiación. Bravo Capital permite la medición de riesgos que la banca tradicional no logró medir, a través de productos novedosos como el «factoring» internacional, un servicio que habla muchos idiomas y no tiene fronteras.

El próximo domingo, cerramos esta serie de cuatro entregas hablando del impacto de la digitalización en nuestras empresas y sociedad.

*Director de Rating de Bravo Capital