Elecciones generales

El PSOE traslada a los inversores que no derogará la reforma laboral

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el centro, segunda línea, durante una manifestación en Valencia con motivo del Primero de Mayo
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el centro, segunda línea, durante una manifestación en Valencia con motivo del Primero de Mayolarazon

Jordi Sevilla dice que el partido sólo hará pequeños cambios si gobierna, mientras que Pedro Sánchez insiste públicamente en tumbar la Ley. El ex ministro promete convertir las ideas de Podemos en «razonables» si hay un Gobierno de coalición con el grupo radical de Pablo Iglesias.

No hay peor escenario para un gran inversor que aquel marcado por la incertidumbre. Es más, si tuviese que elegir, probablemente entraría antes en una economía en recesión con un Gobierno estable que en un país en crecimiento pero con elevados riesgos de inestabilidad política y jurídica. Ése es justo el panorama de España ante las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, marcadas por la dispersión de voto entre cuatro partidos con programas muy distintos.

Atraídos por las oportunidades en sectores como el de las infraestructuras y la energía, entre ellos, grandes bancos y fondos de inversión extranjeros han mantenido en las últimas semanas varias reuniones con los responsables económicos de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Ante la creciente posibilidad de que el Gobierno que salga de las elecciones esté formado por más de un grupo parlamentario, los inversores se han interesado por las propuestas económicas de los mismos.

Según ha podido saber LA RAZÓN, los inversores conversaron con el principal asesor económico del PSOE, Jordi Sevilla, y con el secretario de Economía del partido, Manuel de la Rocha. La mayor inquietud que transmitieron a los responsables socialistas estuvo relacionada con el futuro de la reforma laboral, ya que el secretario general del partido, Pedro Sánchez, ha señalado en varias ocasiones recientemente su intención de derogarla.

Fuentes del sector consultor aseguran que Sevilla tranquilizó a los inversores al señalar que el PSOE «no va a derogar la reforma laboral» si entra en un futuro Gobierno de España, sino que se limitará a aplicar «algunas pequeñas modificaciones» sobre la normativa ahora vigente en nuestro país. El ex ministro de Administraciones Públicas y principal asesor de Sánchez para la campaña electoral es consciente de que los cambios aplicados en el mercado de trabajo son de las medidas que han contado con un mayor respaldo de los grandes fondos y bancos extranjeros.

Sin ir más lejos, el viernes la agencia S&P subió un escalón el rating de España y ya mostró su convencimiento de que el PSOE no derogará la reforma laboral si gobierna. En su opinión, compartida por los grandes inversores extranjeros, es la medida más importante de las aplicadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. Bufetes laboralistas aseguran al respecto que una posible «marcha atrás» radical en esta normativa provocaría un descenso de la inversión exterior.

Por otra parte, estos inversores también preguntaron a Sevilla y a De la Rocha por un hipotético pacto PSOE-Podemos, y por el «encaje» del programa económico del partido liderado por Pablo Iglesias en un Ejecutivo de coalición. Los responsables socialistas señalaron que, en caso de que se dé este escenario («depende de las circunstancias»), lucharán por convertir las propuestas del grupo emergente en ideas más «razonables» para la economía española.

Además de esta reunión, los inversores extranjeros también mantuvieron encuentros con los principales responsables económicos del Gobierno. Según las mismas fuentes, se entrevistaron con los ministros de Economía e Industria, Luis de Guindos y José Manuel Soria, respectivamente; con los secretarios de Estado de Economía y Energía, Íñigo Fernández de Mesa y Alberto Nadal, así como con el hermano de este úlimo, Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica del presidente del Ejecutivo.

En estos encuentros, los responsables económicos del Ejecutivo y del PP desglosaron los planes que servirán para continuar con la senda reformista iniciada en esta legislatura. Además, les presentaron las previsiones económicas para España y los planes de consolidación fiscal, en especial a nivel autonómico. Los inversores no mostraron particular preocupación por una posible salida de Cataluña de España, pero sí preguntaron por las posibilidades de incumplimientos relevantes en los objetivos de déficit de las autonomías tras los cambios en los gobiernos regionales.

Las reuniones con Ciudadanos (C’s), aseguran las mismas fuentes, se realizaron con el propio Albert Rivera, candidato del partido a las elecciones generales, con su principal asesor económico, Luis Garicano, con el portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, y con el inspector de Hacienda Francisco de la Torre, que irá en las listas del grupo naranja en las generales.

Los encuentros con C’s dejaron a los inversores con un «buen sabor de boca», apuntan fuentes del sector consultor. Las propuestas económicas del partido fueron interpretadas como «medidas en favor de la inversión», en especial aquellas relacionadas con la fiscalidad. Fuentes tributarias consultadas por este diario añaden, además, que los inversores consideran que las «políticas liberales» por las que apuesta el partido que dirige Rivera lo convertirían en el socio adecuado, desde el punto de vista del inversor, para un futuro Gobierno en nuestro país.

Por último, las reuniones con Podemos se celebraron con el responsable económico del partido, Nacho Álvarez, entre otros asistentes. Los inversores preguntaron al grupo de izquierdas por la posibilidad de que un Gobierno liderado por la marca morada acometa una «auditoría de la deuda», con el posible impago de la misma. Ésta es una medida que pierde fuerza en las próximas fechas, pero el partido sigue manteniéndola como propuesta en su programa para las generales.

Además, los inversores también quisieron saber si el partido había analizado la viabilidad de la «renta básica de emancipación», a lo que Álvarez respondió que es una medida «posible» si se diseña de la forma adecuada.

Proyectos paralizados

La cercanía de las elecciones generales, la posiblidad de una elevada dispersión del voto y de cambios normativos relevantes son los factores que han paralizado los planes de los grandes fondos y bancos de inversión para nuestro país. En concreto, estos inversores se han dado un plazo de «entre dos y tres meses» antes de reactivar sus proyectos, que se centran especialmente en infraestructuras y energía.

Los grandes fondos de inversión ya han mostrado su interés por infraestructuras de titularidad pública como los puertos, los aeropuertos y las carreteras. Además, consideran que el sector de la vivienda y, en general, el conjunto del negocio inmobiliario ofrecen muy buenas oportunidades en estos momentos.

En el sector energético ya se están registrando movimientos de compra y venta de activos, principalmente de ciclos combinados. En el sector renovable, los inversores extranjeros tampoco descartan entrar en el negocio eólico mediante la compra de parques.