Impuestos

El récord de recaudación no basta para Bruselas

Los ingresos tributarios vienen creciendo desde 2009, tras la importante caída experimentada durante los dos años anteriores

La Razón
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Pese a que los ingresos tributarios marcarán máximos este año, la Comisión Europea cree que el déficit será del 3,5%, lo que obligaría a ajustar unos 4.300 millones de euros.

Los ingresos tributarios alcanzarían este año los 202.593 millones de euros, lo que supondría un incremento del 7,8% con respecto al ejercicio pasado y 1.917 millones más de los que se recaudaron antes de estallido de la crisis. Según los cálculos que baraja Hacienda, la recaudación marcará máximos históricos, gracias a que todos los impuestos, excepto Sociedades, batirán sus propios récords.

Los ingresos tributarios vienen creciendo desde 2009, tras la importante caída experimentada durante los dos años anteriores, que supusieron una pérdida recaudatoria de 56.742 millones de euros. El crecimiento de la recaudación se debe tanto a las medidas legislativas adoptadas a lo largo de estos años; que han supuesto incrementos en los tipos de gravamen del IRPF, IVA e Impuestos Especiales, además de la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio y de la eliminación de beneficios fiscales en el Impuesto sobre Sociedades, como al vigoroso avance del PIB en los dos últimos ejercicios –que ha permitido aumentar las bases imponibles del IRPF e IVA–, y a la subida de la inflación. De hecho, algunos analistas cifran en unos 10.000 millones el incremento recaudatorio vinculado al ciclo económico, al que los ingresos tributarios españoles resultan excesivamente sensibles.

El récord de ingresos supone un alivio para las cuentas públicas. Sin embargo, Bruselas no se cree las expectativas que baraja el Gobierno y duda de que España recaude tanto como prevé con las últimas subidas fiscales. La Comisión Europea calcula que el déficit de España será, finalmente, del 3,5% –cuatro décimas por encima del objetivo comprometido–, lo que obligaría a realizar un ajuste extra de unos 4.300 millones de euros.

Escala de tramos

La recaudación tributaria determina, casi por completo, el cumplimiento del déficit. Y los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) piensan que este ajuste podría acometerse sin reducir el gasto público si se implementara una reforma fiscal integral que propiciase un sistema más progresivo y equitativo. José María Mollinedo, su secretario general, sugiere reducir la dualidad del IRPF, «ya que actualmente favorece la tributación de las rentas del capital frente a las del trabajo y actividades económicas». De igual modo, recomienda aumentar la escala de tramos de este impuesto y eliminar las reducciones de la base imponible por aportaciones a planes de pensiones y otros sistemas de previsión social, sustituyéndolas por una deducción de cuota, tal como propuso el FMI o el informe de la Comisión de expertos para la reforma fiscal.

Otras fuentes consultadas afirman que en estos momentos de crecimiento del PIB y reducción del desempleo, pero en los que los salarios no suben y la desigualdad se acentúa es importante no acometer recortes del gasto. Ni de las inversiones, que son los cimientos de los ingresos futuros. Sin embargo, los altos tipos impositivos de los grandes impuestos, unidos a la necesidad de no poner cortapisas fiscales al crecimiento económico, hacen poco apropiado implementar nuevas subidas de impuestos. Por lo tanto, la solución pasaría por ensanchar las bases, apuntalando la consolidación del crecimiento y de la generación de empleo para que el multiplicador de renta genere más ingresos en IRPF derivados de los salarios, las empresas incrementen sus beneficios –por lo que aumentarían los ingresos por Sociedades– y, finalmente, los españoles tengan más dinero en sus bolsillos para consumir, lo que incrementaría los ingresos por el IVA.

PREVISIONES ERRÓNEAS

Santiago Álvarez, profesor titular de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, asegura que, pese al evidente crecimiento de la recaudación tributaria, las cifras de ingresos presupuestados en muchos casos resultan excesivamente optimistas. En 2015, por ejemplo, se presupuestaron unos ingresos de 186.112 millones, pero la recaudación final fue de 182.009 millones. Y si en 2016 se presupuestaron 193.520 millones, finalmente se esperan recaudar 187.980 millones.

Álvarez remarca que estas desviaciones explican, en buena medida, el desfase presupuestario. No obstante, el año pasado el Gobierno cumplió de forma holgada sus objetivos de déficit. Fueron las comunidades autónomas la que los incumplieron. Y para este ejercicio, la Autoridad Fiscal considera que las comunidades consignan, al menos, 2.000 millones de euros en ingresos que no se justifican por las previsiones de liquidación del sistema de financiación autonómica. Es más, cree que ocho regiones no cumplirán el objetivo de déficit del 0,6%. Asimismo, la AIReF ha advertido sobre la incertidumbre y dificultades que conlleva estimar el desvío presupuestario de 2017, como consecuencia del desconocimiento de la recaudación tributaria en diciembre, especialmente la del impuesto de Sociedades.

Álvarez afirma que en el proceso de consolidación presupuestaria que se ha producido en nuestro país, la contribución del incremento en los ingresos tributarios ha sido superior a la del recorte del gasto público. Y aunque admita que la recuperación de la recaudación ha sido fundamental, alerta de que no servirá para atajar el déficit si no se produce un control del gasto. «En la medida en que el crecimiento de los ingresos se utilice para aumentar el gasto en vez de para reducir el déficit no podremos solventar este problema», agrega.

La Agencia Tributaria recaudó durante el ejercicio pasado 5.540 millones menos de los previstos. En 2015, los ingresos se quedaron 4.103 millones por debajo de los presupuestado. ¿Cuál podría ser el desvío de este año? Desde Gestha creen que el cálculo provisional de la recaudación en 2016 podría estar sobreestimado en 907 millones, a juzgar por los últimos datos de la ejecución presupuestaria hasta noviembre de 2016 y por los menores ingresos del pago a cuenta mínimo de Sociedades de diciembre sobre los previstos por el Gobierno cuando aprobó la medida. Y es que la estimación gubernamental de la recaudación en 2017 se realiza en base al cuadro macroeconómico, partiendo del cálculo provisional de los ingresos en 2016, cuyos datos definitivos se conocerán a finales de marzo.

Mollinedo cree que difícilmente puedan cumplirse esas estimaciones en su conjunto, «lo que abriría la puerta a nuevas subidas fiscales durante este año». No obstante, esclarece que hasta que avance el año no se podrá calcular razonablemente esa pérdida recaudatoria.

A la hora de explicar los motivos por los que la recaudación tributaria final siempre resulta inferior a la presupuestada, el secretario general de Gestha alega que los PGE suelen aprobarse a finales de diciembre del año anterior, mientras que el cuadro macroeconómico previsto para el año siguiente varía conforme avanza el ejercicio. Por otra parte, apunta que la estimación oficial de la potencia recaudatoria de las medidas tributarias aprobadas en el año para corregir el error presupuestario adolece, habitualmente, de una sobrevaloración cuando se contrasta con el impacto real de estos cambios normativos, independientemente del color político de cada Gobierno. En cualquier caso, señala que si se pusiera en marcha una lucha efectiva contra el fraude fiscal, a medio plazo podrían recaudarse unos 40.000 millones más.

IRPF

Hacienda prevé ingresar este año 78.104 millones de euros por IRPF. Se trata del impuesto que más recauda, ya que como afecta a las personas físicas a partir de unos ingresos ligeramente superiores a los 12.000 euros, el número de declaraciones anuales es casi de 20 millones, mientras que el de las de Sociedades no llega al millón y medio. Además, las bases imponibles agregadas del IRPF son mucho mayores y los tipos medios que se aplican, más elevados.

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, cree que el 7,5% de incremento que experimentará la recaudación por IRPF este año se debe al aumento de la actividad económica y al crecimiento del empleo. Pero también, de manera más específica, al hecho de que las cantidades deducidas por adquisición de vivienda van disminuyendo, porque algunos contribuyentes han terminado de pagar sus pisos y quienes los compraron a partir de 2013 ya no han podido deducirse por este concepto. Y aunque en 2015 se produjo un aumento de la actividad, «la recaudación en ese ejercicio se vio afectada por la rebaja de los tipos de gravamen con respecto a 2014».

Pich asevera que la recaudación por este impuesto se incrementaría ensanchando las bases imponibles, lo que se conseguiría reduciendo los gastos deducibles de las distintas fuentes de renta, aumentando los tipos impositivos o eliminando deducciones. En cualquier caso, insiste en que no se pueden ni deben implementar cambios normativos en este sentido sin estudiar previamente sus efectos desde el punto de vista de la política económica.

Por debajo de la media

Los ingresos fiscales en España son inferiores a la media de la UE. Excepto los de Sociedades, cuya recaudación resulta similar a la del resto de los países comunitarios. Y Almudena Semur, coordinadora del Servicio de Estudios del IEE, lo achaca a la alta tasa de paro y al elevado nivel de la economía sumergida, que supera el 18% del PIB.

En el conjunto de países de la UE, la media de ingresos fiscales se situó en un 40% sobre el PIB en 2015, según los datos de Eurostat. España se encuentra más de cinco puntos por debajo, en el 34,6% sobre el PIB, aunque han aumentado en cuatro puntos porcentuales desde 2009.

Semur revela que los aumentos de la recaudación se deben al crecimiento económico, a entornos fiscales atractivos para las empresas y a la eficacia de la lucha contra el fraude. «Un aumento de tipos no necesariamente genera más recaudación». De hecho, en el caso del IRPF, pese a contar con un tipo de gravamen superior a la media de la UE, lo recaudado en 2015 se situó en dos puntos del PIB por debajo de ese promedio, debido a la elevada tasa de paro y al impacto de la economía sumergida.

La coordinadora del Servicio de Estudios del IEE también recuerda que, en cuanto a las cotizaciones a la Seguridad Social de las empresas, nos situamos por encima de la media de la Unión Europea. «Si descontamos la parte pagada por los trabajadores, en 2015 la recaudación por este concepto ascendió a los 85.000 millones de euros, importe muy superior a la recaudación por IVA o IRPF», puntualiza.

¿Y si no se aprobaran los Presupuestos?

El Gobierno pretende aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 a finales de marzo, antes de Semana Santa. Si bien es cierto que éstos afectan fundamentalmente a los gastos, en el caso de que no se alcanzara un acuerdo para su aprobación y hubiera que continuar con la prórroga presupuestaria, los objetivos de recaudación quedarían obsoletos. Así, ninguna cifra se adaptaría a las circunstancias económicas reales. Los ingresos para intentar cumplir el objetivo de déficit intentó asegurarlos el Ejecutivo mediante el Real Decreto Ley 3/2016 de medidas fiscales, que incluía, entre otras, la subida de los impuestos especiales.

Francisco de la Torre, diputado de Ciudadanos y presidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso, advierte de que la prórroga impediría que se destinasen 100 millones de euros adicionales a la lucha contra el fraude, según recogía el acuerdo de investidura. Y recuerda que por cada euro destinado a esta batalla, se obtienen 10 euros de retorno directo. No obstante, De la Torre asegura que el principal problema que conllevaría la no aprobación de los presupuestos sería la inestabilidad política que se derivaría y que podría terminar lastrando el crecimiento económico, lo que a la postre frenaría la creación de empleo y reduciría la recaudación por todos los tributos y cotizaciones. «España necesita unos presupuestos, y el Gobierno tiene la responsabilidad de traerlos a Las Cortes. La de Ciudadanos es negociarlos. Y, si son acordes con el acuerdo de investidura suscrito y con los intereses generales, apoyarlos». De la Torre confía en que haya proyecto de presupuestos para 2017, aunque admite que sobre la aprobación es más difícil hacer un pronóstico. «No será un proceso rápido», apostilla.