El sector aéreo se rebela contra AENA

Pide una bajada de las tasas aeroportuarias del 2,59% anual y el gestor, su congelación

Una bajada de tasas aéreas no compromete la rentabilidad de AENA y los aeropuertos españoles serán más competitivos, según diversas asociaciones del sector. La guerra por las tasas aeroportuarias está en un momento clave. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró esta semana que su departamento ya ha iniciado la elaboración y tramitación del nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2017-2021, para que las nuevas tarifas de AENA puedan estar en vigor antes del 1 de marzo del próximo año.

La propuesta de la operadora de aeropuertos españoles, presidida por José Manuel Vargas, se basa en la congelación de las tarifas para los próximos 5 años. Sin embargo, las asociaciones de las aerolíneas también han realizado un estudio independiente en el que incluyen una reducción anual del 2,59%. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha emitido un informe en el que se solicita una bajada del 2% anual, aunque éste no es vinculante.

A esta guerra se han unido también la patronal turística Exceltur, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el PSOE para pedir una bajada de tasas que beneficie a los consumidores.

El sector aéreo ha desmontado todas las teorías por las cuales AENA defiende la congelación de tasas. En cuanto al tráfico, las proyecciones de la compañía son excesivamente conservadoras. En 2015 su previsión de aumento de pasajeros era del 3%, pero finalmente el año cerró con un aumento del 5,9%, hasta los 207 millones. En su previsión para el presente ejercicio, se esperaba que el número de viajeros se incrementase un 6,2%, pese a la incertidumbre. Ya se sabe que el crecimiento estará en torno al 10%, con un total de 230 millones de pasajeros. Si en 2017 se produjera un crecimiento de tan sólo un 5%, pasarían por los aeropuertos españoles 240 millones de pasajeros. Según la proyección de AENA, esta cifra se alcanzará en el ultimo año del quinquenio.

El sector aéreo sostiene, al contrario que AENA, que la bajada de las tasas se traduce en menores precios del billete, por lo que aumentaría la demanda y automáticamente las aerolíneas ofrecerían mayor número de billetes. En definitiva no sólo enriquece a las aerolíneas, si no que la bajada que proponen las compañías beneficiarán al consumidor, y no comprometerá la rentabilidad de la compañía pública.

Las tasas aeroportuarias son una de las partidas que más peso suponen a los costes de las aerolíneas, un 15% para las compañías de red y un 25% para las que vuelan de punto a punto, por lo que su bajada genera incrementos de oferta y la presión de un entorno más competitivo hace que los precios se abaraten.

Las tasas subieron de media un 68,18% entre 2010 y 2013, con incrementos de hasta el 113,05% y el 108,5% en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, respectivamente.

Uno de los riesgos que supone la congelación de las tasas es la pérdida de competitividad relativa de España frente a otros destinos internacionales. Las tasas de los aeropuertos de Barajas y El Prat se sitúan en la banda media-alta respecto al resto del mundo. Pero otros aeropuertos turísticos –Turquía, Grecia y Chipre– están prácticamente regalando el volar allí, por lo que no hay que olvidar que hay un «boom» turístico y el sector aéreo señala que hay que mantener esa competitividad. No obstante, aeropuertos muy importantes del resto de Europa como Dublín o Ámsterdam, tienen planes de varios años donde prevén bajadas de tasas, según el informe de supervisión emitido por la CNMC.

Mientras, AENA sigue haciendo caja pese a la obligación, por parte de la CNMC, de bajar un 1,9% las tasas de 2016. Los ingresos ordinarios del grupo ascendieron hasta los 2.845 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 7,8% en comparación con el mismo periodo del año 2015. Asimismo, registró un EBITDA de 1.759,6 millones de euros, cifra 10,5% superior a la que presentó AENA en el tercer trimestre del año anterior.

Fráncfort baja tarifas a nuevos vuelos

El aeropuerto de Fráncfort cobrará menos a sus nuevos clientes por el uso del aeródromo, lo que favorecerá a la compañía aérea irlandesa de vuelos de bajo coste Ryanair. El Ministerio de Transporte del estado federado de Hesse, que es quien concede los permisos, anunció esta semana que ha autorizado al aeropuerto de Fráncfort a conceder descuentos a nuevos clientes durante tres años. La aerolínea Lufthansa, que es uno de los principales clientes del aeropuerto de Fráncfort desde hace muchos años, criticó la nueva estructura de tarifas, que contempla una subida del 1,9% de las tasas de despegue y aterrizaje. La compañía alemana se queja de que las tasas en los aeropuertos de Londres y Ámsterdam bajarán para todos los operadores, no sólo los nuevos.