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«España es uno de los países más restrictivos de la Unión Europea en el control del tabaco»

Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabaco
Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabacolarazon

Las cajetillas de tabaco duplican el tamaño de las advertencias sanitarias, lo que en opinión de la Mesa del Tabaco reduce al mínimo el espacio para las marcas.

Las cajetillas de cigarrillos cambiarán paulatinamente su imagen en los próximos meses. El 20 de mayo de 2014 entró en vigor la Directiva Europea sobre Productos del Tabaco. A partir de dicha fecha, los Estados miembros tenían un periodo de dos años para adaptarla a sus respectivos ordenamientos jurídicos. Así, desde el pasado día 20 –cuando se cumplió el plazo establecido por Bruselas, y a pesar de que la normativa no ha sido aún traspuesta en España–, las cajetillas de cigarrillos, los envases de picaduras para liar y los de tabaco para pipa de agua han comenzado a adaptarse de forma progresiva a la nueva legislación. No obstante, durante un año podrán convivir los envases actuales y los acordes a la nueva legislación, ya que la Directiva permite un año de transición para facilitar la adaptación del mercado. En virtud de la nueva normativa comunitaria, se duplica el tamaño de las advertencias sanitarias (con texto e imágenes) hasta cubrir el 65% de ambas caras de la cajetilla o envase de tabaco para liar y se sitúan en la parte superior e incluyen un nuevo mensaje sobre fondo amarillo, con ayuda para dejar de fumar suministrada por el Ministerio de Sanidad. Se añaden también dos nuevas advertencias laterales, con los mensajes «Fumar mata» y «El humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas», que ocupan un 50% de la superficie de la cajetilla, o interior, según el formato del envase de tabaco para liar. También se eliminan los envases con menos de 30 gramos de tabaco para liar.

La Directiva minimiza el espacio donde aparece el nombre de la marca, lo que, a juicio de la Mesa del Tabaco –agrupación que reúne a toda la cadena de valor de este sector en España–, convierte a las cajetillas en el soporte de los mensajes sanitarios de las autoridades, que duplican su tamaño y, en consecuencia, reduce la capacidad de elección de los consumidores, ya que será más complicado identificar su marca de cigarrillos. «En nuestra opinión, esta Directiva es una muestra de la hiperregulación a la que está sometido nuestro sector, ya que contiene algunas medidas muy restrictivas y desproporcionadas. Es el caso, por ejemplo, de la ampliación del tamaño de las advertencias sanitarias hasta duplicar el espacio actual, cuestión por la que se reduce al mínimo el espacio útil destinado a la impresión de las marcas. «Esta reducción del valor de la marca afectará a todos los estamentos», asegura Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabaco, quien recuerda que el sector del tabaco genera 61.000 empleos en España y es el quinto contribuyente del Estado con más de 9.137 millones de euros de ingresos anuales a las arcas públicas vía impuestos. La aplicación de la nueva Directiva de Productos del Tabaco supone un esfuerzo para el sector. «Los fabricantes e importadores tienen que rediseñar las 3.000 referencias de labores de tabaco que se comercializan en España para adaptarlos a las nuevas normas de envasado y etiquetado», precisa Páramo.

El principal objetivo de la Directiva es reducir el consumo de tabaco, especialmente entre los menores, una meta que posiblemente no se alcanzará con medidas como esta. «Desde el sector, consideramos que, por el simple hecho de ampliarse el tamaño de las advertencias sanitarias, no se va a reducir el consumo de tabaco o se va a dificultar el acceso de los menores a este producto. De hecho, no hay ningún estudio científico que señale que por ampliar el espacio de las advertencias sanitarias se vaya a reducir el consumo», sostiene.

Medida no eficaz

En relación con el empaquetado genérico, medida que supone la total estandarización de los envases, eliminando logotipos, colores y diseño de las marcas propiedad de los fabricantes, y que han puesto en marcha países como Australia o Reino Unido, Juan Páramo señala que «es una medida desproporcionada, ya que supone una expropiación de facto de las marcas a los fabricantes, e ineficaz, como que quedado demostrado en Australia, donde se aplica desde diciembre de 2012». «Pese a que desde distintos ámbitos se viene afirmando que el empaquetado genérico ha sido un éxito y ha logrado reducir el consumo de tabaco, lo cierto es que los datos oficiales del Gobierno australiano confirman la ineficacia de esta medida, especialmente en su objetivo de lucha contra el consumo de tabaco entre los menores, entre otras razones, porque desde su aplicación, el contrabando de tabaco ha aumentado un 22%. El comercio ilegal de cigarrillos facilita el acceso de los menores al tabaco tanto por disponibilidad como por precio », explica. Desde la Mesa del Tabaco apuestan por la educación más que por la hiperregulación para reducir el consumo de tabaco. «No nos oponemos a que haya una regulación sobre los productos, pero siempre que sea eficaz, proporcional y esté demostrada su eficacia. España es uno de los países más avanzados y restrictivos de la UE en regulación para el control del tabaco. Entendemos que en una sociedad avanzada como la española, el camino a seguir es la concienciación de la población, el civismo y el sentido común de los consumidores, más que la hiperregulación y la prohibición», afirma.

La Directiva también incluye una serie de medidas para la lucha contra el contrabando, como la introducción de un identificador único obligatorio que facilitará el seguimiento del producto desde el origen al punto de venta. Este medida será obligatoria para cigarrillos y tabaco para liar a partir del 20 de mayo de 2019 y para cigarros, cigarritos, picadura de pipa y tabaco para pipa de agua desde el 20 de mayo de 2024. «Consideramos que la inclusión de un identificador es una iniciativa eficaz para luchar contra el comercio ilegal de tabaco. La nueva Directiva establece que toda unidad de envasado de productos del tabaco deberá incorporar un identificador para un mayor control de la cadena de suministro, con información precisa de la ruta completa del producto (desde el día, hora y lugar de fabricación hasta su llegada al estanco). Se incorporan medidas adicionales de seguridad (visibles e invisibles) a prueba de manipulaciones», concluye.

El caso australiano

Australia implantó el empaquetado genérico («plain packaging») el 1 de diciembre de 2012. Desde esa fecha, todas las cajetillas de cigarrillos comercializadas en el país son iguales y han perdido su identidad de marca, al desaparecer las enseñas, los logos o los colores. Un estudio elaborado del Gobierno australiano, que mide el consumo de tabaco, ha puesto de manifiesto que la aplicación del empaquetado genérico no ha acelerado el ritmo de disminución del consumo de tabaco de los últimos 22 años. Por su parte, la tasa de consumo diario de tabaco entre menores con una edad comprendida entre 12 y 17 años no sólo no se ha reducido, sino que se ha incrementado entre 2010 y 2013 al pasar del 2,5% al 3,4%.