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Eurogrupo: España centra su estrategia en el BCE

La eurozona elige hoy al sustituto de Dijsselboem, con el portugués Centeno como favorito. De Guindos se aparta para ser la mano derecha de Draghi

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el ministro español de Economía, Luis de Guindos
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el ministro español de Economía, Luis de Guindoslarazon

La eurozona elige hoy al sustituto de Dijsselboem, con el portugués Centeno como favorito. De Guindos se aparta para ser la mano derecha de Draghi.

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro elegirán hoy durante su tradicional reunión mensual del Eurogrupo al sustituto de Jeroen Dijsselbloem. No ha habido sorpresas de última hora y el titular de Economía español, Luis de Guindos, se ha mantenido fiel a su palabra de no presentar su candidatura. España se muestra inamovible en su estrategia: la gran baza se encuentra en conseguir volver al núcleo duro del BCE y sustituir al portugués Vítor Constâncio cuyo mandato expira el 1 de mayo del año que viene. En los últimos días, la prensa alemana ha animado a Luis de Guindos para que presentara su candidatura después de haber perdido el mismo puesto en el año 2015. Pero el ejecutivo de Mariano Rajoy prefiere concentrarse en volver a la institución monetaria.

España perdió su plaza en el Banco Central Europeo en el año 2012 después de que el ejecutivo de Mariano Rajoy no consiguiera colocar a su candidato, Antonio Sainz de Vicuña. En ese momento, el péndulo se inclinó hacía el gobernador del Banco de Luxemburgo, Yves Mersch. Un movimiento que para la delegación española supuso una ruptura del orden natural de las cosas. «Siempre ha existido un pacto de caballeros por el que los países grandes están en el Consejo porque son los que más contribuyen», aseguran en el Ministerio de Economía. El tiempo ha demostrado la importancia de un puesto en el núcleo duro del BCE en un momento en el que las políticas expansivas pergeñadas por Mario Draghi han supuesto una muleta imprescindible para la recuperación de las economías periféricas.

España no quiere volver a perder esta cargo de referencia aunque oficialmente no haya presentado candidato. Oficiosamente, la posibilidad de que Luis de Guindos luche para sustituir a Constancio ha empezado a sonar con fuerza. Su principal hándicap sería el marcado carácter político del Ministro en un puesto ideado para banqueros y cuya principal seña de identidad es la independencia. La designación de España también daría algunas pistas para conocer al sustituto de Mario Draghi en el año 2019. La elección de un país del Sur en la vicepresidencia sería interpretada como una alfombra roja para que un halcón como el alemán Jens Weidman, actual presidente del Bundesbank, pudiera sustituir a Draghi en un nuevo ciclo de retirada de los estímulos.

España ha prometido dar su voto al portugués Mario Centeno. Sería un recompensa anticipada por la perdida en el BCE y un intercambio de cromos conveniente para ambas partes, que harían valer su alianza de países del Sur. La votación de hoy será secreta y de dos rondas. En la primera, el candidato deberá imponerse por mayoría simple (10 votos del total de 19 de los países que pertenecen a la divisa europea). Si no hay vencedor, cada aspirante será informado en privado de cuántos votos ha conseguido hasta el momento y podrá decidir si retira o no su candidatura.

Entre los cuatro ministros postulados, no hay ningún candidato de la familia del Partido Popular Europeo (PPE), a pesar de que el austriaco Hans-Jörg Schelling había hecho saber su disponibilidad. El PPE mantiene la presidencia de las tres principales instituciones: Comisión, Parlamento y Consejo Europeo y su movimiento debe interpretarse como una oportunidad de reequilibrio de fuerzas. La gran incógnita es si esta abstención en la presentación de aspirantes acabará beneficiando a la socialdemocracia europea o a los liberales, que van ganando terreno ante la debacle de los primeros y el auge de figuras como Emmanuel Macron, cuyo partido todavía no ha sido clasificado dentro de las grandes familias europeas. Otra de las grandes sorpresas reside en que uno de los favoritos, el francés Bruno Le Maire, haya decidido no presentarse a la contienda. En el lado socialista, el italiano Pier Carlo Padoan también ha preferido no optar al puesto debido a la inestabilidad política de su país que celebrará elecciones en 2018.

¿El último Eurogrupo?

El sustituto de Dijsselbloem ocupará su cargo a partir de enero durante dos años y medio. Todo indica que será el último presidente del Eurogrupo tal y como lo conocemos ahora. Alemania y Francia parecen de acuerdo en poner en marcha un nuevo super-ministro de Finanzas con voz tanto en el Consejo como en la Comisión, que actúe con dedicación completa. La Comisión Europea presentará su propuesta este próximo miércoles. El candidato que gane hoy la batalla tiene posibilidades de aspirar al nuevo puesto, pero aún quedan demasiadas incógnitas en el aire. La ausencia dentro de los aspirantes en liza de uno de los grandes países de la zona euro parece hacer poco posible esta posibilidad.